Santa Iglesia Catedral de Querétaro, 17 de Septiembre de 2017.
El domingo 17 de septiembre de 2017, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, presidió la Celebración Eucarística en la Santa Iglesia Catedral, esta Santa Misa se celebró en el marco del mes de La Biblia y de la Festividad de la Virgen de los Dolores, en esta Eucaristía, participaron los Fieles de la comunidad de Sauz el Bajo, de la parroquia de Santa María de Guadalupe, Pedro Escobedo, esta celebración se ofreció por todos los enfermos, cabe mencionar que a todos los asistentes se les dono un pequeño libro con el contenido de los cuatro Evangelios.
Mons. Faustino Saludo a todos los presentes y expresó en su homilía:
“ Saludo con gusto a los miembros de la comunidad El Sauz bajo, de la parroquia de Santa María de Guadalupe, Pedro Escobedo, gracias por expresar este vínculo de unidad de la iglesia, al celebrar la Eucaristía dominical en esta Santa Iglesia Catedral, Madre de todas las Iglesias de nuestra Diócesis de Querétaro.
Hoy el Evangelio de San Mateo, nos narra la parábola del siervo con misericordia, es un pasaje donde el Señor nos invita a perdonar a perdonar a nuestros hermanos más extraño podríamos decir a perdonar a nuestros enemigos, no es fácil perdonar y sin duda; quién ha vivido esa experiencia de la agresión en cualquier forma, sabe que no es nada fácil reaccionar con una actitud de perdón; sin embargo cuando nos damos cuenta que el rencor y el odio son una patología, cuando caemos en la conciencia de que no perdonar es una enfermedad a la manera de un cáncer que nos devora, escuchamos a Dios y el gran argumento para perdonar es Dios me ha perdonado y cuando Dios pide algo es para nosotros podamos vivir; vivir sin perdonar es vivir de la apariencia vivir sin perdonar es hacernos daño a nosotros mismos por eso el evangelio nos recuerda que tenemos que invitar a Dios que siempre nos perdona, Dios mismo es propuesto como maestro del perdón,.
Jesús realiza un cambio radical en la forma de ser de las personas de las venganza sin límites que se antoja veces humanamente hablando, se pasa al Perdón sin límites por ello hay que perdonar 70 veces 7 quien no lo hace vive con ese lastre a lo largo de toda su vida A no ser que su conciencia se haya hecho tan laxa que nada le importe aquella situación que cometió contra su hermano en cualquier campo de la vida en que nosotros nos desarrollamos.
Hoy vale la pena escuchar a Jesús y a través del Evangelio de San Mateo, este evangelista pretende suscitar en la comunidad cristiana un sentimiento de comprensión y de perdón respecto a las debilidades de cualquiera de sus miembros, todos necesitamos ser perdonados por Dios y todos debemos ayudar a otros a perdonar y no asusarnos para que sigan odiando a sus hermanos.
En aquel tiempo en los tiempos bíblicos los rabinos fijaron a la número 5 como tope máximo del perdón tratando del hermano, Pedro quiere mantener un récord de generosidad ampliando este número hasta 7; Por eso, la pregunta que Pedro hace al Señor está formulada en términos matemáticos pero la respuesta que recibe está formulada en términos de amor, para Dios no se trata de cuántas veces, sino de cómo y el único camino es el camino del amor, el único comino para hacer las cosas no es porque me toca o porque lo tengo que hacer o porque me dijo, es por amor.
Los términos del amor son siempre en el corazón muy diferentes a aquellos que marcados por nuestra lógica humana, como aquel – que dice- “el que me la hace me la paga” esto no entra en los caminos de Dios y en el esquema del amor cristiano no se puede poner límite al Perdón, tampoco al amor ya que hay una marca, “perdonar siempre” y este es el perdón de Dios:
Porque es más fácil decirlo que hacerlo, si a diariamente lo digamos en la oración del Padre Nuestro, “perdónanos como nosotros perdonamos a los que nos ofenden” la razón suprema del perdón, es la invitación del amor del Padre celestial, siempre dispuesto a perdonar.
Por eso, es lo que nosotros tenemos que seguir laborando en nuestro corazón, y eso es lo que resaltamos en la primera lectura “Nadie puede ser perdonado sino perdona” nadie puede pedir perdón si no perdona, si antes no está dispuesto a perdonar al hermano; No es fácil, sin embargo, es posible no solos sino con la ayuda de Dios; todo ser humano tiene inclinaciones, comete errores, cometemos pecado, acciones que piden comprensión y perdón, como convenio previo de convivencia.
Por eso el perdón es además iniciativa de Dios, el perdón pertenece a la esencia el mensaje evangélico, tenemos que perdonarnos porque todos estamos necesitados del perdón, porque todos somos perdonados por Dios, que ya Jesús ha subido a la cruz y el a derramando su sangre y con su infinito amor nos ha perdonado; No hay ningún argumento para no perdonar, por eso Dios perdona nuestras deudas. Siempre mayores a condición de que nosotros perdonamos las deudas, siempre menores o simplemente pequeñas.
Es importante insistir en que el perdón al hermano no es un aparte accesoria del creyente, se sitúa en el centro de la relación del creyente con Dios y le capacita para acoger su misericordia. Si queremos tener la certeza de la salvación de nuestra alma preguntémonos ¿he perdonado de corazón? ¿He perdonado con sinceridad la peor agresión que haya que alguien me haya hecho? Quizás de un día para otro no lo hagamos, hay quién tiene la gracia de poder hacerlo pero perdonar también es un proceso.
Pidámosle al Señor la gracia para comenzar este camino de perdón, de misericordia, como lo hace el señor el cual toma la iniciativa con, el amor y la compasión de Dios que nos enseña a regresar, a regresar a esa senda tan importante de la vida del creyente, a la senda del perdón; eso lo aprendemos en un camino serio de conversión, en un camino de lucha y de lucha de todos los días. Por eso el perdón es un proceso.
Cuando alguien se cierra a conceder el perdón no tengamos la menor duda de que se castiga a sí mismo, el odio; decíamos, es como un cáncer, un cáncer secreto que corroe a la persona y que la va destruyendo y no le permite rehacer su vida, por eso, en estos momento insistimos; Es cierto que es difícil, pero es en la vida y la verdadera salida; cuando la persona logra liberarse del odio y reconciliarse consigo misma y recobrar la paz, la vida puede comenzar de nuevo, un perdón a la luz del perdón de Dios.
Hoy contemplamos a María Dolorosa a quien hemos celebrado estos días, que escucho de los labios de Jesús “perdónales Señor porque no saben lo que hacen” seguramente María desde la cruz perdonó y por eso la podemos tener como modelo de perdón, como su hijo Jesús, que perdono a todos aquellos que lo habían asesinado.
Si alguien nos ha asesinado alguna parte de nuestra vida, si alguien nos ha querido aniquilar, si alguien ha querido realizar un daño y lastimarnos, hoy es la oportunidad para poder reiniciar en el perdón de Dios y poder perdonar. Así sea».
Al termino de la celebración Mons. Faustino, impartió su bendición y les deseo a todos un feliz domingo y un buen retorno a sus hogares.