Mons. Fidencio López Plaza, X Obispo de la Diócesis de Querétaro, Presidió la Santa Misa de Toma de Posesión del Pbro. Silvestre García Suárez, como nuevo Párroco de la Parroquia de San Junípero Serra, La Pradera, El Marqués, Qro. con el fin de que llevé a cabo las actividades propias de un Párroco entre ellas la cura pastoral de la comunidad que le está encomendada, así como el cuidado de la vida cristiana siendo esta la más importante, bajo la autoridad del Obispo diocesano, y en obediencia al voto que realizó el día de su ordenación sacerdotal.
“ Este es un día importante en el camino que han recorrido como parroquia, pues es de las Parroquias más recientes.
Nos hemos reunido dos grandes pueblos la parroquia de San Felipe de Jesús Chichimequillas, y el otro pueblo los hermanos de esta parroquia bajo el patrocinio de San Junípero Serra, está con nosotros el padre Decano, qué es el que se encarga y nombre del Obispo a promover la Pastoral de los sacerdotes de este decanato de San Pedro Apóstol y le voy a pedir que presente a los sacerdotes que nos encontramos aquí, para que nos reconozcamos y que nos reunimos hoy con ocasión del traslado de su nuevo párroco.
Pbro. Juan Ernesto, Pbro. Alfonso Muñoz, Pbro. Sergio Martínez Duarte, Pbro. Enrique González Rincón, Pbro. Emmanuel Ramírez Olvera, Pbro. Rafael Estrada Conejo, Pbro. José Guadalupe Ponciano Olvera, Pbro. Francisco Hernández Ramírez, Pbro. Lic. José Luis Salinas Ledesma, Pbro. Lic. José Joel Galván Vergara.
En el momento de homilía Mons. Fidencio, comento diciendo: “Saludo a todos los sacerdotes presentes, saludo a todos los fieles laicos de esta parroquia y de la parroquia de Chichimequillas San Felipe de Jesús, “la paz este con todos ustedes”.
Ante la mirada de Jesucristo el Buen Pastor, celebramos la Santa Eucaristía en esta tarde por dos motivos muy importantes, el primero para dar gracias a Dios por la vida y el trabajo del Padre Alejandro, Gracias Padre Alejandro tu vida y tu trabajo están en el corazón de Dios y de este pueblo, la semilla que has sembrado dará fruto a su tiempo.
En segundo lugar, en este marco eucarístico, también les vengo a presentar al padre Silvestre, como su nuevo párroco, el padre Silvestre como todos los sacerdotes no nos ordenamos para hacer nuestra voluntad, todos los días tenemos el propósito de hacer la voluntad de Dios, por lo tanto, el padre Silvestre viene en obediencia al llamado que Dios le ha hecho y que el día de su ordenación el acepto con gozo y libremente.
En esta parroquia padre Silvestre, tendrás la oportunidad de seguir creciendo y confirmarte con Jesucristo El buen pastor.
Hemos escuchado dos parábolas de tres que están juntas en el Evangelio de San Lucas y que se llaman las parábolas de la Misericordia, en estas tres parábolas Jesucristo sabiendo que la misericordia es el corazón del corazón de su mensaje nos explica de una manera maravillosa y sencilla lo que es la misericordia.
En la primera parábola que acabamos de escuchar la misericordia aparece con el rostro del pastor de un buen pastor, el Buen Pastor dice el evangelio: “es el que deja las 99 ovejas en el corral, para ir a buscar la oveja perdida”, la más flaca, la más lastimada y la que ha perdido la capacidad de regresar a la casa del padre por sí misma.
El Buen Pastor por su parte representa a Dios, que quiere que todos sus hijos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, por eso deja las noventa y nueve y arriesgando lo todo va y busca la oveja perdida, con la idea de no regresar hasta traer la cargada en sus hombros,
Cómo acabamos de escuchar no la regaña por haberse separado del rebaño, al contrario, le da más amor para que nunca vuelva a perderte, se siente feliz de haberla encontrado y por eso se alegra y hace fiesta.
Hermanas y hermanos de esta parroquia, Dios quiere que en esta nueva etapa evangelizadora experimentemos la anchura y la profundidad del amor y la misericordia de Dios, con nosotros él sabe que por nosotros mismos no podemos volver a la casa, por eso lo arriesga todo y sale a buscar hasta encontrarnos y llevarnos en sus hombros; por eso cada uno de nosotros podemos decir: “el Señor es, mi pastor nada me falta, aunque camine por cañadas oscuras su vara y su cayado me defienden”.
En la segunda parábola que acabamos de escuchar la misericordia de Dios tiene rostro de mujer, qué hermoso es contemplar a las mujeres como el rostro de la misericordia de Dios, por eso cada uno de nosotros podemos decir Dios es padre y madre, la moneda perdida representa quién se pierde en su propia casa, también nos podemos perder en la casa de Dios y de hecho hay mucha gente que se pierde allí.
Pero Jesús envía mientras tanto el Buen Pastor, gasta más de lo que debía, así hace Dios con nosotros hermanos y hermanas muchas veces nos encuentra en la basura, nos limpia y nos asegura.
La tercera para la palabra la misericordia tiene rostro de padre, por eso la misericordia es el corazón del pastor y es el corazón de la misión que Dios nos ha encomendado, la misericordia es el corazón del pastor y de la pastoral sin misericordia no hay misterio de la Encarnación, sin misericordia, no puede haber buen pastor, ni Pastoral a la manera de Jesús.
El pastor misericordioso es, el que tiene la cabeza inclinar ante su hermano que sufre, para servirle, el pastor misericordioso es también el que sabe mirar con amor a su hermano, al hermano que padece y de ponerse en la piel de los demás.
El pastor misericordioso, el que no pase indiferente ante el sufrimiento humano, por eso la fuente de la compasión y la misericordia de la conciencia que todos somos uno, y solo desde esa conciencia de identidad compartida, podemos dejarnos afectar por lo que ocurre a nuestros hermanos y desarrollar la capacidad de amar, para vivir y compartir lo que somos, somos hechos de polvo, pero polvo amado por Dios.
Hermanas y hermanos el cristiano misericordioso es, el que sabe pues inclinarse ante sus hermanos, es el que descubre en ellos el rostro de Dios, haciendo el cuerpo místico de Jesucristo nuestro señor.
Por eso padre Silvestre, hermanos de esta parroquia, les recuerdo que Dios quiere a sus hijos y que quiere que sus hijos sean misericordiosos como él, cuándo sabemos inclinarnos a nuestros hermanos, descubrimos en ellos la imagen de Dios y descubrimos en ellos las manos de Dios, que quieren la comunión y si nos dejamos conducir por este principio, pronto serán no solo un hermoso templo de piedras vivas más amoroso y misericordioso, sino también verán este lugar transformado en un hermoso templo material, como signo de la comunión de la participación y del corazón de los fieles de esta parroquia. Qué Dios así nos lo conceda. Que así sea”.
Al terminar la celebración el Padre Silvestre dio un mensaje a su nueva feligresía, “Hagamos florecer la pradera”.
Mons. Fidencio les dio la bendición y pasaron a tomarse la foto del recuerdo y a la convivencia fraterna que para esta ocasión se preparó.
Encomendamos a San Junípero Serra y la Virgen de los Dolores de Soriano su nueva misión pastoral.
«Siempre adelante y nunca retroceder».