Buenas noches. estimados señores y señoras, invitados todos:
1. La feliz ocasión de encontrarnos en esta noche para disfrutar de este magno concierto, me permite poder dirigir un cordial saludo a todos y cada uno de ustedes y, al mismo tiempo, agradecer su cercanía y su amor a la Iglesia que peregrina en esta Diócesis de Querétaro desde hace ya un poco más de 150 años.
2. Ante todo deseo manifestar mi saludo personal y particular, al Venus Rey, Jr., quien con la sensibilidad artística que le caracteriza, se ha dado a la tarea de componer esta “Misa Guadalupana”, que nos permite contemplar el misterio de Dios, en Jesucristo, “Luz del mundo”, iluminando la realidad de hombre con su Palabra y con su Evangelio, especialmente en nuestra tierra mexicana con el acontecimiento de Guadalupe, el 12 de diciembre de 1531 al Indio Juan Diego en la colina del Tepeyac.
3. También saludo al y Dir. Jesús Almanza, quien ha aceptado con generosidad conducir y dirigir este gran coro y orquesta, integrado por alumnos y profesionales, tanto del Coro y Orquesta del Conservatorio de Música Sacra ‘J. Guadalupe Velázquez‘, dirigidos por el Mtro. Erick F. Escandón, como del Coro y de la Camerata ‘Santiago de Querétaro’. Mi especial saludo a las sopranos Martha Juliana Ayech Rodrígez y Diana Mathes. Gracias a todos ustedes por haber acepado ser parte de esta gran experiencia.
4. Mi saludo y agradecimiento a las autoridades civiles por el apoyo y las facilidades que nos han brindado para poder llevar a cabo este gran concierto.
5. La celebración jubilar por la erección canónica de nuestra Diócesis, ha querido ser una experiencia de gratitud a Dios que nos permita tomar conciencia de nuestro pasado, viviendo el presente con alegría, para proyectar el futuro con esperanza. En este sentido la música, que expresa innumerables percepciones del espíritu, en una hora como esta, nos ofrece la posibilidad de percibir como en un espejo las vicisitudes de la historia personal y de la universal. Pero nos ofrece algo más: mediante sus sonidos nos lleva, en cierto sentido, a otro mundo y armoniza nuestro interior. Al encontrar así un momento de paz, podemos ver, como desde una altura, las misteriosas realidades que el hombre trata de descifrar y que la luz de la fe nos ayuda a comprender mejor.
6. En efecto, podemos imaginar la historia del mundo como una maravillosa sinfonía que Dios ha compuesto y cuya ejecución él mismo dirige como sabio director de orquesta. Aunque a nosotros la partitura a veces nos parece demasiado compleja y difícil, él la conoce desde la primera nota hasta la última. Nosotros no estamos llamados a manejar la batuta del director, y mucho menos a cambiar las melodías según nuestro gusto. Estamos llamados, cada uno en su puesto y con sus propias capacidades, a colaborar con el gran Director en la ejecución de su estupenda obra maestra. Durante la ejecución podremos también comprender poco a poco el grandioso plan de la partitura divina.
7. Este concierto es como una ‘metáfora’ de nuestra Diócesis que quiere invitarnos a cada uno de nosotros para que al compás de una misma nota y bajo la misma batuta del Evangelio, ejecutemos la hermosa obra maestra de la Nueva Evangelización, guiados por el ejemplo de María de Guadalupe, ‘Estrella de la Nueva Evangelización’.
¡Que disfruten todos del concierto!
† Faustino Armendáriz Jiménez Obispo de Querétaro