TOMA DE POSESIÓN DE LA RECTORÍA, TEMPLO DE SANTA CECILIA.

Querétaro, Qro., 29 de Mayo de 2018.

La Mañana del día 29 de mayo de 2018,  Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, presidio la Santa Misa, en la que el Pbro. Enrique Ugalde Rodríguez, tomo posesión de la Rectoría, en el Templo de Santa Cecilia ubicado en Rivapalacio s/n Col. Lindavista, Qro.,  perteneciente a la Parroquia  del Santo Niño de la Salud.

Mons. Faustino agradeció al Padre Rodrigo su trabajo pastoral en esta Rectoría y le agradeció de igual manera al Padre Enrique su disponibilidad para continuar ahora el como nuevo Rector de este templo, esta Santa Eucaristía fue concelebrada por  algunos otros sacerdotes pertenecientes al clero diocesano que acompañaron a Padre Enrique en esta nueva encomienda. En su homilía Mons., les compartió diciendo:

“Nos alegramos por todo este proceso Pastoral que el padre Rodrigo ha impulsado desde la Parroquia del Santo Niño,  sabiendo que la comunión conscientes en la unidad con la comunidad parroquial,  porque siempre está Rectoría así fue,  y agradezco la disponibilidad del padre Enrique Ugalde,  para venir a servir ahora en esta Rectoría y a continuar siendo pastor cercano a su pueblo y la cercanía se manifiesta en un sacerdote, desde que  se ordena diciendo estas palabras de Jesús,  no solamente dejar sino asumir un compromiso con el pueblo de Dios consciente de que su vida ya no le pertenece sino se consagra totalmente Dios,  dónde se concretiza esta consagración esta separación para Dios, es en la comunidad,  por eso el sacerdote en su programación Pastoral anual tendrá que ser inclusivo de todas las fuerzas  vivas de esta comunidad.

Cuando un sacerdote inicia después de otro que ya ha dado su servicio,  no viene a iniciar el quehacer sino a darle continuidad a los proyectos que ya se tienen,  porque después vendrá otro y ustedes estarán aquí,  por eso creo que la unión con ustedes es fundamental,  el sacerdote no lo hace como un funcionario sino como un servidor, el funcionario que tiene unas horas de trabajo,  el sacerdote vive aquí en la comunidad,  vive con la comunidad,  está con la comunidad sufre con la comunidad,  por eso el secreto para que madure su ministerio en esta Rectoría, pero al final de cuentas todas las tareas que tiene que hacer se resume en esta en lo que la Palabra de Dios orden en la carta de San Pedro y nos dice:  la gran ocasión del sacerdote no es tanto mirar hacia atrás,  no volver hacia atrás.

El papá nos dice al alimentar esta primera lectura no basta con ser cristiano sino nuestra tarea también es ser Santos y ser Santos añade él,  no es de estampita es decir hacer cosas raras, lo que sí es,  hay que romper esquemas y dice no ser tan solo  cristianos del montón, cuando alguien se decide a hacer santo, quizás lo ven como un animal raro,  ser santo es un camino que todos absolutamente todos los sacerdote,  religiosas y laicos debemos asumir como un compromiso, que en la vida ordinaria tendríamos que estar en un proceso de conversión, y esto  es a partir de un encuentro con Cristo,  busquemos todos cuando ha sido nuestro encuentro con Jesús y veamos como desde ahí y sólo desde ahí se puede entrar en un camino de conversión y de santidad y el que es discípulo no vive su vida cristiana sólo.

Cuando llegué decían gracias por enviarnos a un nuevo sacerdote,  gracias por no dejarnos solos, hora yo les diré: gracias por acogerlo,  pero también por impulsarlo a que como sacerdote viene a impulsar,  la vida en comunidad, la vida en pequeñas comunidades,  todo miembro de una comunidad sea sacerdotal o religiosa,  tenemos que buscar la manera de vivir en una pequeña comunidad, por eso preguntarme ¿tengo yo un espacio para reflexionar la Palabra de Dios?,  con mis hermanos?,  en el cual yo me pueda apoyar,  si no  seguiremos solos y seremos vulnerables,  por eso padre la gran tarea es,  impulsar la comunidad para que  cada uno de sus miembros siga ese camino a la santidad,  que no solamente es ser buen cristiano sino también viviendo en la pequeña comunidad y desde ahí se vivir a la comunión en toda la Rectoría  y en toda la parroquia.

Que esta comunidad se distinga por ser una comunidad viva,  la Rectoría son prácticamente los feligreses que vienen a celebrar los sacramentos y que contribuyen a vivir la Comunión,  con la parroquia no son un lugar aparte de la parroquia,  no,  son parte de la parroquia y solamente viviendo la comunión pueden pensar y tomar conciencia de que esa experiencia hay que compartirla y  vivir la misión,  que Santa Cecilia sea  una comunidad misionera,  desde ahorita le digo al Señor Rector,  que forme discípulos misioneros, ese es el camino,  no sólo si hubieran misa en una Rectoría y en una Parroquia no es sólo para celebrar misa,  es para formar discípulos porque ese es el mandato de Jesús vayan y hagan discípulos y misioneros en el nombre del Padre,  del Hijo y del Espíritu Santo, esa es la tarea de los discípulos,   crees que sólo el discípulo crece en comunidad que la pregunta permanente de todos nosotros sea ¿Dónde está la Rectoría,  Dónde está mi pequeña comunidad?.

Creo que hay muchas iniciativas para hacer comunidad,  hay muchas personas que se reúnen en un círculo bíblico,  hay personas que se reúnen para rezar el Santo Rosario,  hay personas que se reúnen o una reunión de trabajo sino una reunión de oración y esta es una pequeña comunidad,  sin embargo nadie puede quedar fuera de esta pequeña, la comunidad aunque no esté en un movimiento ni aunque sea en un camino de formación como agentes,   le pedimos al Señor para que esta tarea se haga realidad en esta Rectoría,  le pedimos a Dios para que el padre Enrique sea un impulsor de la comunión,  le pedimos a Dios para que él en esta rectoría sepa impulsar a todos ustedes hacia Dios,  construyendo un camino de santidad.

Que la Santísima Virgen María que siempre nos mira con ternura ella siga viendo también nuestros corazones y nosotros le sigamos correspondiendo con el rezo del Santo Rosario. Que Santa Cecilia sea la intercesora de esta comunidad y recuerden su obra y su vida no solamente en la fiesta patronal  qué le  hace aquí,  sino durante todo el año mirando a los Santos para que nosotros seamos Santos, decimos todos. Amén”.

El Padre Rodrigo dio las gracias, a la comunidad por su apoyo a lo largo de los  tres años en los cuales presto su servicio en esta rectoría, y agradeció al Padre Enrique que sea él quien ahora acompañara a esta comunidad.

El Padre Enrique por su parte también dirigió, unas palabras a la asamblea allí reunida diciendo:  

“Agradezco a Dios y al Señor Obispo,  que me ha permitido servir en distintas comunidades y ahora agradezco me haya nombrado un lugar al parecer más pequeño,  pero que tiene muchas actividades,  tanto juveniles como grupos,  como comunidades, y de actividades de la Sagrada liturgia,  es un reto muy grande para poder decir que Dios nos llama a una entrega mayor y a una gracia nueva que son ustedes,  gracias a los que hoy nos acompañan y nos han recibido aquí con tanto cariño,  gracias a las personas que vienen de la Parroquia del Capulín y a otros amigos que vienen de las distintas comunidades, Dios  les pague.

Gracias Obispo,  gracias señores sacerdotes por haber celebrado esta Santa Misa, encontré el Salmo 44 que quiero compartirles: “A  Dios cada día celebremos y sin cesar alabaremos”, muchas gracias”.

La comunidad allí reunida le brindo un fuerte aplauso, y enseguida el Señor Obispo les dio la bendición.