Santa Iglesia catedral, Ciudad Episcopal de Santiago de Querétaro, Qro, , 15 de Abril de 2017
La noche del 15 de Abril de 2017, en la Santa Iglesia Catedral, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, presidió la Solemne Vigilia Pascual, concelebraron sacerdotes diocesanos, y participaron de esta celebración miembros de la vida consagrada, los miembros de la Primera Comunidad del camino neocatecumenal de la Parroquia de Santo Niño de la Salud, y 7 catecúmenos los cuales recibieron el bautismo, Mons. Faustino en esta celebración les dijo: “El Evangelio según san Mt 28, 1-10, es uno de los testimonios más hermosos que la tradición dela iglesia conserva, pues sintetiza el misterio de la Resurrección del Señor en esta noche santísima celebramos y que da sentido y fundamento a la fe cristiana es y representa la eterna novedad que enamora y cautiva la existencia de todo aquel que se deja interpelar por ella anulando en el horizonte personal e histórico , las falsas esperanzas y dando cabida en el corazón humano a la certeza de saber, que verdaderamente el Señor Jesús ha resucitado. La entera liturgia que estamos celebrando, aquí y ahora, encuentra en este evangelio, la justificación más genuina que le otorga, sentido, fundamento y plenitud”.
A continuación les compartimos la homilía completa:
“Estimados sacerdotes, queridos miembros de la vida consagrada, queridos catecúmenos, queridos miembros de la Primera Comunidad del camino neocatecumenal de la Parroquia de Santo Niño de la Salud., Hermanos y hermanos todas en el Señor.
El Evangelio según san Mt 28, 1-10, que acaba de ser proclamado, es uno de los testimonios más hermosos que la tradición dela iglesia conserva, pues sintetiza el misterio de la Resurrección del Señor en esta noche santísima celebramos y que da sentido y fundamento a la fe cristiana es y representa la eterna novedad que enamora y cautiva la existencia de todo aquel que se deja interpelar por ella anulando en el horizonte personal e histórico , las falsas esperanzas y dando cabida en el corazón humano a la certeza de saber, que verdaderamente el Señor Jesús ha resucitado. La entera liturgia que estamos celebrando, aquí y ahora, encuentra en este evangelio, la justificación más genuina que le otorga, sentido, fundamento y plenitud.
Analicemos el texto evangélico y aprendamos de él, de manera que convencidos de lo que Dios ha hecho por todos nosotros, nos convertimos desde ahora y pera siempre en heraldos de esta eterna novedad “y así, muchos en el mundo tengan la oportunidad de encontrarse con Jesús resucitado.
El evangelista nos narra la resurrección de Jesús, el crucificado, como un acontecimiento cósmico extraordinario, como una teofanía. En el tiempo preciso de la historia, “Al amanecer del primer día de la semana” (v.1) Dios actúa y da a conocer que su acción marca una nueva etapa en la historia del hombre; es una realidad en el tiempo, que cumple las expectativas anunciada en su mismo hijo y que está destinado para atravesar desde entonces toda nuestra historia. Con la resurrección, el domingo será desde ahora y para siempre el primer día de la Semana. El día en el cual la creación entera recrea. El día en el cual todas las cosas están marcadas con el sello de la eterna novedad; así es Dios, comparte su acción con el hombre, y hoy quiere que cada uno de nosotros aquí presentes seamos testigos de ella.
Sin embargo, es curioso que ante la acción de Dios, los testigos tengamos una reacción. En algunos, esta provoca miedo; en muchos otros desconcierto; pero en los discípulos al miedo lo acompaña la alegría narra el evangelista que una vez que el Ángel, transfigurado en el rostro y en las vestiduras y que rodo la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella, los guardias se atemorizaron, comenzaron a temblar y se quedaron como muertos (cf. V.4) En cambio las mujeres: María Magdalena y la otra María, con miedo fueron capaces de sostenerse y mantenerse en pie. ¿Qué reacción Provoca en mí el hecho de saber que Jesús Crucificado ha resucitado? ¿Soy como los guardias que en aterro y caigo como muerto ante el acontecimiento de la resurrección? O ¿Soy de los discípulos que como María Magdalena, la otra María, permanezco atemorizado, pero capaz de mantenerme en pie? No cabe duda que la obra de Dios nos sorprende, nos atemoriza, sobrepasa nuestros criterios y formas de pensamiento. Lo sorprendente es que ante esta realidad, Dios mismo nos anima y nos tranquiliza. Pues sabe que a los que son sus discípulos su palabra les da tranquilidad y confianza: “NO teman” (v. 5) ¿Porque? Porque la eterna novedad de la resurrección, presupone la fe del camino recorrido. La fe del Discípulo.
El ángel, sabe que las mujeres buscan a Jesús, el crucificado. Por eso les dice “ya sé que buscan a Jesús, el Crucificado, no está aquí; a resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde lo habían puesto” (V. 5) Es necesario que ante los acontecimientos del obrar de Dios, no s dejemos guiar por su mensajes que nos Explica y clasifican del sentido de lo que Dios hace. En esta caso el ángel envía a las mujeres para que “vengan “y vean también, es decir el ángel quiere que experimenten con su propios ojos, ellas se den cuenta de lo que Dios ha hecho. Por el contrario, la noticia de la resurrección será en ellas solo una idea, una cuestión intelectual en la vida cristiana, esto no puede ser así, es preciso que los discípulos experimenten lo que Dios ha hecho. Sin embrago, el Ángel es consiente que el sepulcro vacío no basta para creer, es un camino más, no una certeza la certeza será el encuentro con el Señor Resucitado. La tumba vacía no en una prueba de la resurrección, sino un Símbolo o signo de la misma. La mayor prueba irrefutable es el encuentro con el resucitado. La tumba vacía no genera la fe en la resurrección; la fe en la resurrecciones genera por un a iniciativa del mismo resucitado, por su intervención personal pues es el quien sale al encuentro de sus discípulos devolviéndoles su esperanza.
Es por ello, que el Ángel tras mostrarles a las mujeres el sepulcro vacío les dio una misión muy especificada “y ahora vayan de prisa a decir a sus discípulos ha resucitado e ira delante de ustedes a Galilea; allá lo verán. Eso es todo” (Mt. 28, 5-6) El Ángel es consiente que para las mujeres y los discípulos es fundamental el encuentro (cf. DA 243). Pues por el contrario, entonces sí, serán frustradas las expectativas de la resurrección, hoy como en aquel tiempo, necesitamos hacerle caso al mandato del Ángel, necesitamos vencer nuestros miedos y salir a toda prisa y llevar a muchos la noticia de la eterna novedad.
Volviendo al texto, vemos como el evangelista narra, como tras la decisión de aquellas mujeres en su camino hacia Galilea, Jesús les sale al encuentro con el saludo” Salve” (V.9) Así es Dios, cuando nos decidimos a cumplir su voluntad y hacer lo que mediante su palabra nos manda, en el momento as inesperado, sale a nuestra encuentro y con el saludo de los amigos, se hace presente. Estemos atentos para descubrir en nuestro camino las muchas formas en las cuales sale a nuestro encuentro. Y dejarnos encontrarnos por él, como María Magdalena y la otra María, acercándose a él, lo toquemos y lo adoremos.
Queridos hermanos y hermanas, catecúmenos, en esta noche Santa, cada uno de ustedes como aquellas mujeres están invitados a dejarse interpelar por el mensaje de esta eterna novedad, en uno momentos más ustedes serán sumergidos en las aguas del bautismo y tras la fuerza renovadora de la Gracia, podrán ser testigos de la resurrección , de manera que tras escuchar el mensaje cada uno de ustedes, serán impulsados por el Espíritu Santo que recibirán en la confirmación , para ir y testimoniar lo que han visto. Déjense interpelar por el acontecimiento de la resurrección, de manera que tras el mensaje de la Palabra de Dios, “A toda prisa” valla hacia donde muchos cristianos viven trises pensando que la resurrecciones un fabula y que Jesús de Nazaret los ha defraudado. Sin duda que esta misma noche, el Señor Jesús, les saldrá al encuentro en la Eucaristía , y tras saludarles cómo se saluda al amigo, se dejara tocar por cada uno de ustedes, en su cuerpo y en su sangre , de manera que desde hoy y para siempre, cada uno de ustedes , puede adorarle, comiendo su cuerpo y bebiendo su Sangre.
Queridos neo catecúmenos, ustedes han caminado mucho tiempo este itinerario de la fe que los a conducido hasta este momento, les quiero invitar para que siguiendo el ejemplo de María Magdalena y la otra María, tras la renovación solemne de sus promesas bautismales, se dejen encontrar por Jesús resucitado y tras tocarle en los sacramentos, en los hermanos más necesitados, se postren y lo adoren como el único Dios y señor de sus vida.
Hermanos y hermanas, todas en el Señor, que cada uno de nosotros, en esta noche, nos dejemos iluminar por el misterio de la resurrección, de manera que sin atemorizarnos por misterio tan sublime, nos demos cuenta que la resurrección viene a cumplir todas nuestras expectativas humanas y espirituales. Que como aquellas mujeres, dejemos que sea la palabra de Dios la que nos envié a llevar a muchos la alegre noticia de la resurrección, y si en el camino Jesús resucitado sale a nuestro en centro, no demos en acercarnos para tocarle sus pies traspasados y adorarle. Hagamos nuestras las palabras de Jesús que nos dice: “No teman. Avisen a mis hermanos que vayan a Galilea y ahí me verán”. ( V. 10)
Aprovecho para desearles a todos felices fiestas de pascua “que la luz de Cristo resucitado y glorioso disipe las tinieblas de su corazón y de su espíritu. Amén”