Comunidad La Noria, Km 200 Carretera federal 57, El Marques, Qro. A 28 de octubre de 2018
El día domingo 28 de octubre 2018, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, presidió la Sagrada Eucaristía, en las instalaciones de la Capilla erigida para veneración de San Judas Tadeo, ubicada en la Comunidad de la Noria, carretera federal 57, km 200. Mpio. El Marques, Qro. perteneciente a la Parroquia de San Juan María Vianney, del Decanato San Pedro Apóstol la Cañada. Concelebraron esta Santa Misa, el Pbro. Alejandro Buenrostro, Pbro. Oscar Cabrera y Pbro. José Luis López Gutiérrez.
En su Homilía, Mons. Faustino Armendáriz, dijo:
“Muy queridos hermanos, gracias por el testimonio de fe al venir aquí a esta Capilla dedicada a San Judas, donde es unánime el testimonio de fe que Ustedes proyectan en los diferentes letreros que portan dándole las gracias al señor San Juditas por los favores recibidos., San Judas intercede ante Dios y Dios es el que al final nos ayuda, por eso, quienes tenemos fervor a este Santo Patrono, acudimos a él como lo hacemos el día de hoy. Creo que la fe es fundamental, sino no estuviéramos aquí, hoy el santo Evangelio nos habla de un ejemplo de fe, y nos dice que Jesús salió, salió a los pueblos y cuando iba entrando a un pueblo llamado Jericó, se encontró con un mendigo, y todavía más, estaba ciego, este mendigo que era hijo de un gran rico que se fue a la ruina y ahora el niño tenía que mendigar y además tenía una enfermedad que lo dejo ciego. El sin duda lo que quería era conducirse por sí solo, él lo que quería era recobrar la vista, por eso Jesús se acerca, pasa por ahí, Jesús no espera a que vayan a verlo, Jesús toma la iniciativa y va a donde nosotros estamos, por eso a Jesús no solamente lo encontramos en los templos, él puede vivir en tu corazón si tú quieres, puede vivir en tu familia si tú quieres, pero el ambiente donde vive Jesús no es de violencia, no es de soberbia, no es de envidas ni de un lenguaje obsceno, el lugar donde quiere vivir Jesús, es un lugar de armonía provocado por el, donde nosotros hagamos un esfuerzo para cambiar en nuestra vida, y quien nos ayuda a cambiar, pues aquel que le ayudo aquel ciego Bartimeo. Cuando pasa Jesús, le grita aquel ciego, ¡Jesús sáname, Jesús ven!, los que estaban ahí le dicen al ciego ve a donde esta Jesús que él te llama, este detalle de Jesús de llamar al enfermo es importante, por eso yo les invito a que nos sintamos llamados por Dios, cuando estas enfermo, cuando tienes un problema, no la pienses dos veces, ve al Sagrario de tu Parroquia, ve al templo, ve a orar en silencio, date un momento para ti, y dale un momento a Dios, nosotros podemos donde quiera alabar a Dios, sin embargo en la Parroquia está el Sagrario y ahí está Jesús vivo realmente presente en la Ostia consagrada”.
“Quisiera que nos fijáramos en un detalle del evangelio, cuando se acerca Jesús al enfermo le dice; “¿qué quiere que haga por ti?”, tú el día de hoy ¿Qué le pedirías? Seguramente le pedirías varias cosas, pero que quieres que Jesús haga realmente por ti. Esta semana fui a visitar un lugar de esos llamados anexos, donde hay jóvenes, adultos y niños que han sido adictos a las drogas, y ellos le pedían a Dios ser sanados por Jesús de su adicción, ellos estaban ahí porque querían acercarse, aprovechar un camino de rehabilitación, porque tenían ganas de regresar sanos con sus familias a las cuales algunos la habían destruido y otros estaban a punto de destruirlas, algunos querían regresar con sus hijos con su esposa, algunos de los niños querían regresar con sus padres, a vivir una vida donde la felicidad no estuviera en las drogas y en alcoholismo, sino que la felicidad estuviera el estar con la familia”
Concluyó diciendo a todos los fieles: “Hermanos, pidámosle a Jesús como el ciego del evangelio, “Señor, que pueda ver”. Pidamos la intercesión de San Juditas, para que Jesús nos abra los ojos del corazón, para que dejemos atrás la ceguera del egoísmo, de la soberbia, del orgullo y de cualquier ceguera que producen y tanto daño hacen las adicciones de cualquier índole. Que la Santísima Virgen María en su advocación de los Dolores, Patrona de esta Diócesis, nos cuide desde allá de su Santuario en Soriano, para seguir siendo verdaderos discípulos del Señor. Que así sea”.
Al término de la Celebración, Mons. Faustino impartió la bendición a todos los presentes en esta Santa Eucaristía y bendijo a las imágenes llevadas por todos los devotos a este Santo Apóstol.