(CODIPACSQRO) Como cada año se llevó a cabo la convivencia vocacional para mujeres valientes que les interesa saber cuál es su verdadera vocación desde un punto meramente religioso partiendo desde el momento de su bautismo, en cual están llamadas a ser Sacerdote, Profeta y Rey, para así participar en la misión de la Iglesia, que es evangelizar y restaurar todo el orden temporal en Dios.
Del 11 al 14 de julio, unas 60 jovencitas llegaron al Seminario del Curso Introductorio de San Miguel Galindo en San Juan del río, Qro. y con la participación de varias Congregaciones Religiosas, entre cantos y dinámicas de integración iniciaron su jornada vocacional y en este bello lugar la llamada se hizo oración y el canto, invitó a una reflexión que les habló del compromiso de vivir en comunión de amor y de santidad, para así poder comunicar el fuego del Espíritu Santo y cumplir la misión confiada a todos los fieles laicos, que son enviados a irradiar la luz de Cristo por medio de la vida evangélica en todo el mundo.
Se recordó la importancia de la participación de todos los jóvenes en este tipo de convivencias, ya que las circunstancias actuales de vida, exigen un apostolado más intenso y comprometido en la variedad de dones, carismas y diversos campos que ofrece la Iglesia y el mundo, ya que la población aumenta día a día, al igual que las ciencias y la tecnología, haciendo cada vez más complejas las relaciones entre las personas y entre las personas y sus recursos, que no deben olvidar que cualquier apostolado que se elija, debe ejercitarse en la Fe, la Esperanza y la Caridad, que el Espíritu Santo derrama en los corazones de todos los miembros de la Iglesia.
Se comparó el mundo con un campo fascinante de maravillosa variedad de hierbas, plantas, flores y frutos, que los cristianos son plantas vivas de la Iglesia, que deben producir frutos de devoción, cada uno según su estado y condición. Se les invitó a descubrir por la Fe el verdadero rostro de la Parroquia, ella es la familia de Dios, es una comunidad eucarística de verdaderas comunidades cristianas y que debe ser “La fuente de la Aldea” (Juan XXIII). Constituye el cuerpo de Cristo y tiene absoluta necesidad del apostolado de cada uno, para llevar a todos el Evangelio de Cristo como manantial de esperanza. Ella representa la comunión y el fruto de la verdadera misión.
Participaron también los sacerdotes asignados a la Pastoral Vocacional de la Diócesis: el P. Jorge Ramírez Casas, Coordinador de la Dimensión Diocesana de Pastoral Vocacional y el P. Baruc Luciano Pérez, quienes junto con las religiosas, siempre procuraron la atención y la participación de todas las señoritas que asistieron al convivio, motivándolas con su compañía diaria y sus palabras. Encomendando esta convivencia a la Madre Santísima, que es la que nos ayuda a tomar las decisiones definitivas durante toda la vida.
América Arredondo Huerta