Día Mundial de la Biodiversidad: «cada criatura tiene una función».
Sofía Lobos -Ciudad del Vaticano
Si bien cada vez somos más conscientes de que la diversidad biológica es un bien mundial de gran valor para las generaciones presentes y futuras, la realidad práctica muestra que el número de especies vivientes disminuye a un ritmo acelerado, debido a la actividad humana y a la contaminación que ésta genera.
Para reforzar la importancia de proteger esta riqueza natural, «patrimonio de la humanidad», la Organización de las Naciones Unidas promueve la celebración del Día Internacional de la Diversidad Biológica cada 22 de mayo por decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 20 de diciembre de 2000: una iniciativa creada para «informar y concienciar a la población y a los Estados sobre las cuestiones relativas a la biodiversidad».
Tweet del Papa: ninguna criatura es superflua
En este contexto, el Papa Francisco se suma a esta causa a través de un tweet publicado en su cuenta oficial de Twitter: «Cada criatura tiene una función y ninguna es superflua. Todo el universo es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios».
Igualmente, en su Carta Encíclica Laudato Si’, el Santo Padre recuerda la importancia de cuidar la Madre Tierra, nuestra «Casa Común» ya que todos los elementos de la creación están conectados, por lo que «nada de este mundo nos resulta indiferente».
Nuestra biodiversidad, nuestra alimentación, nuestra salud
En la actualidad, tenemos acceso, en general, a una mayor variedad de alimentos de los que tuvieron nuestras generaciones precedentes. Sin embargo, a pesar de que la oferta se ha vuelto mucho más diversa en muchos lugares del mundo, la dieta mundial en su conjunto, es decir lo que la gente realmente come, se está homogeneizando. Un hecho que los expertos describen como preocupante.
Según Naciones Unidas, el objetivo es impulsar el conocimiento y concienciar sobre la estrecha dependencia que los sistemas de producción de alimentos, la nutrición, y la salud tienen con la biodiversidad y los ecosistemas saludables.
Asimismo, el tema también celebra la diversidad que ofrecen nuestros sistemas naturales para la existencia humana y el bienestar en la Tierra, al tiempo que contribuye al logro de otros Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), como la mitigación y adaptación al cambio climático, la restauración de los ecosistemas, el agua limpia y el hambre cero, entre otros.
Desaparecen especies a un ritmo acelerado
El panorama global respecto a la biodiversidad es verdaderamente crítico: tal como reflejan los informes de la ONU, en los últimos 100 años, más del 90 por ciento de las variedades de cultivos han desaparecido de los campos de los agricultores. La mitad de las razas de muchos animales domésticos ya no existen, y las 17 principales zonas de pesca del mundo están siendo explotadas hasta sus límites sostenibles.
En juego el futuro de la humanidad
Otra de las grandes preocupaciones es, como describíamos anteriormente, la pérdida de dietas diversificadas, que está directamente relacionada con enfermedades o factores de riesgo para la salud, como la diabetes, la obesidad y la desnutrición.
Hablar de biodiversidad, es por tanto, un tema fundamental que no puede ser ignorado ni tratado a la ligera ya que en ello se juega el futuro de la humanidad.
Fuente: Vatican News.
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