XXXV ANIVERSARIO DE ORDENACIÓN SACERDOTAL DEL PBRO. CÁSAR DE LA VEGA ZUÑIGA.

Jalpan de Serra, Qro., 17 de octubre de 2022.
Mons. Fidencio López Plaza, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidio la Eucaristía por el XXV Aniversario de Ordenación Sacerdotal del Pbro. César de la Vega Zuñiga, en la Parroquia de Santiago Apóstol, Jalpan de Serra, Qro. el 17 de octubre de 2022, concelebraron algunos otros sacerdotes que también celebran su 25 aniversario sacerdotal, Pbro. Gabriel Álvarez, Pbro. Bernardo Reséndiz Vizcaya, Pbro. Manuel Balderas Zúñiga y algunos otros que acompañaron en esta ocasión.  
En el momento de Homilía el Padre Cesar compartió la historia de su vocación diciendo: “Desde muy chico  sentí el llamado a ser sacerdote, quise ser monaguillo, en el año de 1988, en las vacaciones de prepa, ya casi para regresar al seminario yo de dije a mis papas que ya no quería regresar al seminario, y dije que regresaría pero en diciembre me regresaba a la casa, y el signo para ordenar al sacerdote es, la “unión de las manos” a los nuevos sacerdotes, y recuerdo ese día a mi mamá que aun sin ser ordenado mi mamá me beso las manos, como una presencia de Dios, anticipada.

Agradezco a Dios estos 25 años de ser sacerdote y que me ha elegido y acompañado, agradezco a Dios que me permite celebrarlos aquí en esta parroquia de Santiago Apóstol, Jalpan, el tiempo pasa muy rápido solo vivir en la presencia del Señor.

Así como nos ven a nosotros reunirnos para celebrar, es la comunidad que se reúne para festejar, y agradecemos a Dios la abundancia de sus bendiciones, sobre cada uno de nosotros que no deja de recordarnos a todos que somos en primer lugar sus hijos, su familia.

Que todos nos ayudemos en el testimonio a permanecer firmes en la fe, en el amor, agradezco a todos los que me acompañaron, agradezco su cariño y agradezco que me acompañen y a mis hermanos sacerdotes, a todos gracias por su cercanía y cariño. Concluyo.

Antes de la bendición Mons. Fidencio dirigió unas palabras Padre Cesar diciendo: “Has llegado a edad de los “nuncas”, y al reconocimiento más profundo del conocimiento de Dios.

Es imposible llegar a los 25 años de vida sacerdotal, sin reconocer las maravillas, hace por nosotros, sin nosotros y a pesar de nosotros, por eso los sentimientos serán siempre para pedir perdón, para dar gracias porque Dios ha tenido misericordia por nosotros.

Es imposible hablar de una nueva etapa sacerdotal, de animo de gratitud sin contemplar a María, ella mujer de corazón traspasado, nos enseña la alabanza capaz de abrir la mirada al futuro y de volver la esperanza al presente, al entonar su cantico “Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque ha hecho en mí maravillas”.

Es imposible mirar a María, al lado del Cristo de las Bienaventuranzas, Bienaventurado tu padre Cesar, de los que, cobijados por nuestra Señora de los Ángeles, de los protegidos por el niño de la Mezclita y de los que siguen los pasos del Cristo de las Bienaventuranzas es el reino de los cielos.

Mirar a María es, volver a creer en lo revolucionario de la ternura y el cariño, como estrategias y actitudes pastorales, en ella podemos ver que la humildad y la ternura, no son actitudes de los débiles, sino de los fuertes de los que no necesitan aplastar a todos para sentirse importantes, es decir de los sacerdotes, y de los seguidores del Jesucristo el buen pastor. Padre cesar Dios te bendiga, te proteja y te de la paz. Concluyo.

Y finalmente les dio la bendición y pasaron a tomarse la foto del recuerdo para después compartir los alimentos que para esta acción se prepararon mediante una convivencia fraterna.