Jilotepec, Estado de México. 19 de Julio de 2017.
El miércoles 19 de Junio de 2017, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, obispo de la Diócesis de Querétaro, celebro la Sagrada Eucaristía, en el Bosque, ubicado en Jilotepec, Estado de México, en donde 11 niñas y un niño, se alimentaran por primera vez del Cuerpo y la Sangre de Cristo, participando del Sacramento de Comunión, después de haber sido preparados debidamente, por sus catequistas y acompañados de sus papas y padrinos, y participar del banquete Eucarístico.
En su homilía Mons. Faustino les invito a agradecer que: “Jesús quiso darte a ti y a mí, esa comida de su Sagrado Cuerpo y de su preciosísima Sangre, que alimenta el camino de la vida de los cristianos”.
Se hizo una monición de entrada que a la letra decía: refrendamos nuestro compromiso de ser cristiano y seguir a Jesucristo camino verdad y vida y nos alegramos con estos niños que por primera vez se alimentaran del Cuerpo y la Sangre de Cristo, en la Santa Eucaristía.
Por ello nos hemos reunidos aquí, familiares, amigos, catequistas, y toda esta comunidad cristina, participemos con alegría.
Acto seguido, un papá y una mamá en representación de todos los papas, pidieron a Mons. Faustino, que sus hijos fueran admitidos a participar de la gracia del Sacramento de la Eucaristía diciendo: Nos comprometimos a educar a nuestros hijos conforme a la ley de Cristo y de su iglesia, a darle siempre buen ejemplo y orar frecuentemente por ellos y con ellos para que permanecieran fieles como hijos de Dios, y miembros de la comunidad Cristina.
De nuestra parte podemos afirmar que ellos se han interesado por conocer a Dios y quieren aprender a amarlo como él se merece, y amar a su prójimo como él nos pide, después de una cuidadosa preparación a nombre de todos los papas de estos niños pido a usted sean admitidos a recibir la Santa Eucaristía.
– Mons. Faustino: ¿se han preparado conscientemente para acercarse a recibir tan grande Sacramento?
– Catequista: R.- a nombre de los catequistas que los formamos nosotros damos testimonio de que estos niños de han preparado adecuadamente y hemos tratado de cumplir la misión que se nos ha confiado para prepararlos para participar en la mesa de la Eucaristía.
Hemos recorrido justos un camino de fe, de encuentro y de conocimiento de Jesús ahora se los presentamos y le pedimos sean admitidos al banquete Eucarístico.
– Mons. Faustino: ¿creer que son dignos?
– Catequista: por la fe, que tienen en sus almas desde el día de su Bautismo y por la gracia que han recibido en el Sacramento de la Penitencia, creo que son signos.
– Mons. Faustino: ¿con que ayuda cuentan para preservar la vida cristiana y las responsabilidades que hoy toman?
– Catequista: con la gracia de Dios que nunca les falta, con el consejo y el ejemplo de sus padres, y con el testimonio de toda la comunidad cristina, esperamos además que desde hoy y para siempre vivan como buenos cristinas.
Mons. Faustino: siendo así yo en nombre de la iglesia los admito a la primera comunión y pido a Jesús que siempre conserven la gracia y la alegría de este día abran su corazón a Jesús con mucho amor y él será siempre su amigo y su alimento para la vida eterna, y a ustedes paras y miembros mayores de esta comunidad cristina les pido que siempre les ayuden.
Todos: te damos gracias Señor. En su homilía Mons. Faustino les compartió:
“Dios, ha hecho muchos milagros y cada una de ustedes puede testimoniar el milagro en su corazón y en su propia carne, que seguramente Dios ha hecho y quienes peregrinamos lo hacemos convencidos de que Dios, está con nosotros, de que la Virgen nos acompaña y que ella nos protege.
Estamos convencidos de eso y tenemos que seguir elevando nuestras oraciones muchos rosarios, son los hemos rezados a lo largo de este gran itinerario, pero en cada una de eses oraciones que bueno que pidas por ti personalmente, pero también que pidas por tu familia, y además que pidas por este ambiente social, en el cual se desarrolla la familia, tus hijos, este ambiente social en el cual vivimos todos lo conocemos y sabemos que está llena de prueba y de tentaciones, porque nuestra vida es un peregrinar y la meta es el cielo para el hombre y para la mujer de Fe.
Hoy en la palabra de Dios se nos describe una peregrinación, una peregrinación de un pueblo que decía que creía muchos en Dios, y así era, sin embargo a pesar de que Dios hizo muchos milagros, como dejarlos salir de la esclavitud en Egipto, como haberlos salvado de aquellos ejércitos egipcios, abriendo las aguas del mar rojo, para que el pueblo Judío, pasara por un camino seco para poderse liberar de estos egipcios, estos prodigios los hizo Dios, sin embargo aun con la convicción de que Dios estaba con ellos, aun con la fe que tenían en su Dios, ellos en el camino, en el desierto cuando experimentaron el hambre y la sed, comenzaron a dudar de Dios, y hablar mal de Dios, es decir a murmurar contra Dios y esto no se vale.
Si Dios ha sido bueno con el pueblo si Dios, ha hecho prodigios en ti, no se vale probar a Dios, no se vale exigir a Dios, la fe es cerrar los ojos y decirle al Señor hágase tu voluntad en mi vida y en los momentos más difíciles que me puedan suceder, aquel pueblo sin embargo, por la misericordia de Dios en ese momento a pesar de las murmuraciones, “para que nos sacó de Egipto, nos hubiera dejado allá, para que tanto sufrimiento en este camino mejor hubiéramos permanecido de esclavos, teniendo el alimento seguro etc.” Hablan de Dios murmuran de Dios a pesar de las murmuraciones, a pesar de su pecado, a pesar de estas actitudes de falta de fe contra Dios, Dios es misericordioso.
En aquella situación, de peregrinación y de hambre del pueblo, Dios es capaz de saciar el hambre del pueblo, y lo sacia con un pan nos dice la Palabra de Dios que viene del cielo, de tal manera que todos pueden diariamente, comer de aquel pan que Dios les daba, el mama en el desierto, ellos no sabían descifrar que es aquellos, sin embargo se alimentaban de él. Sabemos por la historia bíblica que después se enfadaron y pidieron más y más, porque así es el ser humano sin embargo Dios les dio codornices, Dios parte la roca para darles agua, Dios les da lo que necesitan en el camino.
Hermanas Dios no se cansa de sus hijos, como una buena madre no se cansa de ayudar a sus hijos, en el camino somos testigos de cómo la mamá va alentando a sus hijos en la peregrinación, como está pendiente del que les falta, como lo anima a seguir caminando, como lo entretiene ayudándole a aprenderse los cantos, a bailar y la mamá baila con los niños, como la mamá está pendiente de si tiene sed, de si quiere ir al baño, de si quiere comer algo, como la mamá está pendiente de sus descansos. Dios es como una madre está pendiente de nosotros; sin embargo a veces los hijos no somos tan fieles como lo es, el padre y la madre, o como lo es Dios.
Hermanos a lo largo de esta ruta de fe hemos insistido en que es una oportunidad para hacer unos ejercicios espirituales, para hacer nuestro discernimiento de vida, para fortalecer nuestro proyecto de vida y preguntarnos y preguntarle a Dios en oración, ¿Qué es lo que tú quieres para mí? Y ¿Qué es lo que yo debo como correspondencia darle a Dios? allí sigue la mamá ayudando a sus hijos hasta el final, allí esta Dios. Dios que no se fatiga, Dios que no se cansa, Dios que no se queda indiferente ante nuestras necesidades. Por eso aquel pueblo de Israel, a pesar de sus infidelidades, que fue comparado con una esposa infiel, es atendido por Dios hasta llegar a la tierra prometida.
Hermanos, hermanas, hoy vale la pena en este día en que somos testigos de que unos niños y niñas se acercan a recibir por primera vez el Pan bajado del cielo, pero no es el pan misterioso del antiguo testamento, sino ese pan que es la presencia real de Jesús, y el cual se nos describía en el Evangelio y en la segunda lectura, esa comida que él mismo Jesús quiso darte a ti y a mí, esa comida de su Sagrado Cuerpo y de su preciosísima Sangre, que alimenta el camino de la vida de los cristianos.
Hoy los papas, y los padrinos traen a estos niños, como nos llevaron a nosotros, si estábamos pequeños, pero nuestros papas, nuestra mamá han querido siempre lo mejor para nosotros y por eso nos traen, porque saben que el alimentarse de Dios en la Eucaristía, es un fortalecer nuestra vida cristiana y el mantenernos de pie, sobre todo lo podemos decir con la experiencia de poder recibir a Jesucristo todos los días.
Hermanos, si queremos seguir viendo milagros vallamos a misa todos los días y allí, un pedazo de pan y un poco de vino, se convierten en el Cuerpo de Cristo y en la Sangre de Señor, no vayamos muy lejos allí están los prodigios de Dios, pero también tenemos muchas oportunidades para percibir, recibir y ser testigos de esos grande signos del amor de Dios.
Hoy nos centramos en este signo del amor de Dios, como es la Eucaristía, seguramente en el comulgar de cada una de ustedes, experimentan la fortaleza para seguir caminando si en esta peregrinación, pero sobre todo para seguir peregrinando en este camino de la vida, creo que si un fruto podemos sacar de la peregrinación es, orar todos los días, pero también alimentarnos de Cristo todos los días, porque en la verdadera peregrinación hay oración, porque en la legitima peregrinación y la legitima peregrina se acerca a Jesús y celebra la Eucaristía, y se alimenta del Señor.
Hermanos dejemos de ver que hacen los demás, y percibamos lo positivo del otro y centrémonos en la responsabilidad que yo tengo ante Dios. Dios quiere comulgar conmigo y yo quiero comulgar con él, Dios quiere acercarse a ti, dale la oportunidad en esta peregrinación, es el contacto íntimo entre nosotros seres humanos con nuestro creador, y eso puede hacer el milagro que tú quieras en tu vida.
Hace poco tiempo un sacerdote, resulto con un tumor maligno en su cabeza, y siguió su tratamiento un tratamiento sencillo, prácticamente decir hágase la voluntad de Dios, y de repente el sacerdote se presenta con su neurólogo y el neurólogo le dijo, esta sanado usted padre, ya no tienen nada, ¿a quién se encomendó? ¿a quién le pidió la intercesión?, y el sacerdote comento, allí cuando yo consagraba, allí delante de Jesús, allí le pedía mi salud y ese es Jesús Eucaristía, allí cuando le recibas en tu boca y en tu corazón, allí pídele por tu salud espiritual y por tu salud corporal, porque es Jesús vivo ¿de que otra manera quieres que Jesús llegue a tu vida y a tu corazón?.
Hermanos alentemos a estos niños a estas niñas, aliente a sus hijos pero no, lo podrán hacer solamente ordenándoles, o diciéndoles háganlo, hagámoslo con nuestro ejemplo como quiera se lucha todos los días por no caer en la tentación, ¿Por qué no luchar estando en gracias de Dio? Es más fácil luchar en la vida cristiana, estando en gracia de Dios, que estando empecatados, porque sé que ustedes peregrinas son mujeres con valores, pero sobre todo son mujeres que han sembrado en su familia en sus vida desde sus abuelos y desde sus antepasados la semillas del Evangelio, ahora demuéstrenlo, ahora es la oportunidad de Evangelizar con nuestro testimonio, ahora es la oportunidad de que nosotros demos de lo mucho que nos ha dado en el caminar familiar, de los muchos que se nos ha dado Dios.
Una sociedad no la podemos mirar con indiferencia que se pierda, cuando nosotros somos parte de esa sociedad, empecemos cada uno de nosotros, empiecen ustedes peregrinas a sembrar semillas de Evangelio, en su familia, en su vida, en su esposo, en sus hijos y Dios seguirá haciendo milagros más grande que curar cualquier cáncer, especialmente este gran cáncer que hay en el corazón cuando nosotros estamos son la gracias de Dios.
Que Dios nos ayude y bendiga a estos niños y niñas, que Dios fortalezca la fe de cada uno de nosotros para acercarnos a Jesús vivo, allí en la Eucaristía y que él haga el milagro de nuestra conversión, hoy de manera especial pedimos la intercesión de nuestra madre, la Santísima Virgen María, nuestra Señora de Fátima, ella que tanto como ya nos decía el Padre Ray en sus comentarios, insistió en que recemos el rosario, y el rosario nos puede salvar y María está dispuesta a interceder por ti, para que seas salvada y estés eternamente con su hijo en cielo. Que Así Sea”.
Al terminar se continuó, en un ambiente de fraternidad, alegría y agradecimiento por todos los dones recibidos en esta Santa Misa y por la presencia de nuestro pastor Diocesano Mons. Faustino y se tomaron la foto del recuerdo.