Concepción Cabrera de Armida Arias, Nueva Beata Mexicana a partir del día 4 de mayo de 2019.
La Iglesia en México tendrá una nueva beata gracias a que el Papa Francisco aprobó la promulgación del decreto que reconoce el milagro atribuido a la intercesión de Concepción Cabrera de Armida Arias, madre de familia, cofundadora de la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo y fundadora de otras cuatro agrupaciones religiosas.
Según el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), el P. Daniel Rivera, Superior General de los Misioneros del Espíritu Santo, señaló que tras el anuncio hecho este 9 de junio por la Santa Sede, serán tres los objetivos de cara a la ceremonia de beatificación.
El primero es dar a conocer la vida de la futura beata y presentarla como modelo de santidad, tanto como laica, madre de familia y comprometida con la Iglesia.
El segundo objetivo es destacar que la beatificación lleva implícita la validación y vigencia de la espiritualidad de las Obras de la Cruz; y el tercero es dar a conocer estas obras que al paso de los años se han multiplicado hasta alcanzar 18 instituciones existentes.
Su vida
Concepción Cabrera de Armida nació el 8 de diciembre de 1862 en San Luis Potosí (México). Hija de una familia acomodada, era llamada cariñosamente “Conchita” por familiares y amigos, y creció muy unida a Jesús Eucaristía.
El 8 de noviembre de 1884 se casó con Francisco Armida García, natural de Monterrey. Tuvieron nueve hijos.
Sus biógrafos señalan que un hecho que marcó su itinerario espiritual fue la visión que tuvo de la Cruz del Apostolado mientras oraba en la iglesia de la Compañía de Jesús en San Luis Potosí.
El 17 de septiembre de 1901 fallece su esposo. Sin embargo, lucha por sacar adelante a sus hijos, confiando en Dios y siguiendo el ejemplo de la Virgen María.
La futura beata fundó el Apostolado de la Cruz en 1894, las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús en 1897, la Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús en 1909 y la Fraternidad de Cristo Sacerdote en 1912.
Fundadas las cinco Obras de la Cruz, Concepción Cabrera de Armida Conchita siguió adelante y durante el Gobierno de Plutarco Elías Calles refugió a varios sacerdotes que eran perseguidos.
Uno de ellos fue Mons. Ramón Ibarra y González, primer Arzobispo de Puebla y gran amigo de las Obras de la Cruz.
Finalmente, Concepción Cabrera de Armida murió el 3 de marzo de 1937 en Ciudad de México. En 1999 fue declarada Venerable por su San Juan Pablo II.