Ciudad episcopal, Santiago de Querétaro. 19 de Junio de 2016.
La comunidad que camina bajo la guía del ministerio de Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, fue convocada bajo la acción del Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Catedral de la ciudad episcopal, para celebrar el misterio de nuestra salvación.
En la homilía el Señor Obispo invitó al pueblo de Dios, a reconocer a Jesús como el enviado del Padre. Pues solo teniendo a Cristo como centro de la vida misma, se podrá ser fiel discípulo y misionero.
Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?” les preguntó Jesús. Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo”. Lc 18, 20
“Somos peregrinos encontrándose con Jesús en nuestra vida y en nuestra oración, es por ello que solo la convicción de caminar con la fuerza de la Palabra y la experiencia de la vida de Cristo, cuya manifestación es la verdad misma y la misericordia que dignifica al hombre, pueden motivar a salir a las calles de la ciudad, para mostrar lo que el Señor ha realizado por nosotros”.
«El desconocimiento de esta verdad es desconocer nuestra propia identidad como hijos amados de Dios. En este sentido es muy probable que, en la búsqueda de la respuesta por saber quién es Jesús para cada uno de los fieles, surjan otras respuestas, como las que dieron los discípulos, que esquematizan o limitan nuestra experiencia del Resucitado».
“Cada uno, pues, desde la dimensión de la experiencia, debe decir quién es el Señor” porque solo en este nivel es donde la vida se compromete a salir de su estado de esclavitud, para nacer a una vida que se atreva a decir sí a la propuesta del camino de Cristo; un sí a la Cruz, un sí a los momentos de sufrimiento, que siempre tienen un sentido; siendo en esa experiencia, donde da inicio la verdadera vida regenerada, libre y comprometida.
«Debemos contemplar la Cruz, que nos permite centrarnos más en la vida Dios, que en nuestro propios problemas. Así, pues, si alguna dificultad en la vida, no significa para nosotros una oportunidad de santificación, es por qué no está unida a la Cruz de Cristo. Esto respondía el apóstol Pedro cuando describía quién era Jesús para él; decir tú eres el Mesías es aceptar su Cruz para sí mismo. Nadie puede prescindir de esta sanadora realidad”
“Dios quiere que cada uno de nosotros vaya por caminos de discípulado, es decir, por sendas de fe solo de esta manera una misión tan sublime como es la extensión de la vida de Cristo a todos los estratos sociales, puede dar frutos de verdad para los demás. En virtud de esto, es exigencia para todos nosotros dar un paso decisivo y consciente hacia una auténtica profesión de fe como la del apóstol, que integre la totalidad de nuestro ser al servicio de la Cruz, y por tanto de la gloriosa resurrección que nos lleva generosamente al Padre».
Además se hizo extensiva una felicitación a todos los papás, que con su arduo trabajo y respuesta a la responsabilidad, hacen de las familias fuentes perennes de amor y acción comprometida en la sociedad.
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