(RV).- Con alegría el Santo Padre Francisco dio su bienvenida, la mañana del segundo lunes de octubre, a los participantes en el Capítulo General de la Sociedad del Apostolado Católico, conocidos como Padres Palotinos, junto a los demás miembros que comparten su apostolado y el carisma de San Vicente Pallotti.
De su santo Fundador, y del valioso don de su carisma, el Papa Bergoglio recordó:
“Él se convirtió en un faro iluminante e inspirador en la Iglesia. Su carisma es un don precioso del Espíritu Santo, porque ha suscitado y suscita varias formas de vida apostólica e insta a los fieles a comprometerse activamente en el testimonio evangélico.
Además, el Obispo de Roma dijo que San Vicente había comprendido que para poder vivir la comunión con Dios es necesario poner en el centro a Jesucristo, “el divino Modelo de todo el género humano”, tal como él mismo lo había escrito. Y añadió que en este Año Santo de la Misericordia, deseaba recordar que tuvo el don de reconocer que Jesús es el Apóstol del Padre, grande en el amor y rico de misericordia, es Aquel que cumple su misión revelando a todos el tierno amor y la infinita misericordia del Padre.
“Este misterio de la paternidad de Dios, que a cada hombre, mediante la obra del Hijo, abre su corazón lleno de amor y de compasión, adquiere un significado especial en nuestros tiempos. Ante nuestros ojos pasan cada día escenas de violencia, rostros sin piedad, corazones endurecidos y desolados. Tenemos tanta necesidad de acordarnos de aquel Padre, cuyo corazón piensa en todos y quiere la salvación de cada hombre. La misericordia es ‘la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón’ (Bula Misericordiae Vultus, 9)”.
Después de referirse a las reflexiones de su Asamblea General, que se centraron en las mismas palabras de su santo Fundador, quien indicaba que la regla fundamental de su Congregación es “la vida de nuestro Señor Jesucristo para imitarlo con humildad y confianza”; el Papa Francisco aludió a la necesidad que todos tenemos de una profunda conversión y a la urgencia de reavivar la fe en Jesús.
“¡Sólo así – exclamó el Santo Padre – podremos servir a nuestro prójimo en la caridad!
“Queridos hermanos, los animo a proseguir su camino con alegría y esperanza, comprometiéndose con todo su corazón y con todas sus fuerzas, para que el carisma de su Fundador produzca frutos abundantes también en nuestro tiempo”.
Por otra parte, el Papa añadió que la Unión del Apostolado Católico, que es portadora del carisma de San Vicente Pallotti, ofrece numerosos espacios y abre nuevos horizontes para participar en la misión de la Iglesia.
“Por eso ella está llamada a trabajar con renovado impulso para despertar la fe y volver a encender la caridad, especialmente entre los sectores más débiles de la población, pobres espiritual y materialmente. En esto, están sostenidos por el ejemplo de tantos de sus hermanos, auténticos testigos del Evangelio, que han dedicado su vida al servicio de los demás. Yo también, durante mi servicio pastoral en Argentina, he conocido a algunos y conservo grata memoria de ellos”.
Francisco concluyó su encuentro con los Padres Palotinos encomendándolos a la protección de María Santísima, a quien san Vicente Pallotti veneraba de modo especial como Reina de los Apóstoles. “También yo – les dijo el Papa – me encomiendo a sus oraciones” y tras manifestarles su deseo de que obtengan los mejores frutos de los trabajos de su Asamblea, les impartió de corazón su Bendición Apostólica.
(María Fernanda Bernasconi – RV).
(from Vatican Radio)