El lunes 13 de julio de 2020 a las doce del medio día, se celebró, en el santuario de Nuestra Señora de El Pueblito, el Rito de las primeras profesiones en la Orden de Frailes Menores de la Provincia franciscana de San Pedro y San Pablo de Michoacán, donde los novicios: Fr. Filiberto Maciel Garcia, Fr. Juan Alonso Ramirez Hernández, Fr. José Francisco Alfaro Casas, Fr. Francisco Santos Alejo Fr. Jesús David Rivera García y Fr. Luis Damián Carranco Xilote, ante la presencia reducida de sus familiares, tomaron su primer profesión en la ceremonia presidida por Fr Gerardo Frausto, OFM, vicario provincial, quien en su homilia se dirigió a los presentes para reflexionar con ellos de la siguiente manera:
¿Cuándo habrán sentido ustedes la llamada a esta vida? si hacen memoria: ¿cuándo sintieron como decimos el gusanito de entrar al seminario? ¿si se acuerdan? o no se acuerdan? …Dios llama en su momento, y mejor que decir llama, Él hace sentir el llamado que hizo ya desde antes que fueran engendrados. Escuchamos en el libro del profeta Jeremías´, que la confianza una convicción que tiene desde antes de ser depositada la semilla de un nuevo ser. Dios llamó a la existencia con una vocación, con una misión, desde antes de nacer, sólo que en el caminar Él va presentando signos que nos hacen descubrir: como que por aquí me gustaría, como por aquí me siento atraído, como que Dios me llama a los 26 24 18 17 y 18 13, cada uno de nosotros tenemos una experiencia muy personal del llamado de Dios, Él llama a Quién ha pensado para Sí y lo llama a una vida muy concreta: a unos los llamó al matrimonio, a otros llama la vida religiosa, a otros los llama al sacerdocio, pero es Dios quien llama a la existencia con una tarea específica: “Mira que yo te envío e irás a donde yo te mande y dirás las palabras que yo ponga en tu boca.
La vida religiosa es una profecía, es un modo de hablar de Dios a los demás, ya lo Reflexionábamos en días pasados: si es un modo de hablar de Dios a los demás, aunque no digamos nada, sólo con la presencia, entonces necesitamos realizar lo que hemos cantado el día de hoy en el salmo, ¿recuerdan que palabras? “Tu rostro buscaré señor” quiere decir que si el señor pone en nuestra vida su propia vida, porque lo vamos siguiendo a él, a su hijo Jesucristo, necesitamos buscar el rostro de Dios y ¿Qué significa buscar el rostro de Dios? Significa conocer en lo que él nos permita conocer a Dios, porque si no Entonces de qué vamos a hablar, ¿de nosotros mismos? Dios nos llama para que seamos testigos de su amor, para que seamos testigos de su misericordia, para que anunciemos al mundo que se puede vivir de una forma tal, dónde puede existir, como decía San Pablo a los Filipenses, amándose, perdonándose, con cortesía, con amabilidad, una forma de vida donde Dios se pueda percibir fácilmente.
Reflexionábamos que la vida religiosa es un signo visible de un Sacramento, sabemos que hay siete sacramentos en la iglesia pero, son tantos los agrupamos así, pero la vida religiosa es un Sacramento y no se les olvide Sacramento de una alianza, porque Dios el día de hoy con cada uno de ustedes, establece una alianza, Él te ha escogido, te llama a que vivas esta Alianza con él: “yo seré tu Dios y tú serás mi pueblo” “yo seré todo tuyo y tú serás todo mío” Esa es la alianza que se establece y su persona su presencia el hábito que portan todo lo que son, son símbolo de esa Alianza, son signo de esa alianza, por eso Sacramento de tal manera que quién te ve a ti y en los vea debería ser capaz de ver el rostro de Dios, porque hemos estado buscando el rostro de Dios, hemos estado Buscando conocer a Dios, y si estamos Buscando conocer a Dios, seguramente que nos empaparemos de Dios de tal manera que podremos mostrarlo a los demás, pero si no buscamos el rostro de Dios difícilmente conoceremos a Dios, y si no conocemos a Dios ¿Como vamos a hablarle a los demás de Dios Hoy pues Dios establece esa Alianza con cada uno de ustedes, como la estableció con los demás frailes que estamos aquí presentes: una alianza de amor, y presenta tres condiciones: la primera es confianza absoluta en Dios, la segunda es: dejar atrás lo que pueda impedirte estar a disposición entera de Dios y la tercera es: no volver hacia atrás, dejar de añorar el pasado, lo hemos escuchado en el evangelio: un joven entusiasta “señor te seguiré a donde quiera que vayas”….”las zorras tienen madrigueras, los pájaros nidos, el hijo del hombre no tiene eso” significa: si quieres seguirme, la primer condición es que confíes absolutamente en Dios y en su Providencia, ¡confía absolutamente en Dios! ya lo decían el salmo 26 que escuchamos, manifiesta, por boca del salmista, la experiencia de la confianza total en Dios: “Señor te seguiré pero déjame primero enterrar a mi padre” en la vida nosotros tenemos vínculos afectivos muy importantes que no debemos romper ¿Cuáles son esos vínculos? son los vínculos con la propia familia y los vínculos con la fraternidad que ahora los acoge, que ahora los recibe, dos vínculos esenciales, pero si el vínculo con la familia te impide dedicarte enteramente a Dios y a esta fraternidad, algo anda mal, si tienes mamitis o si tienes papitis y no puedes dejarlos pues tranquilo no pasa nada ve con ellos y se acabó, quizás no eras para esta vida y se acabó, pero estar viviendo todo el tiempo queriendo estar con la propia familia, ahí hay un impedimento y por eso se tiene que trabajar por poner en el lugar que le corresponde este lazo afectivo, pero tampoco el lazo con la fraternidad tiene que impedir el lazo con la familia, el vínculo con la familia, porque no vaya ser que alguno sea acá con los frailes se olvidan absolutamente de su familia y no los quieren volver a ver, no quiere volver a saber nada de ellos, eso tampoco es sano, tampoco es sano o ¿te avergüenzas de tu familia?
Señor te seguiré, pero antes déjame despedirme de mi padre, de mi madre, de mi familia, de mi amiga, de mi amigo, de mis conocidos; el que pone la mano en el arado y mira hacia atrás, no es digno del Reino de Dios: no podemos estar añorando siempre lo de atrás.
Les decía que San Francisco tomando una palabra de las sagradas escrituras decía, cuando un fraile estaba siempre a llorando lo que había dejado atrás, que era como volver al vómito, una expresión fuerte, una expresión dura, una expresión grotesca, ¿Quiénes son los que vuelven al vómito? Decíamos que los perros, vuelven y se comen su vómito, asqueroso; pues eso era lo que decía de San Francisco de alguien que no se entrega totalmente a Dios: siempre mirando hacia atrás, es como alguien que vuelve al vómito y se lo come. Hoy la frescura de sus años quieren entregarla a Dios y por eso estamos reunidos: como iglesia somos testigos de que Dios establece una alianza con cada uno de ustedes, y por prudencia se irá renovando durante 6 años, porque en el discernimiento, que tiene que ser diario, posiblemente descubran como que sí sentía yo esta vida pero ahora me doy cuenta que no, o como que sí sentía esta vida, pero ahora soy más convencido de que es esta vida, entonces le digo para siempre a Dios si, en la profesión perpetua, un discernimiento diario va a ser muy importante, no crean que porque ya profesaron el día de hoy ya la hicieron: profesar el día de hoy significa comprometerse con el señor a seguirse formando a la vida que él los ha llamado, y por eso la importancia de la fraternidad, por eso la importancia de dejarse acompañar por el maestro que sea designado por el ministro provincial, por eso la importancia de Buscar día con día el rostro del señor, para conocerlo.
Finalmente: la ofrenda que hacen hoy a Dios de su propia vida, es una ofrenda hecha de ¿qué? ¿de que se imaginan?
Lo vamos a tomar prestado de San Pablo, para expresar la ofrenda que hoy se hace: “somos vasijas de barro, con un tesoro dentro” Esa es la ofrenda que dan el día de hoy a Dios: barro frágil, a lo mejor alguno ya está por ahí rajado, ya le falta un pedacito, frágil, no pueden perder de vista las propias fragilidades, porque en el momento en que las pierdan de vista estas se sobreponen, los mandan, los dominan, hay que ser amables con la propia fragilidad para poder asumirla, y la segunda cosa es el tesoro que está depositado en ese barro, es la gracia de Dios, porque es el señor quién toma la iniciativa y quién hace las cosas, no es mi yo, no es: yo las puedo, si a mí héchenmelo, no le hace, es el Señor quién toma la iniciativa y quién va haciendo realidad la vivencia de esta Alianza, dos realidades: La riqueza, la gracia, la bondad, los dones que Dios les dio, pero al mismo tiempo, cuidado con la propia fragilidad que puede opacar esa riqueza.
Que el señor les conceda la perseverancia en lo que hoy quieren abrazar.
Al terminar la ceremonia los seis novicios posaron junto con el vicario provincial, el padre guardián y el padre maestro del Santuario de Nuestra Señora de El Pueblito, para la fotografía del recuerdo