Seminario Conciliar Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, Qro. 04 de Agosto de 2017.
El viernes 4 de agosto de 2017, en el Seminario Conciliar de Querétaro, ubicado en Col. Hércules se llevó a cabo las Vísperas Solemnes y profesión de fe del nuevo Rector del Seminario, Pbro. Lic. Alejandro Gutiérrez Buenrostro, en presencia del Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, y acompañaron también los sacerdotes que conformaran el equipo de formación para los seminaristas, y los seminaristas, en este nuevo ciclo 2017-2018.
En su mensaje Mons. invito a todos los sacerdotes que acompañaran en este proceso a los seminaristas a seguir el modelo del Santo Cura de Ars, y a formar buenos Pastores que aprendan a caminar con su comunidad como lo ha señalado el Papa Francisco, y a vivir en fraternidad, enseñándoles sobre todo con su ejemplo, a no olvidar fortalecer su vocación con la oración, todos los días.
Acto seguido el Padre Alejandro, profeso su fe e hizo la toma de su cargo diciendo: «Yo Pbro. Lic. Alejandro Gutiérrez Buenrostro, creo con fe firme y profeso todas y cada una de las verdades contenidas en el símbolo de la fe” y recito el credo… “, creo también con fe firme en todo aquello que se confiere en la palabra de Dios escrita y transmitida por la tradición, y que la iglesia propone para ser creído como divinamente revelado, mediante un juicio solemne o mediante el magisterio ordinario y universal.
Acepto y sostengo firmemente, así mismo todas y cada una de las verdades sobre la fe contenida en la fe y costumbres y propuestas por la iglesia de modo definitivo. Me adhiero además como religioso obsequio de bondad y entendimiento, a las doctrinas enunciadas por el Romano Pontífice, y por el Colegio de los obispos, cuando ejercen el magisterio autentico, aunque no tengan la intención de proclamarlas por un acto definitivo. Así lo prometo y así Dios me ayude y estos Santos Evangelios del Señor que toco con mis manos.
Yo Pbro. Lic. Alejandro Gutiérrez Buenrostro, prometo mantenerme siempre en comunión con la iglesia Católica tanto en lo que expresé de palabra, como en mi manera de actuar, cumpliré con gran diligencia y fidelidad las obligaciones a las que estoy comprometido con la iglesia, tanto universal como particular en la que se ha llamado a ejercer un servicio según lo establecido.
En el ejercicio de mi ministerio, que se me confía en nombre de la iglesia, observaré, integro el depósito de la fe y lo transmitiré y explicaré fielmente evitando por tanto cualquier doctrina que sea contraria, promoveré la disciplina común y a toda la iglesia y cumpliré la observancia de todas las leyes eclesiásticas ante todo aquellas conferidas por el Código de Derecho Canónico.
Con obediencia cristiana, acatare lo que enseñan los sagrados pastores, como pastores y maestros auténticos de la fe, y lo establezcan como guías de la iglesia y ayudare fielmente al Obispo Diocesano, para que la acción apostólica y por mandato de la iglesia se realice siempre en comunión con él. Que Así Dios me ayude y estos Santos Evangelio del Señor que toco con mis manos”. En su mensaje Mons. Faustino les compartió:
“Con la alegría de poder encontrarnos en esta hermosa tarde estas Solemnes Vísperas, mediante las cuales en nombre de la iglesia hacemos memoria de la redención y de nuestra salvación, elevados como incienso en la presencia del Señor, en la cual el divino redentor instituyo precisamente en la tarde mientras oraba con los apóstoles, y ofreció así al padre todo su día completo, lo hacemos en este día en que celebramos la memoria del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, modelo del ministerio sacerdotal en nuestras vidas, un testimonio de vida sacerdotal, nos enseña que después de Dios, el Sacerdote, lo es todo, él decía entre otras cosas, “si desapareciese el Sacramento del Orden no tendríamos al Señor”, administradores de Dios.
El sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo, él es quien habré la puerta, es el administrador de Dios, el administrador de sus bienes. “Dejar a una parroquia, 20 años sin sacerdotes y adoran a las bestias”, el sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sino para los demás; sus biógrafo nos permiten descubrir algunos de sus secretos mi secreto es simple: “dar todo y no conservar nada”.
Todo esto, nos habla de la condición que le llevo al santo a transformar la vida espiritual de los fieles, de aquel pequeño pueblito francés, su vida y ejemplo nos enseñan que el sacerdote no es simplemente alguien que detenta un oficio, como aquellos que toda sociedad necesita para que pueda cumplir en ella ciertas funciones, por el contrario el sacerdote hace lo que ningún ser humano puede hacer por sí mismo, pronunciar en nombre de cristo la palabra de la absolución de nuestros pecados, cambiando así a partir de Dios la situación de nuestra vida.
El Papa Benedicto, nos dice el que sacerdote pronuncia sobre las ofrendas del pan y el vino, las palabras de acción de gracias, que son palabras de transustanciación, palabras que lo hacen presente a él mismo, el resucitado, su cuerpo y su sangre, trasformando así los elementos del mundo, son palabras que abren el mundo a Dios y lo unen a él.
Por lo tanto el sacerdocio, no es un simple oficio, sino un Sacramento, Dios se vale de un hombre con sus limitaciones dice el Papa, para estar a través de él presente entre los hombre, y actuar en su favor, esta audacia de Dios que es, que se abandone en las manos de seres humanos que aun conociendo nuestras debilidades, considero que el hombre es capaz de actuar y presentarse en su lugar esta audacia de Dios, es la mayor grandeza que se oculta en la Palabra sacerdocio.
La Palabra de Dios que acaba de ser proclamada en la Carta Primera de Pedro, que muchas veces se puede meditar para hacer nuestra oración vespertina, y que con mucha seguridad estuvo algún tiempo meditando el Santo Cura de Ars, nos señala la manera como él vivió, el Apóstol cuando escribe lo hace exhortándoles con toda claridad a ser pastores del rebaño de Dios, gobernándolo no a la fuerza, sino de buena gana, no con sobriedad sino con generosidad, no como dominadores, sino convirtiéndose en modelo de la grey.
¿Qué significa esto que él apóstol nos está diciendo?, yo creo que sería fácil para nosotros interpretar, viendo la experiencia de Jesús Sacerdote, por esta imagen deja claro la imagen del presbítero, y ustedes van a ser presbíteros alguna vez, fue a San Pedro a quien el Señor dejo confiado apacentar a sus ovejas, de convertirse en pastor con él, y le llama el mayoral, el pastor supremo, por esto quiere decir que solo se puede ser pastor del rebaño de Jesucristo por medio de él, de la más íntima comunión con él.
El sacerdote mediante el sacramento es insertado en Cristo, para que partiendo de él y actuando con vistas a él, realice en él el servicio de pastor en el que Dios como hombre quiere ser nuestro pastor; por lo tanto somos pastores, somos sacerdotes en Cristo, y esto lo podemos identificar en aquel que viene a ser sacerdote incluso en muchas ocasiones debemos tomarlo en cuenta que la gente se acerca a nosotros porque somos sacerdotes de Cristo, y no porque tengamos mucha capacidad para decir bonitas homilías, se acercan porque somos sacerdotes de Cristo, se acercan porque representamos a Cristo, se acerca al sacerdote porque somos otro Cristo.
Seguramente ustedes conocen la triste experiencia de quienes han dejado el ministerio, por eso ser pastor significa gobernar y gobernar significa servir, creo que aquí no caben esas palabras de San pedro gobernar es sinónimo de servir, aquí tú haces lo que yo diga, el sacerdotes esta para servir a la comunidad y no para que él se sirva de ella. Por eso que nuestro corazón sea grande para acoger a todos a hombre, mujeres, niños, a todos aquellos que nos encontremos en nuestras jornadas y que anden buscando, cuando nos pongamos en camino en nuestras parroquias, si andan buscando y mi puerta está abierta a través de nuestra disponibilidad, de nuestra mirada, experimentar la paternidad de Dios como que la iglesia es una buena madre que siempre acoge.
Y esto es lo que vienen a aprender al Seminario y esto es lo que los formadores con su testimonio sembraran en ustedes, no tenemos derecho de decir a nadie no tengo tiempo, y no solucionar el problema cuando hay personas que vienen caminando desde lejos para ver un momento al sacerdote que esta tan ocupado, el servicio rompe las fronteras de nuestros horarios, por eso el Papa Fráncico cuando habla de la misión, dice que la misión no es cuestión de horarios es cuestión de entrega, hay que caminar con el rebaño dice la Palabra de Dios.
Por eso acudir a todos para caminar con todos, el pastor está en caminando con y en su rebaño, y el Papa lo dice muy bien el pastor debe caminar adelante del rebaño para guiarlo, en medio y atrás, atrás del rebaño para encaminar a quien se quede rezagado, de tal manera que nadie se sienta solo en una comunidad en una familia, el caminar justos requiere amor y el nuestro es un servicio de amor.
La Palabra de Dios nos dice que el pastor es acogedor con su pueblo, con afecto con misericordia, con firmeza paterna, y que no se les olvide a nuestros formadores, que este grupo de seminaristas es su rebaño, son responsables de ellos, el sacerdote esta pues para representar al Señor, a ser sacerdotes y líderes con la conciencia de que es nuestra vida la que evangeliza aun antes de la palabra que llevamos nosotros.
La tarea del Rector es la de formar a los que han sido llamados a ser discípulos, que acerca a Cristo y permite cada vez más configurarse con él, el rector, tiene la gran responsabilidad de vigilar todas las etapas de formación de cada uno de los seminaristas, para cultivar y custodiar los frutos que del él saldrán, como misioneros y discípulos de Jesús. Otra de las tareas también muy importante es la de acompañar al equipo formador, de tal manera que ejerzan su tarea con una gran convicción como una autentica tarea que invita el rector y su equipo es fundamental y solamente desde la oración se puede hacer un claro discernimiento para tomar las decisiones adecuadas.
Agradecemos a Dios la generosidad del Padre José Luis Salinas, quien por 5 desempeño esta tarea, que el Señor le recompense con abundantes gracias por toda su entrega y dedicación, y oramos para que su ministerio pastoral en la parroquia de muchos frutos, como maestro de pastores, y ahora dando testimonio en el campo de trabajo de cómo hay que vivir y trabajar para el Señor Buen Pastor.
Hoy le pedimos a Dios por todos los seminaristas y formadores, nos permita que nunca perdamos de vista el objetivo principal de nuestra estancia en este lugar bendito y que el ejemplo Santo Cura de Ars, sea para todos nosotros el modelo de Dios como buen pastor solicito del rebaño del Señor.
Padre Alejandro, padres formadores, yo espero que este seminario se destaque como un seminario de formador de discípulos misiones, que al egresar del seminario se sino con su testimonio vivan una experiencia de misioneros, espero un seminario misionero pero también como Jesús llamo a los suyo si para enviarlos pero antes para recibir algo de él, un seminario donde se fortalezca cada vez más una profunda y sólida espiritualidad, que se note que son seminaristas que oran, que se note que son seminaristas que aman y creo que se evitaran muchas dificultades, cuando hay una acción solidad, se evitan todas estas situaciones dramáticas en un seminario, un seminario misionero y con una profunda espiritualidad de oración, pero un seminario donde los seminaristas aprendan que es fraternidad, y esto no se logra con temas de fraternidad sino viviendo en un pequeñas comunidad,
Ustedes van a ir a sus parroquia a impulsar la misión y a impulsar las pequeñas comunidades que son las claves, para impulsar la evangelización, por eso que la pequeña comunidad se viva con naturalidad, y sobre todo Padre Alejandro que desde el testimonio de ustedes como formadores del grupo hacer una pequeña comunidad donde se ame a Dios y a los hermanos.
Hoy pedimos a Dios que estas palabras de San Pedro se esculpan en nuestro corazón: “Somos llamados a construir no pastores por nosotros mismos sino por el Señor, y no para servirnos a nosotros mismos sino al rebaño que el Señor nos ha confiado, servirlo hasta dar la vida como Cristo el Buen Pastor”. La Santísima Virgen María que siempre es nuestra madre sea también un modelo de oración, sea también su maternidad la que nos siga llevando a su hijo y que ella sea la intercesora de todos estos seminaristas y asesores para trabajar en la misión. Que Así Sea”.
Al término del rezo de laudes Mons. Faustino, felicito al Padre Alejandro y lo encomendó a la protección de la Virgen María, y al Santo Cura de Ars., para que sean sus modelos a seguir y el sostén en esta nueva misión.