TOMA DE POSESIÓN, PBRO. RAYMUNDO FRAUSTO HURTADO.

San José Galindo, San Juan del Río, Querétaro, 12 de agosto de 2021. 
En un ambiente de alegría, Mons. Fidencio López Plaza, presidió la Santa Misa en la cual tomó posesión el Pbro. Raymundo Frausto Hurtado, como nuevo Párroco de la parroquia de san José, en Galindo, San Juan del Río, Querétaro, el 12 de agosto de 2021.
Después de los ritos introductorios de la Santa Misa, el Decano, Pbro. José Tereso Flores Salinas, dio lectura al Decreto emitido por la cancillería Diocesana, en la cual se nombra Párroco de esta comunidad, al Presbítero Raymundo Frausto Hurtado.
En la homilía, Mons. Fidencio compartió: “Hermanos sacerdotes gracias por este signo de comunión y de fraternidad sacerdotal en este acontecimiento tan importante y trascendente en la vida de nuestros hermanos presbíteros Raymundo y Margarito y desde luego de esta parroquia.
Hermanas y hermanos fieles laicos tanto de la parroquia de San Francisco Galileo y de otras comunidades invitados por el padre Raymundo sean todos bienvenidos.”
“Ante la mirada amorosa de señor San José damos gracias a Dios por la historia, por los desafíos y por el enorme potencial evangelizador de esta querida parroquia bajo el patrocinio de San José, gracias padre Margarito por tu trabajo, tu vida y tu trabajo están en el corazón de Dios y también en el corazón de este pueblo con quién has compartido tu vida y tu fe; te encomendamos ahora Dios en la nueva etapa de tu vida, ahora como estudiante en la Universidad Pontificia de México y esperamos pronto tu regreso para que nos sigas compartiendo tu vida y tu fe, para ti un aplauso padre y nuestra oración.”
“En este contexto eucarístico, a mí me gusta mucho usar mucho esta frase, porque el contexto eucarístico tiene su corazón en las palabras del ofertorio que dicen: “tomen y coman todos este es mi cuerpo” y se refiere, no solamente, a la Santa Eucaristía sino al cuerpo también de los cristianos y en este caso de los sacerdotes a quienes damos la bienvenida y la despedida, en este contexto eucarístico damos la bienvenida a su nuevo párroco, el presbítero Raymundo Frausto Hurtado, a quién vengo a dar posesión en nombre de Dios en esta Santa Eucaristía, quiero decirles que el padre Raymundo no viene aquí por su cuenta, él no escogió venirse a San José Galindo, viene en obediencia al llamado que Dios le ha hecho y que el día de su ordenación acepto con gozo y libremente.”
“El día de ayer tuve la gracia de hacer la ordenación de dos sacerdotes y es hermoso escuchar las palabras y ver el rostro de los hermanos en el momento en el que se dice: “prometes obediencia y respeto a mí y a mis sucesores” y dicen: “Sí prometo”, y más hermoso es ver la disponibilidad de los hermanos en el itinerario que Dios les va poniendo a lo largo de su vida sacerdotal; estoy muy agradecido contigo padre Raymundo por tu disponibilidad, gracias, oramos y te aplaudimos».
En este sentido resuena en este templo, con toda su soberanía, la Santa Palabra de Dios, hemos proclamado un Evangelio muy cortito, casi se puede guardar de memoria: “no crean que he venido a abolir la ley o los profetas, no he venido a abolir los sino a darle plenitud, yo les aseguro que antes se acabaran el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra o coma de la ley”, un hermoso Evangelio que ilumina nuestra vida y nuestro trabajo, y en el caso de los sacerdotes, nuestro ministerio Pastoral.
«Lo que Jesús viene a comunicarnos, lo que Jesús vino a realizar con nosotros históricamente, no parte de cero, con él no comenzó la historia, Jesús se nos presenta como un puente entre el pasado y el futuro, pues Él entiende, que en la misión que Dios nos ha encomendado el pasado, el presente y el futuro son inseparables, en este sentido y en esta dinámica misionera se ubica también del ministerio pastoral que Dios se encomienda sus sacerdotes, y en este caso también al padre Raymundo y al padre Margarito».
La pastoral no puede cerrar los ojos ante la historia, la pastoral tiene una exigencia de fidelidad a lo mejor de su pasado, una exigencia de actualización continua ante los desafíos recíprocos del momento presente, y ahora son muchos, hay más preguntas que respuestas, pero también la pastoral tiene una exigencia de esperanza creativa para comprometernos en un futuro de cambio significativo; la pastoral, la evangelización o la catequesis, como quieran llamarle, no puede perder de vista este equilibrio de la historia en su triple dimensión, pues sí sólo se fija en el pasado caerá irreversiblemente en un tradicionalismo envejecido que a nadie le interesa; sí sólo está atenta a su presente se deslizará hacia modas momentáneas que son atractivas pero efímeras e insustanciales; si sólo se pone a contemplar soñadoramente el futuro sucumbir a la tentación de vivir en un mundo delirante que ocupa la mente pero paraliza la acción, es necesario tener en cuenta el pasado, el presente y el futuro siempre hermanas y hermanos en nuestra vida, y sobre todo, en el trabajo de la evangelización y de la catequesis».
La pastoral nunca será un punto y aparte, siempre será un punto y seguido; se necesita demasiada soberbia para pensar que la historia comienza con nosotros mismos, dice un gran pastoralista mexicano: “hay quienes disfrutan en sepultar hasta el nombre de los que vivieron antes, se olvidan que la historia siempre tiene un antes de nosotros y un después de nosotros, hay una miopía que rechace el pasado, absolutista el presente y se cierra al porvenir” pero, ¿Quién hay, hermanas y hermanos, quién hay que pueda demostrar que lo suyo no está de algún modo fundado en lo que otros han hecho antes? cada uno tiene su tiempo, cada uno tiene su palabra en esta hermosa historia que vamos recorriendo y que nosotros llamamos historia de la salvación.
Según nuestros antepasados nadie tiene derecho a ignorar o destruir la historia, lo antiguo podrá ser superado y perfeccionado pero nunca destruido, así lo manifestaban los sabios indígenas ante los doce misiones franciscanos recién llegados a nuestras tierras, fíjense que hermosas palabras, cosas de grandes, atinó y liviandad sería destruir nosotros las antiquísimas leyes y las costumbres que nos dejaron los primeros pobladores de esta tierra, que fueron los chichimecas, los tulanos, los coluas, los tepanecas.
En la adoración, fe y servicio, de los sobredichos que hemos nacido y nos hemos criado y estamos habituados y los tenemos siempre impresos de nuestros corazones; no se puede, pues hermanas y hermanos, olvidar qué somos peregrinos y nos ubicamos en un momentito de la historia y Dios nos pide sencillamente saber discernir para saber qué hacer y cómo hacer su voluntad y equivocarnos lo menos que se pueda.”
“Gracias, Señor, gracias por hacer historia con nosotros, gracias por habernos enviado a tu Hijo, gracias por darnos la misión de continuar esta tarea llenos de tu Espíritu.” Concluyó.
Al finalizar la celebración, el Pbro. Raymundo, como nuevo párroco, dirigió un mensaje a la comunidad, Mons. Fidencio les dio la bendición y los allí reunidos le brindaron un fuerte aplauso; posteriormente, se tomaron la foto del recuerdo.
📸 Salomón Pérez.