Santísima Cruz, madero hermoso donde murió mi Señor Jesucristo para darme eterna luz y librarme del mal,
ante ti me humillo y reverente imploro a mi Señor que los padecimientos sobre ti recibió en su pasión,
me conceda los bienes espirituales y corporales.
Elevada ante el mundo, eres faro luminoso que congregas a tu alrededor a todos los cristianos
para entonar cantos de Gloria al Cristo Rey, que siendo dueño de todo lo creado,
permitió ser crucificado sobre Ti para la redención del género humano.
El camino que nos marques en el mundo seguiremos,
que a la Cruz siempre abrazados con su signo venceremos.
Amén.