Bienvenida y oración.
El lunes 29 de enero, llegó Mons. Fidencio acompañado del Vicario Episcopal de Pastoral, Pbro. Rogelio Olvera Vargas; el Decano, Pbro. Jesús Galván y el Diácono José Ignacio Ruiz, a la capilla de San Antonio donde fueron recibidos por el Párroco, Pbro. Rogaciano Banda Camacho y un grupo de fieles que coreaba alegremente “María Madre de la Iglesia, recibe a su excelencia; con mucho cariño y amor recibimos a nuestro pastor.”
A las puertas de la Capilla de San Antonio, nuestro Obispo les invitó a rezar un Padre nuestro y Ave María por los abuelos y bisabuelos que nos han heredado la fe.
Después caminaron juntos al templo cantando la Guadalupana.
En las escaleras del atrio Mons. Fidencio explicó que el decanato ha cambiado, antes era del Santo Niño, ahora es de san Sebastián, cuyo nombre lo toma de la parroquia que ha sido madre, abuela y bisabuela de las parroquias de la zona.
Les recordó que las principales palabras de la Misa son “tomen y coman, esto es mi cuerpo” y los verdaderos cristianos están dispuestos a hacerlas vida, como lo hizo San Sebastián.
Mientras besaba la cruz que el Pbro. Rogaciano, Párroco, le presentó, Monseñor pidió al Decano, Pbro. Jesús Galván, que rociara el agua bendita.
Luego entraron a la capilla de Santísimo, donde se leyó la circular que anuncia la Visita Pastoral y se rezó la Hora Tercia, en la que Monseñor Fidencio dirigió una reflexión sobre la santidad a la que Dios llama a cada uno de los miembros de la Parroquia de Santa María Madre de la Iglesia.
Al término de este momento, el Decano presentó al Señor Obispo el escudo del decanato y explicó cada uno de sus elementos.
Asamblea Parroquial de Pastoral.
En un siguiente momento, el Señor Obispo y sus acompañantes, junto con el Párroco y el consejo Parroquial de Pastoral se reunieron para llevar a cabo la Asamblea Parroquial, en la que se presentaron los participantes y se analizaron las fichas del Instrumentum que el consejo había llenado previamente.
El Pbro. Rogelio Olvera dio algunas indicaciones y Monseñor Fidencio habló sobre la importancia de la participación en los procesos de evaluación.
Después de compartir los alimentos, se retomó el trabajo sobre las fichas del Instrumentum Laboris, el Pbro. Rogelio resolvió algunas dudas y luego reflexionaron sobre la primera carta pastoral de nuestro Obispo.
Inmediatamente después se tuvo el tema sobre la Casa de formación básica parroquial, impartido por el Pbro. Leodegario, Presidente Diocesano de la Tarea Fundamental de Pastoral Profética y su equipo.
Visita a las capillas.
Mientras tanto, el Señor Obispo, junto con el Pbro. Rogaciano, Párroco y el Pbro. Jesús, Decano, visitó, en la comunidad de los girasoles, la capilla del Bautismo del Señor, ahí explicó lo que es la diócesis, que tiene 18 municipios de Querétaro y 7 de Guanajuato.
Explicó también lo que es el decanato y cómo se agrupan, porque se parecen en condiciones.
En la capilla de la Santa Cruz, también de muchos años de antigüedad, Mons. Fidencio se encontró con algunas familias y con algunos jóvenes que se juntan a un costado de la capilla y el Señor Obispo les dio un abrazo.
Después nuestro Obispo fue a la capilla de San Antonio, donde dio la bendición a la pequeña comunidad que estaba ahí.
Santa Misa y convivencia fraterna.
El día de trabajo culminó con la Celebración Eucarística, en la que Mons. Fidencio invitó tanto al Vicario Episcopal de Pastoral, como al Párroco y al Diácono a compartir un poco acerca de lo que más llamó su atención o lo que más resonó en ellos de los trabajos del día.
Después Monseñor tocó 3 puntos:
1. Reconoció y agradeció el trabajo del Pbro. Rogaciano
2. Resaltó que Dios tiene un plan y este consiste en que todos los hombres y las mujeres se salven, cuando nosotros fallamos, Él actualiza su plan para alcanzar el objetivo y a su ejemplo en la diócesis estamos actualizando el Plan Diocesano de Pastoral, por eso se dedicó a eso toda la mañana.
3. Quien no quiere que el plan de Dios se cumpla es el diablo, haciendo referencia al Evangelio del día, y les dijo que la clave para vencerlo es experimentar el amor de Dios, la humildad, la Palabra de Dios y la coherencia.
Al final de la misa se leyó la crónica de la Visita y fue firmada por el Señor Obispo, el Párroco, el Vicario de Pastoral, la moderadora y la secretaria del Consejo Parroquial de Pastoral y demás acompañantes del Señor Obispo.
Antes de la bendición final se rezaron un Padre Nuestro y Ave María para ganar la Indulgencia que la Visita Pastoral concede.
Se concluyó con las fotos y una convivencia fraterna en la que se compartió la cena.