Querétaro, Qro. 2 de Abril de 2016.
Parroquia Santa María, Amealco,
Amealco, de Bonfil
El Excmo. Sr. Obispo Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, presidió la celebración Eucarística en la parroquia de Santa María Amealco, el día 2 de Abril, a las 5:00 p.m. en la cual se llevó a cabo la recepción como nuevo párroco del Pbro. Javier Cabrera Reséndiz.
Mons. Faustino, manifestó su agradecimiento al Padre Juvenal Hernández García anterior párroco, por su entrega generosa al servicio de esta comunidad parroquial.
Comentó, «Para el Padre Javier inicia una nueva etapa en su vida como sacerdote, pero como nuevo párroco marca también una nueva etapa en la comunidad parroquial de Santa María Amealco.»
Además puntualizó, «Su llegada es para impulsar la fe de la comunidad administrando los Sacramentos, impulsando la Evangelización, la Misión, la Catequesis y las diferentes pastorales.»
Recalcó que la comunidad parroquial es una comunidad de comunidades, y que el Señor Jesús se refleja en sus colaboradores, Jesús está presente en cada uno de los Sacerdotes.
Agregó, «Ser Párroco es todo un desafío, debe tener presente a cada fiel y a cada familia en su cabeza y en su corazón, debe buscar espacios para llevar a Cristo y anunciar el evangelio a cada familia.
Atender a los jóvenes es tarea fundamental, los jóvenes son el futuro y el presente de cada parroquia, si no vienen hay que ir por ellos. Es necesario pasar de una pastoral de conservación a una pastoral del encuentro, será posible hacerlo cuando se ha descubierto la alegría de encontrarse con Cristo.»
La comunidad parroquial necesita sacerdotes de oración, que estén llenos de Dios para compartirlo a todos. Para dar grandes frutos, se necesitan sacerdotes cercanos a los fieles, por esto exhortó a buscar el encuentro con los hermanos más alejados, salir a las comunidades alejadas que conservan la fe en sus tradiciones, sacerdotes que trasciendan en la cercanía con su pueblo.
Mons. Faustino alentó al Padre Javier con estas palabras: “Que la oración sea tu fortaleza y la misión sea impulso.»
La recepción concluyó con una convivencia fraterna, en la cual participaron los fieles, tanto de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, Bravo, Corregidora Querétaro, como de la parroquia anfitriona.
Rogamos a Dios bendiga a la comunidad parroquial de Santa María, Amealco.