¿Qué buscan?
Jn 1,38
El Evangelio de este domingo nos muestra la elección de los primeros Discípulos. El relato comienza con el testimonio de Juan «Este es el Cordero de Dios» esta afirmación impulsa a los discípulos a seguir a ese hombre, pues después de haber escuchado tal referencia, ellos se hacen una idea favorable sobre la persona de Jesús. La perícopa pone de manifiesto, el papel fundamental de las mediaciones humanas en la historia de la Salvación; primero Juan el Bautista es quien da a conocer la personalidad de Jesús, después será Andrés y Felipe. Quizás este sea nuestro caso.Hoy muchos de nosotros hemos decidido profesar nuestra fe gracias al testimonio de otros: nuestros padres, padrinos, catequistas, sacerdotes y muchas personas a lo largo de nuestra vida nos han trasmitido la fe y las tradiciones, quizás muchos de nosotros seguimos viniendo a misa por un hermoso habito formado desde nuestra niñez.
El evangelio continúa presentando las primeras palabras pronunciadas por Jesús: ¿Qué buscan? Estas palabras van al fondo del corazón humano y tocan las raíces mismas de la existencia humana. Es interesante notar que Jesús no empieza a comunicarse proponiendo una enseñanza, sino un coloquio. Los discípulos no dicen lo que buscan; pues lo que ellos persiguen no se puede explicar con la simplicidad que da la brevedad, ellos responden con una pregunta «Maestro ¿Dónde vives?». Jesús acoge su petición y no solo les muestra donde vive, sino que los invita a abrir sus horizontes, y no solo tener una idea de su persona aprendida por lo que otros les han dicho, sino que ellos mismos pueden tener una experiencia personal con el Dios hecho hombre.
Cada domingo nosotros acudimos a nuestros templos para celebrar la santa Eucaristía, todos venimos movidos por la fe que alguien nos ha transmitido, las palabras de Jesús: ¿Qué buscan? Hoy siguen siendo actuales para todos los que acudimos con devoción a la santa misa. Cada domingo el Señor quiere interactuar con nosotros, no para darnos un libro de doctrinas y preceptos que se deben estudiar y observar so pena de condena de muerte o cometer pecados mortales, sino que Dios nos llama a entablar una relación personal de comunión con cada uno de nosotros, ya nos lo recordaba el Papa Benedicto XVI «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva» (Cart. Enc. Deus Caritas est n. 1).
Nosotros no venimos a misa por una inercia irracional, sino movidos por la fe en Jesús el Cordero de Dios, Cristo responde a nuestra fe con una invitación: «Vengan a ver» No se puede tener una relación personal a distancia y con encuentros fugases y acelerados (una hora cada semana) sino con verdadera disposición a seguir y a estar con el Señor, pues solo así es como se conoce al Verdadero Dios por quien se vive.
Quisiera que este domingo nos permitiéramos escuchar esta pregunta directa que Jesús te hace al entrar en la iglesia para celebrar la Eucarística: ¿Qué Buscas? Que esta pregunta que Dios nos hace a cada uno de nosotros sea el principio de nuestro coloquio con aquel que nos ha amado y nos sigue llamando.