Seminario Conciliar de Querétaro, 12 de Mayo de 2018.
El día 12 de mayo de 2018, se llevó a cabo el encuentro Diocesano de M.E.C (Ministros Extraordinarios de la Comunión), en el Seminario Conciliar de Querétaro, ubicado en Av. Hércules, 216, Pte., Col Hércules, Santiago de Querétaro, al que asistieron alrededor de 2000 ministros, pertenecientes a las distintas Parroquias que conforman nuestra Diócesis de Querétaro, la Santa Eucaristía fue presidida por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, quien en su homilía les compartió diciendo:
“Les saludo a todos ustedes en esta mañana, seguramente todos madrugaron, sobre todo los de más lejos, saludos a los de Peñamiller, saludos a los de la Sierra, saludos a los de Agua Zarca, Doctor Mora, Tolimán, pues de todos lados es Diocesano este encuentro, les saludos a todos, gracias por ese gran esfuerzo de formación que está dentro de los parámetros de quién realmente quiere consagrar su vida a Dios, en este ministerio Extraordinario de la Comunión y digo consagrar a Dios, porque no solamente se es ministro cuando vas portando la Eucaristía, se es Ministro en la vida pública, y en la vida privada.
¿Y qué es ser Ministro? -un Ministro Extraordinario de la Comunión, tiene unas atribuciones dadas por la iglesia y por el ordinario del lugar, y Extraordinario porque el Ministro Ordinario es el sacerdote, no es para hacer las veces del sacerdote, porque aparte de ser Ministro Extraordinario de la Comunión, hay muchos caminos y posibilidades para realizar la vocación bautismal de cada hombre y mujer laico que quiera realmente servir al Señor.
Y hoy quisiera que nos fijáramos en un laico, en un laico que aparece en la Primera Lectura y que se llama Apolo, Apolo había sido bautizado por San Juan Bautista, es decir tenía el bautismo de agua le faltaba el bautismo de Espíritu y podemos destacar tres características de este laico que se enamora de Jesús, esta es la clave, enamorarse de Jesús, quienes servimos al Señor tenemos que estar enamorados de Jesús, en el Evangelio se nos dice que el amor de Dios es una respuesta al amor que nosotros le tenemos a él, y a que creímos en él, por eso nos ama tanto Dios, ahí calculemos el amor se muestra con las obras y la fe sin obras es una fe muerta; entonces nosotros podemos medir si realmente amamos a Dios, porque las obras son las que nos delatan, y que alguien pueda decir mira estos como aman a Dios, como estos mejor me voy, para ser católico y ser así luego es ministro peor tantito, ¿habrá ministros borrachitos? -no debería.
En primer lugar Apolo el laico que había sido bautizado con el agua, él amaba las escrituras un hombre versado en la Palabra de Dios, como ustedes, ese es el ideal conocer cada vez más la Palabra de Dios, yo espero que dentro de su formación la Palabra de Dios sea el centro, que al llevar la Eucaristía en su mano lleven la Palabra de Dios, porque no pueden llevar la Eucaristía, sin proclamar la Palabra de Dios, no pueden, pero no solamente eso, yo ya cumplí traigo la Palabra de Dios, porque la Palabra de Dios es para todos los días, ¡y cuánto cuesta abrirla todos los días! y lo digo por experiencia, no hay tiempo, el tiempo hay que hacerlo, sin embargo el abrir y meditar la Palabra de Dios todos los días, da una seguridad para vivir la jornada, qué ningún miedo te puede distraer de poner todas tus acciones, y todo tu ser para Gloria de Dios.
Porque aquella meditación inicial en la jornada te ayuda a seguir profundizando todo el día, ordinariamente en nosotros un fruto inmediato es meditarla en función de las celebraciones que tendremos para poder también compartirle a la comunidad, ya no pudo venir aquí, a ver de qué se trata y escuchar y empezar a hablar, no, la boca habla de lo que está lleno el corazón, al menos hay que hacerle la lucha; sin embargo cuando hay vacío en el corazón, se mira a la persona, la improvisación se detecta y la improvisación no es de Dios, porque la Palabras de Dios leída es tan fuerte como el Sacramento de la Eucaristía, que toca la lengua de aquel enfermo, de aquella persona que visita, porque la Palabra de Dios es un Sacramento verdadero, porque la Palabra de Dios es Dios realmente allí presente él que nos habla, directo al corazón, porque la palabra de Dios transforma como transforma la Eucaristía, no subestimemos la lectura y la comprensión de la Palabra de Dios.
Apolo era un hombre que hablaba de Jesús, con emoción y todavía le faltaba catequesis, por eso la manera de hablar de Apolo era ¿cómo dice la primera lectura? -con valentía, valientemente hablaba de Jesús aunque solamente había recibido el bautismo de Juan, hablar valientemente, ¿cómo hablamos nosotros? al ver a un enfermo desanimado, porque un ordinariamente o se desanima con la enfermedad, no sé si ustedes han tenido la experiencia de enfermedad graves como el cáncer, y de repente vas con un médico y te dice: fíjese que su enfermedad parece que sigue, ¿y cómo te vas a casar? –devastado, pero cuando está devastada la persona creo que es un momento inigualable e invaluable para proclamarle con valentía y con alegría a Dios, por eso las oportunidades que tenemos es extraordinaria, al ir a ver a los enfermos, al ir a ver aquellas personas solas, hagámoslo con valentía y con alegría.
La alegría no es algo que se improvisa tampoco, la alegría es una virtud que se vive, si sales enojado de tu casa vas a llevar enojo, si andas empecatado pues no vas a llevar a Dios al otro, por eso creo que Apolo lleno de la Palabra de Dios, podía realizar su misión con gozo y con valentía; hermanos ministros estamos para animar a los hermanos, no para desanimarlos tengamos esa conciencia, estamos para ir con los enfermos que esa es su principal tarea, y no es el privilegio de que comulguen solo con la mano, no, los del privilegio son los enfermos, ya a veces lamentó que nos ciñamos como a veces lo hacemos los padres, de ir con los enfermos que nos avisan, cuando hay muchos que no nos avisan y allí están solos, y no lo digo porque alguien mandó una cartita anónimas, de que no se atiene a los enfermos.
Acabamos de hacer la misión en la comunidad de las Bienaventuranzas en Menchaca, y fuimos casa por casa, en cerro y escalones y subidas, porque aquello es subir y bajar, encontramos un caso donde tuvimos que tumbar una puerta para poder entrar porque aquel hombre estaba sólo, solo y eso es de los ministros que no lo habían visitado, porque es su responsabilidad, pero así voy a ir a sus parroquia y lo voy a hacer, así que váyanlos buscando, y las siguiente es Victoria Guanajuato, y la siguiente Lagunillas, la siguiente Santa Clara y así será parroquia por parroquia, y tenemos que llegar a esos hogares, ahí es a donde tenemos que llegar, no solo los que están alrededor del templo o más cerquitas, ¿cuánto te tocan? -5 ojalá y les tocarán 50 porque los hay, y eso es valentía y eso es alegría y este es el espíritu misionero.
Misión en la que no haya visiteo misionero, tengan la pasión por llevar la Palabra de Dios, y la Eucaristía, esos dos sacramentos deben ir juntos; pero tomemos la iniciativa no tienen que pedir permiso para ello, es misión permanente por tanto el Ministerio Extraordinario de la Comunión, tiene que ser muy codificado, agradezco lo que hacen hermanos, pero podemos extender mucho más con espíritu misionero esta tarea que solamente ustedes pueden hacer, si ya no pueden caminar pues quédense a orar. Apolo amaba las escrituras, Apolo tiene esa pasión por el Evangelio, hablaba convencido Priscila y Aquila lo vieron hablar bien bonito y sobre todo con convicción, ósea con deseos de comerse al mundo de anunciar la buena noticia.
Yo creo que Apolo hablaba como aquel que esta convencido de que Jesús resucitó, como el que tiene a Jesús en su corazón, de que Jesús ha transformado la vida ya me ha transformado su vida y eso es lo que trataba de comunicar el amor de Dios, nunca dejé denunciar el amor de Dios; Apolo había recibido el bautismo de Juan y le faltaba formación, por eso hay que pedir que los ministros tengan una formación y seguro que muchas parroquias tienen sus formaciones, y ¿qué hacen en esas reuniones? ¿Quiénes da la formación? los párrocos o algún enviado del sacerdote, lo importante es estar conscientes de la necesidad de ser formados, pero ser también dóciles a la voluntad de Dios.
Pidámosle a Dios hoy que realmente tengamos más amor, pensemos más en el amor a la Palabra de Dios que compartamos esa palabra con valentía como Apolo y tercero que tengamos la necesidad de la formación como es el arco del libro de los Hechos de los Apóstoles que quería ir a Grecia y para eso se preocupó Por recibir la formación de sus discípulos de Jesús porque no podemos presentarnos sin experiencia de Dios y sin formación cada vez más sólida en nuestra tarea de misiones; por último quiero recalcar el tema de la misión no dejen de misionar, no dejen de ir a las casas, no dejen de hablar del amor de Dios tenemos que ser una Diócesis que destaque como una Diócesis misionera.
No tengas miedo de hablar de la misión, San Pablo que ha aparecido en las narraciones de la primera lectura todos estos días nos describe las aventuras de San Pablo y lo que dice Dios es, no tengas miedo y cómo le iba a San Pablo sin embargo el día de ayer el Evangelio nos recuerde que su tristeza se convierta en es el camino de Jesús, el camino de la pasión para llegar a la alegría y el gozo de la resurrección acudamos a la Santísima Virgen María, nuestra patrona la Virgen de los Dolores de Soriano, ella nos conforta, nos sana, ella nos ha acompañado a través de la historia de esta Diócesis de Querétaro y ella quiere fortalecer nuestra fe y nuestro amor a su hijo Jesucristo para recibir cada vez más amor de Dios en nuestra vida y tener mucho que compartir a los demás, que la alegría del Señor y la Santísima Virgen María nos bendigan, decimos todos Amen”.
Al terminar la celebración Mons. Faustino pidió a los asistentes le saludarán a sus Sres. Párrocos, y se tomo la foto del recuerdo.