Pbro. Filiberto Cruz Reyes
Miserando atque eligendo es el lema episcopal del Papa francisco, de alguna manera su programa de vida como sucesor de los apóstoles y significa algo así como “mirándolo con amor (misericordia) y eligiéndolo”, un texto de una homilía de san Beda el Venerable que comenta el texto de san Mateo y el llamado de éste, cosa que el mismo Papa afirma diciendo: “El gerundio latino miserando me parece intraducible tanto en italiano como en español. A mí me gusta traducirlo con otro gerundio que no existe: misericordiando”. Así las cosas no debe extrañarnos pues que convoque a un año Jubilar de la Misericordia, mismo que ha empezado ya.
Ahora, con el programa ya dado a conocer para su visita a México podemos saber que, es un viaje apostólico, por eso se reunirá casi en primer término con los obispos mexicanos y celebrará la Misa en la Insigne Basílica Nacional de Nuestra Señora de Guadalupe para “confirmarlos en la fe” (Lc 22, 31-32) en su calidad de sucesor de Pedro; el lema de su viaje es “Misionero de misericordia y paz”, dio en entrevista al Padre Spadaro: “Soy un pecador en quien el Señor ha puesto los ojos […] Y no se trata de un modo de hablar o un género literario. Soy un pecador”; esta insistencia de proclamar la misericordia de Dios brota de una experiencia personal de haberla experimentado, pero también de constatar la deshumanización de este mundo, deshumanización fruto, en gran medida, de las consecuencias del pecado, cosa que se constata dentro y fuera de la Iglesia, por eso también se explican tantas resistencias a su reforma hacia el interior de la Iglesia. Junto con el año de la Misericordia el día 8 de diciembre entraron también en vigor las reformas a la legislación sobre el proceso de nulidad matrimonial, con las que pide a los Obispos mayor participación personal en los mismos, así como mayor rapidez en el tiempo de declarar una invalidez o validez del matrimonio.
Por supuesto que no puede dejar de entrevistarse con las Autoridades de la Nación y con el Cuerpo Diplomático, todos sus Legados trabajan constantemente entre otras cosas, en mediar la paz entre las naciones, prueba de ello es la colaboración para que se restablecieran las relaciones entre Estados Unidos y Cuba; tampoco ha quedado callado frente a las masacres de Siria.
El encuentro con los hermanos indígenas en Chiapas será un modo de llamar la atención sobre las estructuras de opresión que hacen que muchos hermanos se puedan sentir como extranjeros en su propia casa al verse excluidos sistemáticamente de los más esenciales bienes; el encuentro en Chihuahua con el mundo del trabajo evocará el universo de la maquila, mano de obra cualificada a bajo costo sin participación digna de los dividendos que las transnacionales obtienen, y de manera especial el mundo de la mujer y los feminicidios que no se reducen ya sólo a Ciudad Juárez; los jóvenes y la familia son también tema obligatoria de la visita. Fruto de la violencia desmedida que ha imperado en nuestra patria los últimos años es la sobrepoblación en los Centros de Readaptación Social, acaba de decirlo Francisco en su visita a Estados Unidos: estar recluido no es estar excluido; necesitamos una palabra de misericordia y luz frente a esta situación.
Felicidades Santo Padre por su cumpleaños y por la misericordia y paz que viene a proclamar a nuestra Patria, ha anunciar lo que dice hoy la liturgia de la primera lectura de la misa: “Habla mi amado y me dice: «¡Levántate, amada mía, hermosa mía, ven a mí! Porque ha pasado el invierno, las lluvias han cesado y se han ido, brotan flores en la vega, llega el tiempo de la poda, el arrullo de la tórtola se deja oír en los campos; apuntan los frutos en la higuera, la viña en flor difunde perfume” (cfr. Ct 2, 8-14).