Santiago de Querétaro, Qro. 26 de Mayo de 2016.
El pasado 26 de Mayo el Excmo Señor Obispo Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, presidió la celebración Eucarística, en el templo parroquial de Santiago Apóstol, con motivo de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi), con la participación de un gran número de fieles, dispuestos a emprender además, la procesión anual, que la sagrada liturgia propone para la ocasión.
En la homilía el Señor Obispo hizo mención de la importancia que tiene para un cristiano, la participación activa en la celebración Eucarística, e invitó a todos los asistentes a no descuidar el alimento espiritual del Cuerpo y la Sangre de Cristo, como fuente y culmen de toda la vida. Al respecto dijo:
«El día de hoy al celebrar el día del Corpus Christi, nuestro Señor Jesús sale de los Sagrarios a recorrer las calles, con la finalidad de entrar en los hogares, y se quede en las familias; para que muchos enfermos sean bendecidos y fortalecidos».
«Esta solemnidad, no refiere al Jueves de la última cena, en la cual Jesús reunido con sus apóstoles y sabiendo que se acerca ya la hora de la manifestación de su Gloria en la cruz, nos deja como alimento su cuerpo y su sangre, para que comiendo y bebiendo de Él, tengamos la vida eterna».
«Es necesario comprender que su cuerpo y su sangre son verdaderamente el pan bajado del cielo, capaz de de satisfacer el corazón todos lo hombres que peregrinan buscando la plenitud de la vida. Esta plenitud se alcanza solo en la medida en la cual nos busquemos saciar en Dios, nuestra sed y nuestra hambre».
«Hemos escuchado el Evangelio que lleva por título: La multiplicación de los panes Mt 14, 13-21, y este pasaje bíblico nos lleva a tomar conciencia que, Cristo sigue alimentado multitudes como en aquel tiempo, cada vez que se celebra la Sagrada Eucarístia. Poro resulta necesario que así como un joven fue capaz de poner a disposición de los apóstoles, sus 5 panes y 2 peces, así también nosotros seamos generosos en colaborar en favor de la Evangelización, sobre todo al hablar de Dios a aquellos que van por la vida con sed y hambre, manifestándose esta realidad, en la soledad, tristeza o abandono, y comprometiéndonos de una manera concreta a la práctica de las obras de misericordia».
«En este pasaje bíblico escuchamos que los apóstoles piden a Jesús que despida a la multitud con la finalidad de que busquen algo de comer; sin embargo él da una respuesta contundente: Denles ustedes de comer; significando en este imperativo la anticipación de la institución de la Eucaristía, como alimento de todo aquel que peregrino en la vida busca saciarse en Dios».
Al final de la Sagrada Eucaristía, se dispuso la custodia con el Santísimo Sacramento, dando inicio la procesión por algunas calles de la ciudad, en la cual el pueblo manifestó su fe y amor a Dios, en solemnidad del Corpus Christi.