Santiago de Querétaro, Qro., 26 de febrero de 2020.
El día 26 de febrero de 2020, Mons. Mario de Gasperin Gasperin, presidio la Misa en la que fue bendecida la Ceniza que sera utilizada para imponerla a los feligreses que el día de hoy acudirán a esta y a las distintas iglesias, para iniciar con este sacramental el tiempo de Cuaresma, y como signo de arrepentimiento y un tiempo propicio para prepararnos al Triduo Pascual, en el que conmemoramos la muerte pasión y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Mons. Mario inicio la celebración diciendo: «Hoy iniciamos el santo tiempo de la Cuaresma, cuaresma significa 40 días que Jesús ayuno en el desierto, preparándose para vivir su ministerio, vamos a disponer nos para vivir este tiempo de salvación que hoy iniciamos».
Ya en el momento de la Homilía Mons. Mario les compartió diciendo: «El día de ayuno, con el que iniciamos este tiempo de la cuaresma marca el principio de una verdadera conversión y que nuestros actos de penitencia nos ayuden a vencer el espíritu del mal, la cuaresma son 40 días en los cuales Jesús ayuno, durante todo ese tiempo fue tentado por el demonio satanás y lo venció con la Palabra de Dios, nosotros también iniciamos un tiempo de conversión y convertimos significa recobrar un corazón en gracia, cada uno de nosotros lleva muchas cosas, desde luego muchas cosas buenas, a nuestros papás, nuestra familia, el estudio; muchas cosas buenas, pero también cosas malas, Jesús en el desierto oraba al padre del cielo, allí entro el demonio, y ese mismo demonio es el que llevamos nosotros molestándonos para hacer el mal, o siguiendo sus malos consejos, y por eso necesitamos orar.
La iglesia nos propone tres prácticas, ayunar y ¿para qué ayunamos? -Para purificar nuestro corazón, para purificar nuestros sentimientos y nuestras pasiones, y compartir con los demás los bienes que Dios nos da; así que especialmente los jóvenes y todos ir haciendo nuestro ahorrito y hacer penitencia para aprender a dominarnos; nosotros no ser caprichosos, no hacer simplemente lo que se nos ocurre, si no hacer la voluntad de Dios, entonces aprender a dominarnos para hacer lo que Jesús me pida y después compartirlo con los demás.
El tercer domingo de la cuaresma hay una coleta en todas las iglesias, y lo que se junta se llevará a los pobres y así compartimos como hijos de Dios; la Palabra de Dios dice: “Entonces brillará tu luz como la aurora y encontraras la alegría de compartir con los demás”, y también escuchar la Palabra de Dios, sin duda que todos ustedes tienen su Biblia cuando hicieron su Primera Comunión, los padrinos también deben tener su Biblia, ojalá que busquen poner su Biblia en una mesita y todos los días que puedan tomarla y leer un trocito del Evangelio, especialmente de la pasión de Jesús, porque la Palabra de Dios, es Palabra de Dios y no nuestra, y si la ponemos en nuestro corazón como frutos de vida cristiana seremos mejores, así vamos caminando esta cuaresma.
Esta preparación iniciando con el miércoles de ceniza, es para reconocernos que somos pecadores por eso se nos impone la ceniza en señal de penitencia y por eso se nos pone en la cabeza, no para lucirnos de que fuimos a recibir la ceniza , es un signo de penitencia y humillación, ya ven que ahora cuando sepultan a un difunto lo único que queda es un montoncito de ceniza, somos polvo y ceniza, venimos de la humildad de la tierra y le pedimos a Dios que tenga misericordia de nosotros, que siendo tan poca cosa nos atrevemos a ofender a Dios; por eso les invito a recibir la ceniza arrepentidos. Y también el ayuno, ya les invitaba a hacer su ahorro, para templar el dominio de nuestras pasiones y nuestro egoísmo, de nuestra culpa y entonces compartirlo con los demás, y así vamos caminando durante 40 días.
La ceniza es un signo de penitencia y humillación, ya ven que ahora cuando sepultan a un difunto lo único que queda es un montoncito de ceniza, somos polvo y ceniza, venimos de la humildad de la tierra y le pedimos a Dios que tenga misericordia de nosotros, que somos tan poca cosa y nos atrevemos a ofender a Dios; por eso les invito a recibir la ceniza arrepentidos.
¿Porque cuarenta días?, -porque Jesús camino 40 días en el desierto, y porque es necesario y no es tan fácil convertirse, porque es gracia de Dios, y sin la ayuda de Dios no podemos cumplir sus mandamientos, nosotros necesitamos la ayuda de Dios para ir avanzando, haciendo ese cambio en nuestro corazón porque sin duda nuestro corazón se va perdiendo y se va haciendo como una piedra, y entonces pasamos la vida como si nada, como si Dios no existiera, nos olvidamos de Dios y entonces necesitamos volver a Dios, escucharlo en su Palabra; desde luego ir en domingo pero también una lectura en su casa de la Palabra de Dios y así vamos a caminar durante estos 40 días hasta que lleguemos al monte del Señor, hasta que lleguemos a la pasión muerte y resurrección, entonces son 40 días y por eso durante este tiempo hay que estar preparando una buena confesión, porque si no perdemos nuestra identidad cristiana, así ya confesados comulgamos en la misa de la Cena del Señor y ya después, el viernes meditamos la pasión de Jesús, su muerte en la cruz, el sábado es día de descanso porque Jesús descanso el sábado, entonces ese día es de paz, Jesús está en el sepulcro, no hay sábado de gloria y domingo de resurrección, porque el domingo es cuando resucitó Jesús y ese domingo comienza en la noche el tiempo Pascual y se enciende el Circo Pascual y se resucita con Jesucristo.
Mientras tanto, en todo este tiempo ustedes ven que el altar no tiene flores, ni se canta mucha música, en la liturgia, ni usamos incienso como signo de que nuestras oraciones suben al padre, en el altar se ponen nuestras oraciones y en el incienso suben hasta Dios, hasta la presencia de Dios nuestro padre del cielo, porque él que ve nuestro corazón en el secreto, él nos recompensara, entonces es un tiempo de penitencia, de purificación, pero también de gozo espiritual para llegar a la Semana Santa, con un gran gozo espiritual.
La Semana Santa es Santa, qué quiere decir qué Jesús murió para hacernos Santos a nosotros, la Semana Santa no es de vacaciones, aunque no haya clases ni trabajo, ocupalo también para ser santo, para tu salvación, el primer Santo es Jesús, hay que orar con la Palabra de Dios, y después el domingo de resurrección gozarte con él, y celebrar su Pascual, es decir el paso de Jesucristo de este mundo por la muerte en la cruz, por la sepultura, para entrar hasta el fondo de nuestra miseria humana, y él que resucito y ahora una invitación pues para reconocernos pecadores y purificarnos y acompañar a Jesús hasta el camino a la cruz. Amén».
Al terminar la homilía se hizo la bendición de la ceniza, misma que sería utilizada para la imposición del final de la celebración a todos los feligreses que asistieron a esta Santa Misa por manos e Mons. Mario.