Huerta del Convento de la Santa Cruz, Calle Independencia s/n, Centro, Santiago de Querétaro, Qro. 14 de Mayo de 2017.
El día 14 de Mayo de 2017, el Movimiento de la Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo (RCCES) realizaron su retiro anual, con motivo de su 50 aniversario, la Celebración Eucarística, fue presidida por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro y concelebrada por los Pbros. Fray Alfonso Reséndiz y Fr. Refugio Cortes.
Mons. Faustino, saludó de manera muy afectuosa a todos los asistentes a este retiro y recordó a todos los fieles reunidos, el tiempo litúrgico que se vive y medita en esta pascua, así como el centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima (13 de mayo de 1917) y en su Homilía puntualizo lo siguiente:
«Los invito a pedir por los enfermos hoy, pero también vamos a pedir por las familias, por la paz del mundo; SS el Papa Francisco nos está invitando mucho a pedir por la paz, en nuestros hogares, en nuestro corazón, y en Siria, pero después de Siria, México está en segundo lugar a nivel mundial en violencia, así que hay que pedir por México, pidamos pues a Dios la paz, digamos juntos ¡Paz y Bien!
«Hermanos Sacerdotes, hermanos que hoy han vivido este encuentro (RCCES) sin duda que hacer un alto en el camino siempre fortalece nuestra fe, valdría la pena que nos preguntáramos ¿cuál es el camino que estamos recorriendo? Un encuentro como este, a veces hace que despertemos, un encuentro como este, fortalece nuestra vida de fe, un encuentro como este, nos retroalimenta, no solamente por las reflexiones que escuchamos, si no por la apertura que tenemos a convivir en fraternidad con hermanos que tienen los mismos ideales, el ideal de la salvación, el ideal de la santidad, el ideal de una vida cristiana cada día, y este es un desafío permanente; por eso, lo que se vive aquí ¿Cómo traducirlo a la vida? ¿Cómo aterrizar el día de mañana en nuestro hogar, en nuestro trabajo, en nuestra relación con la familia? que es uno de los puntos más desafiantes y difíciles que tenemos que afrontar día con día a veces lamentablemente. ¿Cómo será el día de mañana el encuentro con los demás, con la pareja, con los hijos, con aquel que tiene adicciones que está cerca de mí? Hoy, creo que podemos encontrar una manera, un estilo de vivir, el Evangelio comienza diciéndonos: «a donde Yo voy, hay muchas habitaciones» casi -nos dice Jesús. hay una para cada uno, pero ¿qué tienen hacer? ¡Pues gánenselas!, no es gratis, gánenselas con sus esfuerzos, con sus luchas.
«El día de ayer celebramos el Centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima, y el Papa, presidiá esta Celebración, y sin duda recordamos aquellos pequeños a los cuales se les apareció la Santísima Virgen María, ¿Recuerdan el nombre de estos pequeños? se llamaban Jacinta, Lucia y Francisco; dos niñas y un niño. ¿Cuál fue el mensaje de la Virgen cuando le pregunto Lucia, «yo me voy a salvar, Jacinta se va a salvar, y se va a salvar Francisco»? pero les dice la Virgen: «Sí, sí se van a salvar, pero antes tienen que rezar mucho». Entonces la cosa no es gratis, nos va a costar esfuerzo de rezar el Rosario, y esto no puede ser más fácil para alcanzar la salvación, y esto no nos lleva más tiempo que dedicarle unos 20 minutitos al día para cumplir con esta devoción a nuestra principal Intercesora, la Virgen María. Entonces este camino de salvación, la Virgen nos advirtió hace años, y nosotros no hemos agarrado la idea del pensamiento de Dios, hace 100 años nos dijeron, recen el rosario, junto con penitencia y ayuno, para poder alcanzar la salvación. Esto es parte del estilo de vida y como fruto de lo que nos dice el Evangelio, para que ustedes alcancen estas habitaciones y se salven, tienen que seguir el camino, tienen que caminar en la verdad y en la vida, y María nos acerca a su Hijo Jesús por medio de la penitencia, ayuno y rezo del rosario, porque él es; ¡el camino, la verdad y la vida!. Si todos dijéramos, vivo en el camino, que bonito seria, pero a veces decimos: yo soy de este movimiento, yo soy de este otro, yo soy de esta dimensión, etc, pero si seguimos un solo camino que es Jesús, y el nos pide caminar en comunión, por eso nos dice: «sean uno, como mi Padre y Yo somos uno”, “perdonen y serán perdonados”, “confíen en mi”, “toquen y se les abrirá» el estilo de vida de Jesús es recto y es único.
Pero no nos justifiquemos de cualquier cosa, por ejemplo, “dije una mentira Padre, pero piadosa”, “me voy a tomar un poco con mis amigos, pero nadamas poquito”, “voy a esta fiesta pero voy a llegar tarde”, entonces caemos en ser alcohólico-católico, un adultero pero católico y llegamos a ser todo…menos seguidores de Jesús; por eso hay que revisar nuestro camino, cual es el camino que estoy recorriendo.
Por tanto, si queremos seguir el camino de Cristo, debemos decir ¡basta a las justificaciones, basta a las ambigüedades, basta a mis intereses, basta a hacer las cosas como yo quiero y no como las quiere Dios!, y no ser como algunos católicos que llegan a las Parroquias diciendo: «quiero bautizar, pero no quiero ir a las platicas pre-bautismales»… eso no es seguir el camino, seguir el camino es luchar todos los días por vivir en la verdad y vivir en la vida de Dios que es la vida de la gracia».
«Si nos ponemos a reflexionar ¿cuantos días al año estoy viviendo en gracia de Dios y cuantos días vivo en pecado? el cristiano verdadero y seguidor de Jesús le urge la vida de la gracia, sin la gracia esta vida no es vida y le urge por tanto siempre que se desvía del camino regresar al sendero de la verdad y no poner pretextos ambiguos de solo confesarse una vez al año, o confesarse cada vez que lo sienta, el sacramento de la reconciliación está al alcance de todos de manera gratuita para permanecer siempre en el camino de la verdad.
Cuando dice Jesús que hay que perdonar, hay que perdonar, cuando dice Jesús que hay que decir la verdad, hay que decir la verdad y cuando nos decidimos a ser seguidores de Jesús, hay que seguir y permanecer siempre en estado de gracia; y estos encuentros como el de este día, nos ayuda para reconciliarnos y acercarnos a Dios. No esperemos alguna platica especial, o algún retiro para poder acercarnos a este precioso Sacramento de la Reconciliación, estemos siempre preparados ante las asechanzas del maligno.
Hermanos, vale la pena que al alabar al Señor, no lo hagamos como lo dice el Profeta Isaías, «con las manos y con el corazón sucio», vale la pena hacer nuestro examen de conciencia de manera permanente, para no tener manchadas nuestras manos de tantas cosas todo el año, y después tranquilizar mi conciencia lavándolas un ratito, vale la pena acoger a Jesús como nuestro camino, verdad y vida.
Pidamos a Dios como lo hizo Moisés, que nos libere de toda esclavitud, libres de todo pecado, de aquello que nos impide vivir feliz y en estado de gracia, vivamos en libertad, porque para ser discípulo misionero, debemos transmitir alegría y paz a nuestros hermanos y solo lo podremos conseguir con Jesús a través de María.
Hermanos Franciscanos resuciten en la paz y el bien, vayan a misionar hablando de la paz y el bien, del amor de Dios a los hogares, seamos un ejército de misioneros, porque un cristiano católico, no puede ser de otra manera que transmitiendo las obras de misericordia.
Pidamos al Señor que nos ayude a vivir en la verdad a vivir la vida de la gracia de Dios, y que la Virgen María nos clarifique el camino a seguir».
Al término de la celebración Mons. Faustino, impartió la bendición y deseo un buen viaje de regreso a sus hogares a todos los participantes a este retiro.