Col. Lindavista, Querétaro, Qro. 14 de junio de 2021.
El día 14 de junio de 2021, siendo el medio día, Mons. Fidencio López Plaza, Obispo de la Diócesis de Querétaro, Qro., presidió la Eucaristía en la cual el Pbro. Adrián Muñoz Arvizu, tomó posesión como Párroco de la Parroquia del Santo Niño de la Salud, ubicada en Col. Lindavista, Querétaro, Qro. en primer lugar, se procedió a dar lectura al nombramiento correspondiente y a hacer la entrega de los lugares celebrativos al padre Adrián con lo cual queda jurídica y litúrgicamente constituido párroco de esa comunidad del Santo Niño.
Concelebraron esta Misa, Pbro. Arturo Thomas Jiménez, Pbro. José Moreno León, y algunos otros sacerdotes pertenecientes a este decanato y al clero diocesano.
En el momento de la Homilía Mons. Fidencio les compartió diciendo: “Saludo a mis hermanos sacerdotes presentes en esta Santa Eucaristía, histórica en esta parroquia bajo el patrocinio del Santo Niño».
«Saludo también a los hermanos y hermanas que vienen de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores del Capulín, sean bienvenidos, ahora tendrán también acá otra casa a donde llegar y donde sentirse con un hermano, el padre Adrián».
“Saludo a todos los que están presencialmente en este templo, a los que están afuera, y a los que no siguen virtualmente desde sus casas, desde sus domicilios, a través de las redes sociales, a todos les saludo con el saludo de Jesucristo resucitado “la paz esté con ustedes”.
«Nos hemos reunido para dar gracias a Dios por la vida y el trabajo del padre José Moreno León en esta parroquia del Santo Niño de la salud, gracias, padre José».
«Agradezco a todos los fieles laicos de esta parroquia, a los agentes de evangelización y de manera muy especial al consejo parroquial de pastoral, su servicio y su entrega bajo la guía pastoral del padre José, gracias a Dios y gracias a todos».
“Al mismo tiempo les pido que reciban con fe y esperanza a su nuevo párroco, el padre Adrián Muñoz Arvizu, a quién vengo a dar posesión en nombre de Dios en esta Santa Eucaristía. El padre Adrián no viene por su cuenta, los sacerdotes no elegimos a dónde irnos, el padre Adrián vienen en obediencia al llamado que Dios le ha hecho y que el día de su ordenación acepto con gozo y libremente, gracias, padre Adrián por tu disposición”.
“Y en este contexto de bienvenida y de despedidas la santa liturgia nos propone este hermoso Evangelio que hoy meditamos los cristianos de toda la Iglesia, es un hermoso Evangelio que no admite a acomodos ni reduccionismos, “ustedes han oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente; pues yo les digo que no opongan resistencia”. La llamada al amor es siempre atractiva hermanas y hermanos, amar con todo el corazón, con toda la mente, con toda el alma y con todas las fuerzas”.
“Será siempre atractivo y provocará sueños, seguramente muchos acogían con agrado la llamada de Jesús, amar a Dios y amar al prójimo, además esta era conocida como la síntesis de la ley; pero lo que no podían imaginar es que un día Jesús les pidiera amar a sus enemigos, les resultaba escandaloso escuchar estas palabras “No pongan resistencia al que les hace el mal, al que les quita una túnica, denle también el manto y al que les obliga caminar mil pasos, caminen con el dos mil, amen a sus enemigos y oren por los que les persiguen”.
“Su lenguaje es escandaloso y sorprendente pero totalmente coherente con la experiencia de Dios. El Padre no es violento, ama incluso a sus enemigos y Jesús que se parecía a su Padre no nos enseñó otra cosa, la primera de sus palabras en la cruz antes de morir fue esa “Padre perdónales no saben lo que hacen”.
«Jesús no buscaba la destrucción de nadie, su grandeza no consiste en vengarse sino en amar incondicionalmente a todos, quién se sienta hijo de ese Dios no ha de introducir en el mundo el odio ni la destrucción para nadie, lo de Jesús no es ley, la ley es la ley, lo de Jesús es la buena noticia, el sermón del monte no es ley es evangelio, es el modo de ser de los que siguen a Jesús, es el modo de ser de vivir y de entender la vida y de relacionarse con Dios y con los hermanos a la manera de Jesús».
«No se trata de Dios como un señor poderoso, legislador y juez que se preocupa del orden y reprime el mal, aquí se trata de Dios Aba, de Dios Padre que está preocupado por cada uno de sus hijos y más aún de los más pobres, de los más necesitados y también de los equivocados. El amor el enemigo no es una enseñanza secundaria de Jesús dirigida a personas llamadas a una perfección heroica, su llamada quiere introducir en la historia una actitud nueva ante el enemigo, porque quiere eliminar en el mundo el odio y la violencia destructora, quién se parezca a Dios, los hijos de Dios tienen que parecerse a su Padre y por lo tanto no alimentaran el odio contra nadie, buscar por el contrario el bien de todos, incluso el bien de sus enemigos».
«Amar al enemigo significa antes que nada no hacer el mal, no buscar ni desear hacerle daño, no hemos de extrañarnos si no sentimos amor y afecto por los enemigos, es natural que nos sintamos heridos y humillados, nos hemos de preocupar más bien cuando seguimos alimentando odio y venganza, eso sí no es cristiano».
«Pero no se trata sólo de no hacerle daño, podemos dar más pasos hasta estar incluso dispuestos a hacerle el bien si lo encontramos necesitado, no hemos de olvidar que somos más humanos cuando perdonamos que cuando nos vengamos».
«Podemos incluso devolver el bien por el mal, el perdón sincero al enemigo no es fácil, en algunas circunstancias a las personas se les puede hacer prácticamente imposible liberarse enseguida del rechazo, del odio o la sed de venganza, no hemos de juzgar a nadie desde fuera, sólo Dios nos comprende y perdona de manera incondicional incluso cuando no somos capaces de perdonar».
«Consideró hermanas y hermanos que este Evangelio tiene dedicatoria en este día para esta parroquia, les invito, por lo tanto, a contemplar la realidad de los hombres y mujeres de esta hermosa parroquia bajo el patrocinio del Santo Niño de la Salud, en la contemplación de este Niño encontraremos caminos para sanar heridas, heridas causadas por la violencia y sobre todo encontraremos caminos para recobrar desde la ternura de este Niño la inspiración divina y la pasión para actualizar el plan y la programación Pastoral, que Dios y la realidad nos están pidiendo hoy como respuesta de fe. Que Dios así nos lo conceda». Concluyo.
Al terminar la celebración Mons. Fidencio pidió al Padre José y al Padre Adrián dirigir un mensaje a la asamblea y después les dio la bendición, posteriormente se invito a los asistentes a pasar al terreno parroquial, para la convivencia fraterna, que para esta ocasión se preparó.
Redacción: Elena G.