2017-03-10 Radio Vaticana
(RV).- “La tumba vacía y la resurrección según el Evangelio de San Mateo” ha sido la última meditación de los Ejercicios Espirituales para el Papa y la Curia Romana, que concluyó la mañana de este viernes, 10 de marzo, en la localidad italiana de Ariccia.
Después de seis días de Ejercicios, y al final de la novena meditación, el Papa Francisco agradeció al sacerdote franciscano, Giulio Michelini, predicador de los Ejercicios Espirituales, por la naturaleza y la preparación con la cual ha guiado las reflexiones durante estos días. “Quiero darte las gracias por el bien que nos ha querido hacer y por el bien que nos has hecho – señaló el Pontífice – en primer lugar, por presentarte cómo eres, natural sin cara de estampita. Natural. Sin artificios. Con todo el bagaje de tu vida: los estudios, las publicaciones, los amigos, los padres, los frailes jóvenes que tú debes custodiar”.
También, precisó el Papa, “quiero darte las gracias por el trabajo que has hecho, por cómo te has preparado. Esto significa responsabilidad, tomarse las cosas en serio”. Es cierto, puntualizó el Sucesor de Pedro, “hay una montaña de cosas para meditar, pero San Ignacio dice que cuando uno encuentra en los Ejercicios algo que da consuelo o desconsuelo, debe detenerse allí y no seguir adelante”. Y quizás las cosas más importantes, agregó el Obispo de Roma, las más fuertes, a algunos no le dicen nada, y tal vez una palabrita, una cosa pequeña les dice más. Y recordando una anécdota de un gran predicador español, que después de un gran sermón bien preparado, confesó a un hombre, un gran pecador público, y sorprendido le preguntó: “dígame ¿en qué momento ha sentido que Dios le tocaba el corazón? ¿Con qué palabra? … Cuando usted dijo: Pasemos a otro tema”. A veces, las palabras más simples – precisó el Papa – son las que nos ayudan más, o las más complicadas: a cada uno, el Señor le da la palabra justa.
Finalmente, el Papa Francisco agradeció al P. Michelini por todo lo que ha hecho en estos días, “y te deseo – agregó el Papa – que sigas trabajando para la Iglesia, en la Iglesia, en la exégesis, en tantas cosas que la Iglesia te confía. Pero, sobre todo, te deseo que seas un buen fraile”.
(Renato Martinez – Radio Vaticano)