El jueves 18 de noviembre de 2021, a las 10 de la mañana se realizó una celebración Eucarística en memoria de todas las personas que han fallecido a causa del COVID 19.
La celebración se llevó a cabo en la capilla que se encuentra al interior del panteón #1 en San Juan del Río, Qro, fue presidida por el Vicario Episcopal para la Vida Consagrada, el Pbro. Saul Ragoitia Vega y concelebrada por el padre Decano, Pbro. Tereso Flores Salinas, el Pbro. Isaac Osornio Martínez y el Pbro. Efraín Gómez, contando con la participación de los sacerdotes que integran el Decanato de San Juan Bautista, religiosos y religiosas y algunos feligreses de las parroquias que conforman este decanato, todos ellos se unieron en oración por las almas de los fallecidos a causa de la pandemia provocada por el COVID-19, y por el consuelo y resignación de los familiares y amigos que han sufrido el dolor de perder a un ser querido.
El padre Saul en la homilía invitó a los presentes a unirse no solo para recordar y orar por los que han fallecido sino también para proclamar la alegre esperanza de la resurrección.
Agradeció la iniciativa de unirse como decanato para orar por los difuntos, “porque además de ser una obra de misericordia, es un acto cristiano, un acto solidario, una respuesta al mensaje de la Palabra de Dios: amar al hermano, amar al que más sufre, servir al que está a mi lado”.
“Como cristianos sabemos que nuestra vida es un caminar, que, podemos pensar que se ha visto truncado por la pandemia, pero recordemos que tenemos dos opciones: Caminar con los pies en la tierra y con la mirada clavada en el suelo, y si vamos así, hemos perdido toda esperanza. Y hay quienes caminan con los pies en la tierra y la mirada en el cielo, y si vamos así, es cuando podemos proclamar esta alegre esperanza, y así somos conscientes de que la muerte es una puerta por la que inevitablemente debemos entrar, para gozar, por nuestra fe, por nuestro bautismo, de la presencia de Dios.”
“La visión del cristiano que camina con los pies en el suelo y la mirada en el cielo es saber que nuestro peregrinar trasciende porque somos extranjeros en esta tierra, y la patria verdadera es el cielo. Al asumir esta verdad, la muerte de quienes amamos se convierte en esa esperanza.”
Al finalizar, el padre Tereso invito a todos a compartir la celebración a través de las redes sociales para que ningún hermano se sienta solo o abandonado y para que sepan que Dios siempre esta cerca de nosotros, concluyó agradeciendo la presencia y las palabras del padre Saul.