(CODIPACSQRO) El lunes 3 de agosto el presbiterio queretano resaltó y honró la figura de Fray Junípero Serra, próximo santo evangelizador del México del siglo XVIII.
La iglesia diocesana de Querétaro celebró ante la próxima canonización del beato Junípero Serra, unidos fieles de la comunidad parroquial de Santiago Apóstol, casi un centenar de sacerdotes; el Decano para la Sierra, Pbro. Luis Serrano; el señor cura de Santiago en Jalpan, Pbro. Fidencio Servín; Mons. Florencio Olvera Sánchez, obispo emérito de Cuernavaca, oriundo de Tequisquiapan, y Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, IX obispo de Querétaro, manifestaron así la Iglesia en plenitud.
Los admirables religiosos franciscanos, como misioneros y de entre ellos Fray Junípero Serra son padres, constructores de la comunidad de Jalpan y de las otras cuatro misiones serranas. Ya pasados 248 años que los sacerdotes diocesanos cuidan de “las misiones”, que son ya comunidad de comunidades, siguen un Plan Diocesano de Pastoral, continúan el trabajo misionero de la Iglesia.
Esta celebración del presbiterio de la Diócesis de Querétaro, realza la próxima canonización del padre Junípero Serra, pidiendo a Dios ayude a todos los sacerdotes para ser fieles y generosos en la entrega por la Misión Permanente, de la que el futuro santo fue declarado como patrono, modelo y protector.
Un momento emotivo fue la entronización de una escultura en madera de San Junípero Serra y la bendición de una pintura que muestra la imagen del gran misionero, realizada por el Pbro. Ezequiel Muñoz García, sacerdote queretano. La escultura y la pintura como expresiones culturales se integran al patrimonio de esta misión y como expresión de fe serán instrumento para que los fieles manifiesten su devoción y agradecimiento a Dios por quienes dejándolo todo van a comunicar a otros la alegría del Evangelio.
Monseñor Faustino resaltó y honró la figura del gran misionero, Fray Junípero Serra, en el mismo lugar donde entregó su vida, desde donde el salió a las comunidades a realizar la tarea de Jesús, a anunciar la buena noticia.
En su homilía destacó tres aspectos partiendo de la Palabra de Dios y haciendo conciencia de la coyuntura histórica de Querétaro para continuar la misma misión. “El Señor es nuestra fortaleza”, es la convicción de todo misionero, sacerdote o bautizado. Esta es la motivación principal, la presencia de Dios en la propia vida. En segundo lugar, “solo no”, pues todos envueltos en la humanidad que tanto nos agobia y nos desvía del camino, debemos contar con la ayuda de Dios. Todo lo podemos con fe, el gran tesoro que Fray Junípero dejó como gran regalo a estas comunidades. Finalmente, “solo hay cinco panes y dos pescados”, el Señor quiere que demos de lo nuestro, como sacerdotes o como laicos para el bien de los hermanos ante la presencia del maligno que se manifiesta en el dolor y sufrimiento. Demos nuestros panes y peces, lo que somos, para realizar la tarea misionera, la nueva evangelización.
El señor obispo concluyó diciendo: “Que Fray Junípero Serra santo, sea un referente para todo nuestra Diócesis de Querétaro, que nos inspire, que nos anime a que es posible recorrer el camino de la santidad, a que es posible afrontar y vencer sin sacarle la vuelta a los obstáculos de nuestra vida muy personal, que Fray Junípero Serra también ilumine el camino de nuestra tarea misionera a todos los que amamos la evangelización y la misión”.
Jorge A. Rangel Sánchez
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