S. S. FRANCISCO: A las ‘Hermanas Hospitalarias de la Misericordia’: «No se cansen de ser amigas, hermanas y madres.

El Papa a las ‘Hermanas Hospitalarias de la Misericordia’: «No se cansen de ser amigas, hermanas y madres

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2016-09-24 Radio Vaticana

(RV).- El Papa Francisco recibió a las Hermanas Hospitalarias de la Misericordia, Instituto Religioso de Derecho Pontificio fundado por la Sierva de Dios Princesa Teresa Orsini Doria. Una audiencia en la que participaron alrededor de 130 religiosas y en la que se vivieron momentos muy emocionantes, como cuando el Santo Padre les recordó que ellas son un “signo concreto de la misericordia” y que ante la debilidad de la enfermedad “no pueden haber distinciones de estado social, raza, lengua y cultura”.

El Santo Padre les pidió que nunca se rindan ante su “precioso servicio, a pesar de las dificultades que puedan encontrar”. “No se cansen de ser amigas, hermanas y madres de los enfermos; Que la oración sea siempre la linfa que sostenga vuestra misión evangelizadora”.

El carisma de las Hermanas Hospitalarias de la Misericordia radica en vivir la misericordia, sobre todo con la asistencia a los enfermos, de este modo profesan un cuarto voto de hospitalidad que las obliga a la atención de cualquier hermano afectado física, moral o espiritualmente.

Cuando se acercan a cada enfermo tienen en el corazón la paz y la alegría que son el fruto del Espíritu Santo. Sobre aquella cama de hospital siempre yace Jesús, presente en aquella persona que sufre y es Él quien pide ayuda a cada uno de ustedes. Es Jesús. A veces uno puede pensar: ‘algunos enfermos molestan’. ¡Pero también nosotros molestamos al Señor, y nos soporta y nos acompaña! Que la cercanía de Jesús a los más débiles sea vuestra fuerza”, exhortó Francisco.

El cuarto voto que os caracteriza como familia religiosa es muy actual, sobre todo porque se multiplican las personas sin familia, sin casa, sin patria y necesitan ser acogidas. Viviendo con coherencia este voto particular, asuman ustedes mismas los sentimientos de Cristo, el cual “se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza” (2 Cor 8,9). Que les acompañe siempre la Santa Madre de la Misericordia y les sostenga en el servicio cotidiano a los más pobres. Les bendigo de corazón y les pido por favor que recen por mí.

(MZ-RV)

(from Vatican Radio)