(CODIPACSQRO) Con una solemne procesión por los patios del convento carmelita inició la celebración Eucarística presidida por el IX obispo de Querétaro, Monseñor Faustino Armendáriz, acompañado por Mons. Javier Martinéz Osornio, Vicario general para la vida religiosa, con la que inició el año jubilar por los 500 años del natalicio de Santa Teresa de Ávila. Su canto lleno de Dios retomó la profunda convicción misionera de amor de la santa doctora de la Iglesia sobre la vida religiosa: “Muero porque no muero, vivo sin vivir en mí”.
Monseñor Faustino inició la santa Misa diciendo: “Unidos a la alegría de la familia carmelitana en el día en que celebramos a santa Teresa del Niño Jesús y en que iniciamos este año jubilar, pidamos para que Dios siga suscitando muchas vocaciones consagradas a la vida religiosa para que los monasterios, los conventos se vean fortalecidos con más testigos del amor de Dios recorriendo el camino hacia la santidad”.
“Veneramos la memoria de santa Teresa del Niño Jesús, quien con su vida y testimonio nos ha enseñado el tesoro de la infancia espiritual y al mismo tiempo unidos a esta familia espiritual iniciamos el año de gracia que es el Año Jubilar por el natalicio de la santa doctora de la Iglesia, mujer dócil a la voz del Espíritu Santo que supo discernir los caminos para hacer del Carmelo una verdadera experiencia de Dios. Me alegra como obispo ser partícipe de este gran acontecimiento por ser una oportunidad para conocer y valorar a esta gran santa”.
Santa Teresa propone las actitudes evangélicas como base de la vida cristiana y humana con el desapego de los bienes y la sintonía con la vida de los personajes bíblicos y discurso activo de la Palabra de Dios. Es ejemplo para todo aquellos que desean vivir a la perfección la vida cristiana, en la oración, es verdaderamente una maestra de vida cristiana para todos los fieles.
Jorge A. Rangel Sánchez