TOMA DE POSESIÓN, PARROQUIA JESÚS EL BUEN PASTOR. PASO DE MATA, SJR.

Pasó de Mata,  SJR, Qro. 25 de Mayo de 2018.

Se llevó a cabo la solemne celebración Eucarística en la cual se realizó la Toma de Posesión de la Parroquia Jesús el Buen Pastor, por el Pbro. Luis Ignacio Núñez Íñiguez,  presidió esta Santa Misa,  Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro,  y en un gesto de comunión, el anterior Párroco, Pbro.  Miguel Cano Nolasco,   participó de esta liturgia donde también recibió de parte del pueblo que guió  a lo largo de 14 años con caridad, un gesto de gratitud y cariño y entregó como servicio prudente, los frutos de su trabajo a su Sucesor.

Concelebraron esta Santa Misa, el Padre Bernardo Reséndiz Vizcaya, el Pbro. Benito Galván Rivera, Pbro. Sergio Martínez Duarte, y Pbros. del Decanato de San Juan Bautista. Los fieles parroquianos y Agentes de Pastoral,  por su parte,   recibieron a su nuevo Párroco a  la entrada de la Comunidad de Paso de Mata, donde está ubicada esta Parroquia y  participaron de la Santa Misa.  En su homilía Mons. Faustino,  expresó:

Muy queridos hermanos esta comunidad de Jesús El Buen Pastor,  les saludo con afecto en este importante momento histórico de esta comunidad de Paso de Mata,  saludo a mis hermanos sacerdotes, que hoy nos acompañan en esta Institución, del Ministerio como Párroco de esta comunidad,  Padre Luis Ignacio Núñez Íñiguez. 

 Quiero agradecer también al Padre Miguel, por sus esfuerzos que a lo largo de sus 14 años realizó en esta comunidad, sé que realmente se transforma en padre para la comunidad,  el sacerdote que día a día está con su familia con la parroquia. Pero también tengo la convicción de que es importante el servicio en otra comunidad, que necesita siempre y  trae esperanza y fortalecimiento la presencia de un buen párroco. 

Les invito a mirar este escenario de cambio de Párroco en esta perspectiva de Esperanza,  sabiendo que como dice la primera lectura “cuando damos un sí,  es un sí” en este caso el sacerdote que ha dado un sí a Dios, desde el momento de la ordenación, nos comprometemos a ser padres de la comunidad, ser padres de una familia nos comprometemos a ser buenos pastores de una comunidad, un  Padre y un Pastor tienen responsabilidades casi similares,  el Padre cuida de su familia día y noche; Ahí está al pendiente de sus hijos,  si alguno se enferma el Padre junto con la Mamá sin duda se preocupan,  pero también se ocupan de la salud de su hijo. Un padre  forma una familia,  trata de consolidarla,  ayudarla y nada le arrebatara esa unidad de su familia.

En la vida sacerdotal sucede algo semejante con un Sacerdote, es un Buen Pastor y afortunadamente;  Esa es la tarea del Buen Pastor y es precisada por el mismo Jesús en el Evangelio de San Juan nos dice: «que el pastor conoce a sus ovejas y las ovejas le conocen a él» y creo que este es uno de los grandes desafíos, al iniciar el ministerio en una comunidad,  conocer a las ovejas y que a las ovejas conozcan al Pastor.

 En el entendido de que el pastor tiene que dar la vida por la comunidad,  en el entendido de que el pastor llegué a dar la vida por esa familia;  cualquier otra intención – como dice el libro del Evangelio-  sería adulterar su ministerio.  Por eso,  creo que la recta intención de la verdad de caminar con Jesús y de ser Pastor como Jesús,  es uno de los grandes retos de nosotros como sacerdotes al estar en medio de la comunidad.

 Sin duda El Buen Pastor quiere mejores espacios para sus ovejas,  ciertamente y afortunadamente el Señor nos ha dejado esa comida  que necesitamos,  El Pan de la Palabra de Dios y El Pan de la Eucaristía;  un Sacerdote debe ser como Buen Pastor un hombre enamorado  de la Palabra y un hombre enamorado de la Eucaristía, porque en  la Eucaristía está la fuente  de todas aquellas tareas y propuestas,  de todo aquel caminar de la vida comunitaria, de tal manera que el Sacerdote  sea modelo de amor a la Eucaristía. 

Hay muchas grupos en nuestras comunidades,  sea la Cofradía del Santísimo, sea la Adoración Perpetua sea los Ministros Extraordinarios de la Comunión, La  Adoración Nocturna,  que sin duda son testigos de este amor a la Eucaristía que  tiene que estar en el centro de la vida de la comunidad.

 Por eso, El Buen Pastor lleva la Eucaristía no solamente aquellos que viven atentos, sino también a todos aquellos que ante la imposibilidad de estar presentes, porque están enfermos,  en las 11 comunidades que conforman esta comunidad parroquial,  necesitan del Pan de Jesús, del Pan de la Eucaristía,  pero también,  de la Palabra de Dios;  en el libro del Profeta Jeremías -Dios le dice al profeta-  “Yo pondré la palabra en tu boca” desde el inicio de esta consagración de un Sacerdote, con la Institución de los Ministerios,  el Sacerdote como los seminaristas reciben la Palabra y qué tan importante es  después confirmar este recibir la Palabra para leerla y meditarla,  no solamente cuando uno es Ordenado Sacerdote,  sino también para aquí,  para vivirla  antes de   enseñar;   El Sacerdote es el hombre de la Palabra,  es aquel que lucha con voluntad de hacer suya esta vivencia que nos propone la Palabra de Dios,  para compartir la Palabra de Dios,  para compartir la Palabra de Dios,  como lo hizo Jesús. 

En estos momentos en el marco de esta celebración Eucarística, el Sacerdote,  Nuevo Párroco  recibira los lugares litúrgicos celebrativos:  

«Las llaves del Templo»,  como signo de que él,  abre las puertas para qué la gente venga a celebrar los misterios del Señor en los Sacramentos,  pero también haga tarea del sacerdote,  abrir con la ayuda del Espíritu Santo la puerta de los corazones de sus fieles para que reciban la gracia de Dios,  por eso,  recibirá también el lugar en el cual se realiza el Sacramento de la Reconciliación, «El Confesionario»;  posteriormente recibirá «La Pila Bautismal»,  donde nacemos  a la vida de Dios,  aquellos pequeños quienes acompañados de sus Papás,  compartirán con ellos el tesoro de la fe, también recibirá en algún momento,  aquello que podríamos decir y lo mencionábamos anteriormente es el centro de la vida sacerdotal y de la vida de la comunidad – como decía el papa San Juan Pablo II- ,  «El Sagrario» y se postrara en oración ante el Santísimo,  confiando  es este ministerio,  el Ministerio de Jesús , confiando en que lo que hace lo hace la persona de Jesucristo es otro Cristo en la comunidad y el obispo es el representante de Cristo en la Diócesis el sacerdote lo es en su parroquia tenemos la gran responsabilidad de reflejar nuestra vida con nuestras actitudes con nuestras palabras con aquello que nosotros enseñamos al mismo Jesús que enseña que bendice a su comunidad.

 El Señor bendiga el  Ministerio del Padre Luis Ignacio, la comunidad debe de orar permanentemente por sus sacerdotes,  qué se convierta este día en una jornada de oración por los sacerdotes,  necesitamos de sus oraciones, necesitamos  fortalecer  los Sacerdotes,  necesitamos fortalecer cada vez más nuestra Fe, necesitamos fortalecer ese llamado que Dios nos ha hecho; necesitamos de su oración,  de esa oración humilde,  de esa oración,  es la que necesitamos hoy todos los sacerdotes. y que Jesús El Buen Pastor,  a quién está encomendado esta parroquia, guié el ministerio  del Padre Ignacio que hoy da   inicio. 

Creo que el mejor retrato de un sacerdote está plasmada en esta imagen de Jesús El Buen Pastor,  un Pastor que abraza sus ovejas especialmente a las más necesitadas a los enfermos aquellos que quizá necesiten más.

Lo encomendamos también a la Santísima Virgen María,  Nuestra Señora de los Dolores de Soriano,  Patrona Diocesana,  que sea ella quien lo ampare  y lo auxilie, con sus maternales cuidados, para que  él se conserve fiel y alegre en su entrega como Sacerdote«. Decimos todos,  Amén.

Al término de la Celebración, Señor Cura, Pbro. Ignacio, dirigió unas palabras a su comunidad parroquial, la comunidad parroquial le brindo un fuerte aplauso, posteriormente  la comunidad agradeció al Padre Miguel por su Cura Pastoral a lo largo de todos estos años, le brindaron un fuerte aplauso y Mons. Faustino,  impartió la bendición.   Y  todos,  pastores y fieles se dispusieron a disfrutar de la convivencia fraterna preparada para esta ocasión por los fieles parroquianos de Jesús el Buen Pastor.