San Juan Dehedó, Amealco, Qro. 07 de Julio de 2016
Los fieles devotos, de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, se reunieron el día viernes 01 de Julio, en el Santuario que lleva el mismo nombre, recibieron a Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, para celebrar el Santo Sacrificio Eucarístico, dando gracias y encomendándose al auxilio de Dios.
En a homilía el Señor Obispo, exhortó a los asistentes a reconocerse necesitados de la salvación, y procurar corresponder con amor, al amor que Dios ofrece.
«Celebramos la Preciosa Sangre de Cristo, en la cual contemplamos a Jesús y le adoramos como nuestro Redentor; pues fue quien derramó su sangre por nosotros. Nos unimos en la fe, y ponemos en las manos de Dios cada una de nuestras necesidades e intenciones».
«Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido» Lc. 19, 10.
«En este rango estamos todos los que participamos el día de hoy de la Sagrada Eucaristía; nos sabemos necesitados de la salvación que Cristo nos ofrece. Por eso venimos a este Santuario, conscientes de que en Jesús encontramos una fuente de Misericordia».
«Dios es bueno con nosotros, pues siempre esta dispuesto a bendecirnos y a manifestar su amor. El amor que Dios nos ofrece, ha de ser correspondido, disponiendo nuestro corazón para recibirlo; sin embargo, el ser destinatarios de este amor, ha de conducirnos además, a voltear nuestra mirada a Dios para mostrarnos agradecidos, porque todo aquello que día a día recibimos, esto es una muestra clara de que Él nos ama».
«La correspondencia al amor que Dios nos ofrece, se manifiesta es cierto, en la continua participación de la celebración Eucarística, en el peregrinar a los lugares Santos; pero no olvidemos que, una de las formas de responder al amor de Dios, es con la práctica de la obras de misericordia».
«En la medida en la cual cada uno de nosotros, tenga como ejercicio la manifestación de la misericordia, plasmada concretamente en obras, de esa manera estará construyendo el camino de la salvación; pues Dios, en su amor infinito ha venido a nosotros en su hijo Jesucristo, quien derramando su sangre nos ha dado salvación». Concluyó
Al termino de la celebración, Mons. Faustino, encomendó a todos, bajo el amparo y protección de la siempre virgen María, para que con su auxilio y compañía, podamos acercarnos al proyecto de Dios y como sus hijos cumplir su voluntad.
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