Soriano, Colón, Qro., 27 de octubre de 2019.
El día 27 de octubre con motivo de la 1ª. Peregrinación femenina de la Vida Consagrada, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Administrador de la Diócesis de Querétaro y Arzobispo electo de la Diócesis de Durango, presidio la Santa Misa en la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, y concelebrada por el Pbro. Lic. Sacramento Arias Montoya, Vicario Episcopal para la Vida Consagrada, en marco del año Jubilar Mariano, en la cual se puede lucrar con la indulgencia plenaria, una vez que se cumpla con los requisitos para ello.
En el Momento de la Eucaristía Don Faustino les compartió diciendo: “Muy queridos hermanos en Cristo Jesús les saludos a todos ustedes peregrinos que vienen a postrase ante nuestra madre la santísima virgen maría nuestra patrona de la Diócesis estamos celebrando 50 años que fue nombrada patrona de esta querida Diócesis, y a lo largo de este tiempo hemos visto las maravillas que Dios hace por intercesión de nuestra madre la virgen, hoy reconociendo todas estas bendiciones que Dios da por intercesión de María en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, hemos querido venir en este año jubilar junto con la vida consagrada, las damas, a rendirle este homenaje de veneración a nuestra madre de manera permanente y como todos ustedes que acuden a esta basílica a este santuario por eso unidos como iglesia elevamos nuestra gratitud a Dios, elevamos nuestras peticiones porque todos tenemos una necesidad que poner en sus manos, elevamos nuestra fe porque la fe es un don de Dios, y maría es ejemplo de fe, hoy por eso la contemplamos.
Pero maría también es ejemplo en nuestra vida, pues sus lagrima la contemplamos y allí esta con actitud dolorosa ante su hijo que agoniza y muere, ella sabe de sufrimientos y por eso nos entiende y sabe de nuestros sufrimientos; llenos de gozo sigamos celebrando este año Jubilar Mariano, sabiendo que este camino nos llevara finalmente a una magna celebración que tendremos el próximo 31 de octubre en el estadio corregidora, y el año que estar al terminar este año jubilar, aprovechando la indulgencia plenaria sabiendo que Dios nos da la posibilidad de ganar tantos beneficios a través de ella.
Y esto no tienen otro objetivo sino de mejorar nuestra vida espiritual, y nuestra vida personal y familiar, el objetivo es que nosotros crezcamos con un cambio de actitudes, que nosotros entremos en un proceso de conversión después de encontrarnos con Cristo por medio de María, vayamos desarrollando ese proceso que necesitamos todos para ser realmente discípulos de cristo viviendo en comunión y en la familia, en la P.C. y en la parroquia pero también nunca olvidarnos de que como ella somos también misioneros, sin embargo antes de todo este proceso miramos que necesito cambiar, en nuestra vida personal porque todos somos pecadores, Cristo tomo nuestra condición en todo menos en el pecado, como pecadores tenemos la posibilidad de recibir la ayuda de Dios. ¿Qué hay que hacer para recibir esta ayuda de Dios?, hoy el evangelio de manera especial nos da algunos elementos, hoy que no hay incomprensión ante quien es diferente, sin catalogar a las personas, haciendo juicio, la auto referencialidad que yo hago bien todo, sobre todo miedo a ver y enunciar todo aquellos que no esta bien en mi vida, son realidades que se esconden detrás de la afirmación que hoy en el evangelio, pone en labios de un fariseo, el cual dice: “oh Dios, de doy gracias porque no soy como los demás, ladrones, injustos adúlteros, ni como aquel publicano que esta hasta haya tras en el templo, ayuno dos veces por semana y doy el diezmo de mis bienes” así hablaba soberbiamente aquel fariseo del evangelio.
Esto nos lleva a preguntarnos ¿pero a quien pretende engañar ese fariseo?, en otros lugares, en otro lugar de la escritura se describe a los fariseos como personas incoherentes y escrupulosas, a los cuales Jesús les dirige en no pocas ocasiones invectivas fuertes, para que ellos corrijan su vida. Sera que este fariseo del Evangelio que no se ha dado cuenta de su realiza, se engaña a si mismo por eso cuanta falta le hace a este personaje darse la oportunidad de interiorizar para que con objetividad evalué su vida, como lo necesitamos nosotros y poder descubrir una lista interminable sin ver las virtudes que posee, como las tienen tú, pero de igual manera poder contemplar, lo que hoy también tiernamente llamamos áreas de oportunidad que no son otra cosa que aquello que esta mal en nuestra vida, y debemos cambiar.
Todo lo que la iglesia hace es un proceso, para nuestra salvación como decía el salmo de la liturgia de Laudes hoy: “El Señor quiere nuestra salvación y prosperidad”, por eso abramos las puertas a aquel “bendito el que viene en el nombre del Señor”, esta escena del evangelio me recuerda mucho una frase repetida muy a menudo por alguno cristiano que quizás, puedan decir no robo, no mató, no hago mal a nadie, que pecado pueden tener se preguntan ¿para qué me confieso? y esto no es otra cosa qué evadir la evaluación de una realidad y se siguen viviendo igual o peor, no nos extrañen de ver las situaciones complicadas o de vivir las virtudes de los santos no es sencillo. Alguna vez un santo afirmó al pecado por su nombre, es decir tenemos que reconocer aquellos defectos y situaciones que tengo, también la psicología nos ha enseñado que, para poder superar algún problema, procurar reconocerlo como el enfermo para que vaya al médico necesita reconocer que ésta enfermo.
En estas líneas los invito a que leamos el pasaje del evangelio de este domingo, que nos anime a reconocer no a juzgar, sino a reconocer en que tengo yo que cambiar, quizás para ser como el otro o para ayudar al otro, la pedagogía nos a enseñado que para obtener el perdón para poder iniciar una vida nueva, lo único que se requiere es aceptar, enunciar nuestra falta y no para lastimarnos o angustiarnos sino, para descubrir dónde estamos parados y poder así dar el siguiente paso una nueva etapa, donde yo me voy a confesar ante el sacerdote para que me dé una absolución en el nombre de Dios, y que realmente yo diga Señor perdóname es, el propósito de enmienda, no podemos confesarnos solamente para comulgar, tenemos que tener un propósito de cambiar de dentro, yo confieso para cambiar mi vida definitivamente.
Y realmente hermanos esta es la alegría del Evangelio, la invitación a saber quiénes somos, pero sobre todo saber que con Jesucristo siempre nace y renacer una nueva vida nueva, el publicano al reconocer su realidad puede tomar decisiones para cambiar y así puede cambiar, pero quién piensa que todo está bien que yo no le hago mal a nadie y está bien, quien pierde el tiempo juzgando a los demás, y que necesita la referencialidad, nunca podrá experimentar el amor de Dios ni la invitación al cambio, somos católicos y tenemos ese referente, sin embargo ser católico significa imitar a Jesús nosotros tenemos que encontrarnos con él dice el Evangelio, Jesús no se desviaba del camino, Jesús nunca justifico un pecado, Jesús siempre perdono, siempre abrazo al hermano, nunca descarto a nadie, seamos católicos como Jesús.
Queridos hermanos, a la luz del Evangelio de este domingo, quiero invitarlos a un profundo examen de conciencia, que nos permita madurar la riqueza de nuestro corazón, pero también con humildad y profundo honestidad denunciar aquellas cosas que no están bien y que deben empezar a cambiar; Dios ya lo sabe y quizás también nosotros pero ahora es necesario asumir el compromiso de cambio dar el siguiente paso, quien quiera vivir con dignidad, y plenitud no tiene otro camino más que, reconocer su caminar y a través de su caminar y reconocer a quien mi vida conoce.
Queridas hermanas religiosas, que este evangelio también a nosotros nos invite a asumir el desafío en nuestra vida cristiana, de nuestra comunidad donde la fraternidad es un factor importante, donde no podemos estar distanciados, donde asumimos este estado de vida, y hacer la voluntad de Dios. Queridas hermanas religiosas gracias por su testimonio y alegría en esta Dieseis de Querétaro, gracias por su colaboración en aquellos lineamientos pastorales, que con sus carismas ustedes van realizando, implementando y llevando a sus comunidades la tarea evangelizadora que realizan.
Gracias por este testimonio de estar allí, en esa comunidad parroquial, en esa comunidad pobre, es ese hospital, en esa escuela, en ese estar donde el señor te ha sembrado, para que tu des fruto, que tu estancia allí sea alegría, que tu permanencia en este caminar, no sea modestia, sino que sea una profunda motivación para consagrarte al Señor como esposa suya. Que el Señor les ayude y que esta oportunidad de venir en comunidad en peregrinación junto con nuestro pueblo, nos hagan también entrar a nosotros de toda esa unidad que vivimos en Querétaro, Que nuestra madre la Santísima Virgen María nos ayude a hacer lo que su hijo Jesús nos pide y nos dice, y que esta sea una oportunidad para lucrar con la indulgencia plenaria, luchando por lo que la iglesia nos pide, que el Señor bendiga toda nuestra vida consagrada, y toda nuestra comunidad Diocesana y siga bendiciendo los caminos misioneros que en ella se realizan, que la santísima Virgen siempre pendiente de nosotros con su mirada tierna nos siga acompañando como nos ha acompañado desde hace 50 años en nuestra Señora de los Dolores de Soriano como patrona Principal y celestial de Nuestra diócesis de Querétaro. Que Así sea”.
Al terminar se tuvo una pequeña convivencia en la huerta de la Basílica de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, en un ambiente de fraternidad y espiritualidad de comunión.