Padre bueno y grande,
te damos gracias por regalarnos el don de la fe,
«tesoro que nadie nos puede quitar»
y que hemos de madurar en cada etapa de nuestra vida,
para llegar a ser santos, como Tú.
Señor Jesús, modelo de todo evangelizador,
concédenos como a Junípero Serra,
la conversión pastoral para «ir siempre adelante y nunca retroceder»,
teniendo el coraje y la audacia de transitar los nuevos escenarios
y desafíos que nos presenta la nueva evangelización,
en los cuales estamos llamados a comunicar,
especialmente con nuestra vida, la alegría del Evangelio.
Espíritu Santo, clamamos a Ti,
nuestra Diócesis tiene necesidad de discípulos misioneros
en misión permanente «siendo una Iglesia en salida».
Despierta en la mente y en el corazón de cada bautizado:
un nuevo ardor para comunicar con pasión el Evangelio,
nuevos métodos que sean creativos y humanizadores,
nuevas expresiones para hacer más sencillo,
el mensaje de la salvación.
Que mediante la intercesión de Junípero Serra,
Patrono de la misión permanente,
en la Iglesia diocesana de Querétaro,
recorramos con audacia evangélica los caminos de la misión
y nuestros fieles reciban sus bendiciones.
Amén.