TOMA DE POSESIÓN, PARROQUIA DE SANTA LUCIA.

Santa Lucia, San Juan del Río, Qro., 10 de noviembre de 2018.

El Sábado  10 de noviembre de 2018,  en la comunidad Parroquial de Santa Lucia, ubicada en San Juan del Rio, Qro., se realizó la  Eucaristía  de Toma de Posesión del Pbro. Silverio Soto Rojas, como nuevo Párroco  de esta comunidad parroquial. Perteneciente al Decanato de Santa María Amealco.

Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro,  presidió  la Santa misa en la que le hizo entrega  de los Lugares Litúrgicos al nuevo Sr. Cura, siendo estos: “La Puerta de la Iglesia,  El Campanario, El Bautisterio,  La Sede Penitencial,  Las Llaves del Sagrario, acto seguido el nuevo Señor Cura se Revistió con la Casulla  y el Pastor Diocesano le entrego la Sede Presidencial, concelebraron  esta Santa Misa el Pbro. José Luis González Galván, Decano,  Pbro. Víctor Hugo Ambriz Hernández, Pbro. Israel Arvizu Espino, Pbro. José Luis López Gutiérrez y  algunos otros que acompañaron al Padre Silverio. La celebración prosiguió de manera habitual, en el momento de la homilía Mons. Faustino les compartió diciendo:

“Muy queridos hermanos de esta comunidad parroquial de Santa Lucía, le saludo con afecto, le saluda a los hermanos sacerdotes, que hoy nos acompañan en esta concelebración; recordamos con cariño al padre Melecio,  lo recordamos en la oración, agradeciendo  a Dios lo que él realizó para la salvación de esta comunidad a través del ejercicio alegre sin duda,  el ejercicio ha confiado y lleno de fe a quién en la cercanía del pueblo no solamente supo ganarse la feligresía, sino realizar la obra sacerdotal con la sencillez y sobre todo con la generosidad y honestidad que un buen administrador puesto por Dios así lo demanda.

Hoy el padre Silverio, viene a realizar esta tarea esta misma tarea sacerdotal y sin duda creo que el sacerdote tiene todos los auxilios divinos que ha recibido a través del Sacramento, para realizar la voluntad de Dios, que es la salvación de las almas, esto es en esencia la tarea sacerdotal ciertamente hay toda una estructura, donde la colaboración de ustedes es fundamental, donde la colaboración de las fuerzas vivas de una comunidad ayudan para el acercamiento de la Palabra de Dios a todo aquel que con un corazón abierto y dispuesto quiere transformarse, quiere salvarse quiere recorrer un camino según Dios.

Quisiera resumir a la luz de este Evangelio que hemos escuchado, donde se nos dice que tenemos que ser administradores, pero buenos administradores no tener nuestro criterio como aquel mal administrador, no buscando nuestros beneficios personales si no la gloria de Dios, por eso creo que un buen administrador el sacerdote que es buen pastor en su comunidad, el sacerdote que es un administrador de Dios puesto por él para que acompañe y guíe por los caminos de la verdad del amor de la fe en su comunidad, en este caso una comunidad parroquial;  por eso hoy el padre Silverio, como buen pastor de esta comunidad, como sacerdote en primer lugar diría y resumiría tiene que ser un sacerdote de oración, esta semana pasada los sacerdotes hemos tenido la oportunidad de una semana de ejercicios de oración de reflexión, con el Señor donde todos los sacerdotes tenemos la oportunidad de revisar nuestra entrega, de fortalecer nuestra vida espiritual y también de reflexión, nuestra oración tan necesaria todos los días a través del oficio divino, pero también a través desde estos encuentros íntimos con el Señor.

¿porque el sacerdote tiene que ser un hombre de oración?,  porque el sacerdocio tiene que constituirse como modelo de oración para la feligresía, para los niños, para los adolescentes para los jóvenes para las familias,  el sacerdote ante el Sagrario tiene que ser un testimonio de fe y de amor a Cristo Eucaristía, El sacerdote en su oración permanente tiene que enseñar a orar, a veces y esto lo sufrieron los mismos 12 discípulos de Jesús ¡Señor enséñanos a orar!,  yo creo que eso nos pasa a todos, quisiera saber más hacer oración, quisiera que alguien me dijera como entablar ese diálogo con Dios, quisiera que alguien  me ayudara a profundizar en el amor con Dios en el dialogo con él,  para eso está el sacerdote,  no solamente para ayudar y enseñar de palabra sino sobre todo el sacerdote tiene que enseñar con su testimonio, no podemos dar lo que no tenemos y por eso el sacerdote tiene que constituirse un hombre de Dios de profunda espiritualidad.

Padre Silverio esta es una de las tareas fundamentales,  en esta comunidad de Santa Lucía;  que  es una comunidad generosa sobre todo en las cosas de Dios, una comunidad peregrina, que ha hecho grandes esfuerzo, y lo vemos en nuestras asambleas Decanales de impulsar la misión,  de llevar la Palabra de Dios a los demás y esto solamente se hace dice el Papa Francisco, desde un encuentro íntimo con Jesús,  porque cuando vamos a las casas vamos a llevar a Dios, pero vamos con la disposición de ver en  el hermano  enfermo de la familia que nos espera o que no nos espera, a Dios mismo,  el sacerdote un hombre de oración tiene que ser un hombre de fe, que en el lugar donde se encuentra y en los lugares más alejados lo que el Papa Francisco llama a las periferias tendrá que estar presente.

Y esta oración se tiene que traducir en segundo lugar, en que el sacerdote sea un hombre de comunión,  comunión en su decanato, reuniones que fortalecen  la espiritualidad de la comunión y que  también abren caminos de participación para estar muy unidos y en comunión con el Plan Diocesano de Pastoral y con todas aquellas iniciativas que en nuestra Diócesis de Querétaro se impulsa para bien de todos los fieles sin excepción; por ejemplo si la Pastoral Juvenil quiere impulsar una determinada iniciativa, el decanato tendrá que ser con el decano a la cabeza en este caso el Padre José Luis, aquella fuente no solamente una fuente de información, sino de impulso, de motivación para que está comunión con la diócesis sea una realidad que nadie se queda al margen del caminar diocesano, que todos caminemos cada quien a su ritmo pero que todos caminemos con responsabilidad en estos senderos de la viña del Señor.

La comunión sin duda también tiene que propiciarse Padre Silverio con la misma tonalidad,  el Papá nos ha insistido en diversos rubros de la pastoral, la necesidad del acompañamiento del acompañamiento a las familias, aquellas casadas por la iglesia y aquellas no casadas  por la iglesia,  el acompañamiento a los niños aquellos niños que se están preparando para recibir los sacramentos y aquellos niños que no vienen o que no pueden venir, el acompañamiento  a los jóvenes que tanto nos ha resaltado el Papa que no los podemos descartar de la pastoral y de la participación en la vida eclesial; es decir en la vida de la comunidad especialmente en la misión, en   la evangelización, los jóvenes tienen que estar en comunión con la parroquia, quizás no venga muchos pero hay que ir por ellos, esa es la tarea comunional;  cuando se quiere implementar la comunión es necesario ir a donde están los hermanos.

Comunión con los miembros de la parroquia y de manera muy especial con el Consejo Parroquial,  el Consejo Parroquial  que incluye a todas las agrupaciones, a todas comunidades a todos los ranchos de tal manera que ni una sola comunidad se quede al margen de las iniciativas de la parroquia, todo hay que darlo a conocer por medio del Consejo Parroquial, quien lo preside el sacerdote, quien lo modera un laico, el protagonismo de los laicos es importante es decir es importante que el referente sea el  párroco pero ustedes laicos tienen muchas iniciativas que implementan de tal manera que con su creatividad hagan propuestas que en el Consejo Parroquial pueda ayudar a una mejor organización y sobre todo a una mejor  evangelización; sin duda todos los grupos son importante, los monaguillos, los niños en la catequesis, la formación de las y los catequistas, la formación de los agentes de pastoral, una formación producto de la comunión, si hay comunión hay todo en una parroquia, si hay división se fragmenta todo y es un cúmulo de quejas y problemática, si hay comunión y quien tiene que ser el vínculo de la comunión es el sacerdote estando con todos en comunión, dando ejemplo de un hombre que quiere provocar este efecto en la comunidad.

En tercer lugar me parece que es importante resaltar la misión,  oración,  comunión y misión, el sacerdote en una parroquia tiene que ser un hombre misionero, es el primero que tiene que ser parte de una parroquia en salida, es el que debe salir a las calles no es ya vayan a la misión, es vamos a misionar; sin duda nos da ejemplo la Santísima Virgen María Ella, está aquí porque anda misionando,  la Virgen de Guadalupe en el Tepeyac vino misionar  a México y de manera permanente lo sigue haciendo,  Jesús en su paso por la tierra vino a misionar, andaba dice el  Evangelio andaba en todas las aldeas y poblados,  es más se metía a las casa a predicar, a anunciar la Palabra de Dios;  el sacerdote es el primer misionero o misionero por excelencia en una comunidad  parroquial, de tal manera que atento a las necesidades espirituales y pastorales de su comunidad esté en continua  actitud de salida  y para que el sacerdote este misionando necesita estar en la parroquia, un sacerdote que este en la parroquia, un sacerdote a tiempo completo el Sacerdote y el Vicario son sacerdotes a tiempo completo; por eso los he escuchar  ya en la asambleas decanales, esos grandes ejemplos de misión que realizan en esta comunidad de Santa Lucía, síganlo haciendo con un sacerdote el padre Silverio, un sacerdote misionero como lo tiene que ser todo Párroco.

Ciertamente esta  tarea misionera, es de testimonio,  no solamente de salir,  sino una tarea permanente, pero eso es en una misión permanente, bien organizada  en una misión programática dice el Papa, estar saliendo constante, pero el ser misionero es de todos los días,  es enseñar a aquellos con los cuales estoy  en contacto, enseñarles quién es Dios, el sacerdote es otro Cristo,  el sacerdote está al frente de la comunidad como cabeza en el nombre de Jesucristo, por eso su vida su testimonio tiene que ser intachable,  ¿Qué es ser humano? -Sí pero se ha preparado,  ora permanentemente, que realmente esa orientación misionera  del sacerdote se siga realizando en esta comunidad y en cada una de nuestras comunidades parroquiales de nuestra Diócesis.

Padre Silverio te encomendamos  a la Santísima Virgen María, agradeciendo lo mucho que ha hecho el padre Carlomagno,  como Vicario y posteriormente como guía, después de la larga enfermedad y también del fallecimiento del padre Melecio, a quien sin duda encomendamos al Señor en esta Eucaristía,  que la Santísima Virgen María Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, cuyo jubileo vamos a celebrar a lo largo de un año por su 50 aniversario de patronazgo en nuestra Diócesis de Querétaro,  sea ella quien interceda permanentemente y sea ella quien te animé padre Silverio a ser  un sacerdote de oración, un sacerdote de comunión y un sacerdote misionero. Que a así sea. 

Al término de la celebración se prosiguió con un momento de convivencia fraterna,  fomentando así el Espíritu de Comunión.