Visita Pastoral a la Parroquia Nuestra Señora de la Esperanza. Decanato Sagrada Familia. 19 de abril de 2024.

Visita Administrativa

 

Parroquia Nuestra Señora de la Esperanza Parroquia Nuestra Señora de la Esperanza

 

–Bienvenida

Monseñor Fidencio llegó a la parroquia acompañado del Pbro. Rogelio, Vicario Episcopal de Pastoral y el Ministro Francisco Vega, Cronista de la Visita Pastoral.

La comunidad los esperaba con gran alegría, entre porras, carteles, globos y banderitas.

 

En cuanto estuvo a la vista de los fieles, abrió la Biblia y la puso en alto. Al llegar al atrio, besó el Cristo que el Pbro. Laureano, Párroco y Decano, le acercó; impuso la Palabra de Dios en la cabeza del Párroco, del Ministro Juan Julio, y de un chico de la Catequesis Especial Vicentina. Dio un pequeño mensaje al pueblo y luego los roció con agua bendita. 

 

–Oración

Entraron juntos al templo, cantando el himno parroquial. Nuestro pastor diocesano, el Pbro. Laureano, el Pbro. Rogelio y los Ministros Francisco y Juan pasaron a la capilla del Santísimo, donde hicieron oración para encomendar la Visita Pastoral.

 

El Párroco dirigió la oración por la Visita Pastoral, el Vicario Episcopal de Pastoral dio lectura a la circular que anuncia la Visita Pastoral, el Ministro Francisco a la monición sobre la indulgencia plenaria y el Ministro Juan dirigió la oración de la parroquia.

 

La Hora Tercia fue dirigida por las Hermanas Inmaculatinas.

En el momento de la reflexión, Mons. Fidencio invitó a todos a dar un aplauso a nuestra señora de la Esperanza.

Después mencionó que en la Diócesis hay muchas parroquias dedicadas a la Virgen, e hizo una reflexión sobre las virtudes teologales, fe, esperanza y caridad.

Dijo que pensaba en la misión que desde la parroquia tendría que emanarse para la espiritualidad y la pastoral de la Diócesis.

 

Compartió 3 palabras

Sentido, Esperanza, Resurrección.

 

Sentido: los Obispos de América Latina y el Caribe en 2008 hicieron un estudio de la sociedad latinoamericana y caribeña y llevaron a la conclusión de que hay una crisis de sentido que se ha agudizado y hay muchos signos, entre otros tantos suicidios, tanta desintegración familiar, y no sabemos cuándo va a acabar. Quien tiene sentido tiene entusiasmo, alegría, ganas de luchar por la vida, y cuando se acaba el sentido viene la frustración, la depresión, las ganas de acabar con la vida. 

 

Está parroquia es la que proclama a los cuatro vientos que la vida tiene sentido, Esperanza.

 

Esperanza:

Esta es la misión que Dios les encomienda como parroquia.

Hizo referencia al bautisterio en forma de vientre, que nunca había visto uno así, e hizo una reflexión al respecto.

 

¿Cómo crear una verdadera pedagogía de la Esperanza? ¿Cómo caminar en la Esperanza? Para caminar en la Esperanza hay que aprender a caminar en caminos nuevos, para crecer en Esperanza hay que caminar en espiral, no en círculo, pues quien camina en círculo termina por marearse y perder el objetivo. Caminando en espiral podemos encontrar obstáculos, pero también hermanos y se va haciendo comunidad. El que camina en espiral siempre tiene novedades en su vida y la vista mirando al objetivo, pues sabe que no camina sin rumbo, su camino es la resurrección.

 

Resurrección: dice la lectura que escucharon en la tercia que somos testigos de la resurrección. No hay resurrección si antes no hay pasión, pero el que es testigo de la resurrección ya descubrió el sentido de la vida, y no va a suicidarse, va a cuidar que no se suiciden los demás. Tendrá momentos dolorosos, pero procurará que los demás no los tengan.

 

Ante la crisis del sentido el desarrollo de la esperanza, caminando en espiral, no aferrándose al siempre se ha hecho así, sino buscando la novedad. Sabiendo que tenemos un destino, que es la fraternidad eterna en el cielo.

 

–Bendición de la Casita de la Escucha

Se hizo la bendición de las instalaciones de casita de la Escucha parroquial, en la que, hasta la fecha de la Visita Pastoral se han atendido 270 personas.

 

Nuestro Obispo dirigió unas palabras a los presentes, pero especialmente a los colaboradores de este importante servicio y luego bendijo el lugar y a las personas que ahí sirven y serán servidas.

 

–Asamblea Parroquial de Pastoral

Se presentaron los participantes. Después de escucharlos, Monseñor les hizo algunas preguntas y les propuso un censo riguroso para conocer detalles más finos de la población.

Se asombró por el número de adolescentes y jóvenes 

 

También dijo que le da mucho gusto ver que hayan tantas opciones de comunidades. Preguntaron a los miembros de menos de tres meses de haberse integrado cómo se sentían.

 

Monseñor compartió sus puntualizaciones, dijo también que se nota que el consejo es muy animoso, dinámico, y dirigido por su presidente, el Párroco.

 

El Pbro. Rogelio dirigió el trabajo sobre el Proceso de Evaluación y Actualización del Plan Diocesano de Pastoral y el Instrumentum Laboris.

Explicó un poco del proceso que se ha llevado hasta ahora. Después se profundizó sobre el objetivo parroquial y diocesano.

 

Se leyeron las prioridades parroquiales.

 

Al mediodía se rezó el Regina Coeli, se tomó la foto del Consejo y se tuvo un pequeño descanso. 

 

Cuando retomaron el trabajo, Monseñor compartió un poco sobre las prioridades diocesanas y reflexionaron sobre el cambio de mentalidad y la mentalidad de cambio.

 

El Consejo trabajó en el objetivo parroquial, primero de forma personal y después se tuvo un plenario donde el Pbro. Rogelio les ayudó a afinarlo.

 

Luego trabajaron las políticas, que metodológicamente son la visión, marco doctrinal y las estrategias la misión, marco de la realidad.

 

—Encuentro de Misión permanente

El Pbro. Rogelio Olvera dirigió el encuentro de Misión permanente.

 

Comenzó platicando a los presentes un poco de lo trabajado en el día con el consejo, y les habló sobre la pastoral urbana tan característica de esta parroquia.

 

Después habló de la Primera Carta Pastoral de Mons. Fidencio López Plaza, del cambio de época y la época de cambio, el cambio de mentalidad y la mentalidad de cambio.

 

Les habló de la crisis antropológica, la necesidad de recomenzar desde Cristo, pues eso los llevará a caminar con esperanza; aprender a caminar juntos y las pequeñas comunidades.

 

Hizo referencia al Minuto de Esperanza que se hace en la parroquia.

 

Les habló también de las prioridades diocesanas.

 

Sobre la segunda carta pastoral mencionó las fiestas patronales, la brecha generacional y el gran desafío de escuchar con empatía, pues el encuentro de generaciones es la gran esperanza.

 

También hizo referencia al Vía Crucis que se tiene en el templo parroquial.

 

—Encuentro de la Casita de la Formación 

El encuentro de la Casita de la formación fue dirigido por el Pbro. Leodegario Ramírez.

 

Les explicó sobre de dónde surge la iniciativa de la Casita de la Formación, partiendo de San Juan Pablo II, en Christi Fidelis Laici; luego les habló de la primera carta pastoral de Monseñor Fidencio y el proyecto que se tiene en la Diócesis.

 

Pidió que los presentes que ya estuvieran en la escuela de formación básica parroquial se pusieran de pie y los felicitó.

Leyeron el objetivo de la escuela parroquial, dialogaron sobre eso.

 

Pidió al director de la escuela parroquial, el Sr. Alberto Reyes y al Ministro Juan, maestro, que fueran platicando lo respectivo a la escuela parroquial.

 

Compartieron algunos testimonios y luego revisaron el temario por cuatrimestres.

 

—Visita a las capillas

La primera parada fue en el centro de rehabilitación “De las tinieblas a la luz”, donde lo recibieron 40 muchachos cantando “amigo” con mucha alegría.

 

Nuestro Pastor diocesano les dijo que están ahí porque Dios tiene una esperanza en cada uno de ellos, en compañía de su padrino. 

Le comentaron que todos son católicos y están en un proceso de conversión, a lo que Monseñor contestó diciéndoles que Dios se fija en que son personas, hijos de Dios.

 

Hizo referencia al canto con el que lo recibieron, pues Jesús les dijo a sus discípulos que no quería que le dijeran amo, sino amigo.

 

Al final el señor Obispo les leyó una carta que Dios les envió.

 

La segunda parada fue en la Capilla San Juan Pablo II, en la colonia Bernardo Quintana Arrioja, donde lo recibió un gran número de fieles con cantos y porras.

 

El Padre Laureano presentó a la comunidad, el Señor Obispo les dio un mensaje de esperanza y se leyó la Palabra de Dios.

Les dijo Monseñor que esa capilla es el corazón de ayuda de la parroquia, pues ahí se encuentra la casita samaritana y el samaritano es al que le duele lo que le duele a su hermano necesitado, le alegra lo que le alegra a su hermano, siente lo que siente su hermano; y esto no es una opción, sino el mandato de Dios.

 

Se hizo la bendición de la Casita Samaritana y el Pbro. Laureano mostró al señor Obispo los avances en la construcción de la casa en la que vivirán las Hermanas Inmaculatinas.

 

–Santa Misa. 

La celebración Eucarística comenzó con una gran procesión de entrada, en la que Monseñor se detuvo a saludar a los enfermos.

 

Después de saludar al pueblo, el Pbro. Laureano presentó al Señor Obispo a los grupos presentes.

 

Durante la homilía Monseñor pidió a los sacerdotes y Ministros presentes que compartieran sus resonancias.

 

Comenzó el Ministro Francisco y dijo que lo que le resuena es que Dios está entre nosotros y es muy visible, pues desde que llegaron fueron recibidos con porras y cantos porque Dios está en los corazones de todos y alcanzan a ver en la figura del Obispo el rostro de Dios; contó una anécdota al respecto, para hacer ver al pueblo que Dios está en donde hay esperanza, y más aún donde está nuestra Madre de la Esperanza.

Hizo referencia también al júbilo que vio cuando entró con la procesión de la Misa. Felicitó a todos, especialmente al Pbro. Laureano.

 

El siguiente en compartir fue el Ministro Juan. Compartió que a la semana que llegó a la parroquia comprendió que el sacerdote santifica al pueblo, pero también el pueblo santifica al sacerdote. Hizo referencia a la indulgencia plenaria que se puede obtener con la Visita y recalcó que somos familia.

 

Luego el Diácono José Ignacio compartió lo que resuena en su corazón: alegría, esperanza y emoción. Compartió un poco de lo que le tocó a él en su año de pastoral, y la alegría que le da ver que la esperanza y la alegría continúa, también dijo que le da mucha emoción volver a entrar procesión a este templo, pues él también se siente en familia ahí.

 

El Pbro. Rogelio Olvera compartió que ver a los seminaristas que han pasado por una parroquia a él le da mucho gusto, recordó que por la mañana el Ministro Juan Julio mencionó que estaba aprendiendo de todos.

Dijo que constataba como el proceso que ha llevado la parroquia se ve reflejado en lo que es hoy la comunidad.

 

Compartió que ve una parroquia con mucha esperanza, con la confianza de haber experimentado la cercanía de Dios, e hizo énfasis en las virtudes teologales.

 

También hizo referencia al vía crucis de manos, de la esperanza, y los invitó a no olvidar que las manos son para servir a los demás.

Resaltó la presencia de los jóvenes, que llenan de esperanza a la comunidad.

 

El Pbro. Laureano compartió que lo que resuena en su corazón es la primera prioridad parroquial, referente al arco de la vida, pues lo llena de alegría ver a todos los grupos presentes, que representan a todo el arco de la vida y a todos los públicos, aun a los que no pueden llegar físicamente, gracias a la transmisión.

 

Compartió un testimonio de lo que vivieron en la visita al anexo.

 

Agradeció la participación de todos y dijo que se ve el proceso que quedó en el objetivo parroquial.

 

Después Monseñor Fidencio agradeció al Pbro. Laureano por todo el trabajo que hace, pues lo hace representando al Obispo.

 

Reflexionó sobre el evangelio que dice “mi carne es verdadera comida”, eso quiere decir que hay comida que no es verdadera. También dijo que Dios se preocupa porque sus hijos tengan qué comer. Pero se debe entender bien esa frase, pues el que coma de esta comida tendrá vida eterna, y hay que saber dónde encontrarla.

La Palabra se hizo carne. Un cristiano no puede vivir ni tener vida eterna si no come la Palabra de Dios, que se come por los oídos, poniendo mucha atención para que ella llegue al corazón, nos ilumine y alegre.

 

También encontramos la verdadera comida en la Eucaristía. El jueves santo Jesús reveló ese misterio a sus discípulos. Quién come la Eucaristía se configura con lo que come, y el cristiano entre más come la Eucaristía más se compromete y se le nota. La comemos con la boca.

 

La verdadera comida también se encuentra en el hermano. A Saulo  Dios le dijo “Saulo Saulo, ¿por qué me persigues?” pues perseguía a sus hermanos.

Al hermano lo servimos y lo atendemos con las manos.

 

Esas tres comidas son parte de la canasta básica, quien no las come se desnutre y no tiene vida eterna.

 

Recordó que esta no es la clausura de la Visita Pastoral, sino la apertura de una nueva etapa evangelizadora.

 

Antes de la bendición el Diácono José Ignacio dio lectura al acta de la Visita Administrativa y el Ministro Francisco a la crónica de la Visita Pastoral; luego se firmó y selló el libro de providencias.

 

Después de la bendición, Monseñor Fidencio, los sacerdotes y los ministros presentes se tomaron foto con los 6 equipos de la pastoral y con los jóvenes de la Parroquia.

 

La jornada terminó con una convivencia fraterna.

 

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