26 de Octubre de 2017.
Su Santidad Papa Francisco ha conversado con los seis miembros de la Estación Espacial Internacional mediante una videollamada que ha tenido una duración aproximadamente de 25 minutos convirtiéndose en el segundo Papa que conecta con los astronautas en el espacio. Fue Benedicto XVI quien el 21 de mayo de 2011 se convertía en el primer Papa en realizar una llamada telefónica al espacio. Una conversación en la que el Papa emérito conversó al igual que Francisco, durante alrededor de 20 minutos con el grupo de astronautas de la Estación Espacial Internacional.
El Papa Francisco ha dado comienzo a la comunicación, desde el estudio del Aula Pablo VI del Vaticano, a las 15.00 pm (Hora local en Roma) con el astronauta italiano Paolo Nespoli, quien ha respondido a las cinco preguntas que ha realizado el Santo Padre y traducido las respuestas de sus compañeros.
Tras un pequeño problema de conexión, el Santo Padre ha saludado a los 6 astronautas: “Queridos astronautas buenos días o buenas tardes. Creo que allí en la Estación Espacial los días pasan de una forma diversa, ¿no?” y seguidamente ha agradecido a todos lo que han hecho posible que se estableciera esta conexión: “agradezco a todos los que han organizado esta conexión, que me da la posibilidad de “encontrarles” y «realizarles algunas preguntas».
Inmediatamente, Francisco les ha dicho “la astronomía nos hace contemplar los horizontes ilimitados del universo y despierta en nosotros algunas preguntas”, es por ello, continúa el Santo Padre, que nos hacemos algunas preguntas como “¿de dónde venimos? o ¿a dónde vamos?”. Tras esta reflexión, el Papa les ha preguntado cuál era, según su pensamiento ¿el lugar del hombre en el universo?
“Es una pregunta complicada, yo me siento una persona técnica, un ingeniero, pero cuando se habla de estas cosas mucho más internas como ¿de dónde venimos?, me quedo yo también perplejo” ha respondido el astronauta italianoPaolo Nespoli, asegurando que su objetivo allí arriba es el de “conocer nuestro ser”, “llenar nuestro conocimiento” y “entender lo que nos rodea”. Además, Paolo Nespoli afirma que una de las cosas más interesantes es que “cuanto más conocemos, más nos damos cuenta de lo poco que conocemos”.
El astronauta italiano también ha expresado al Santo Padre su deseo de que personas como él, no sólo ingenieros y físicos, puedan ir al espacio “para explotar que significa que hay un ser humano en el espacio”, asegurando que será algo “posible en el futuro”.
La segunda pregunta del Papa ha sido relaciona con el tapiz que se encontraba a sus espaldas en el estudio del Aula Pablo VI. Un tapiz inspirado en el famoso verso con el que Dante termina la Divina Comedia “El amor que mueve al sol y a las estrellas”. Francisco les ha preguntado qué significado tiene para ellos llamar al amor la fuerza que mueve el universo. Aleksandr Misurkin, un astronauta ruso, ha comentado que en estos días, se está leyendo el libro “El pequeño príncipe” de Saint-Exupéry y hace referencia a la historia de un chico que da o daría voluntariamente la vida “por volver y salvar las plantas y los animales de la Tierra”, “sustancialmente el amor es esa fuerza que te da la capacidad de dar la vida por el otro” asegura el astronauta. El Papa Francisco, sintiéndose de acuerdo con su respuesta ha afirmado que “sin amor, no es posible dar la propia vida por el otro”.
“No solo las mujeres son curiosas” ha dicho el Papa, y es por ello que con mucha curiosidad les ha preguntado qué es lo que les ha motivado a convertirse en astronautas. El astronauta ruso Sergei Ryazansky ha contestado que su inspiración ha sido “su abuelo”. Su abuelo fue uno de los primeros pioneros del espacio, ha trabajado en el satélite Sputnik, el primer satélite volado sobre la Tierra. “Lo que yo veo desde aquí es una perspectiva increible: es la posibilidad de ver la Tierra un poco con los ojos de Dios, y ver la belleza y la incredibilidad de este planeta” asegura.
“La Tierra es muy frágil” le ha dicho el Papa Francisco, “y usted ha ido a mirar con los ojos de Dios. El abuelo es Dios, las raíces , nuestra esperanza y nuestra fuerza”. Además les ha invitado a no olvidar las raíces porque «me hace bien” escucharlo afirma, y sobre todo “de ustedes”.
El Papa también les ha pedido un ejemplo significativo de colaboración. El astronauta americano Joe Acaba, de descendencia portorriqueña, ha contestado que cada uno de ellos “aporta una diversidad” y esta diversidad unida “hace un conjunto mucho más grande de lo que sería una persona individual”. “Trabajando juntos” y “con espíritu colaborativo”, “es el modo para nosotros como seres humanos de salir fuera del mundo y continuar este viaje en el conocimiento”.
“Sois un pequeño palacio de cristal” les ha dicho el Papa Francisco. “La totalidad es mayor que la suma de las partes, y este es el ejemplo que nos das”. Por último, y antes de concluir la videollamada, Su Santidad les ha agradecido nuevamente y les ha pedido que no le olviden de rezar por él.
(Fuente: Mireia Bonilla para Radio Vaticana).