1. La tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable, que sobresale entre las demás expresiones artísticas (cf. Sacrosanctum Concilium, 112). Pues la música, por su carácter sagrado y sublime es una impronta de lo divino, reflejando uno de los transcendentales del ser como es la belleza; más aún, por ser una epifanía de Dios, se convierte en “sacra”, haciendo tangibles las realidades divinas como canto nuevo para la humanidad. Por consiguiente, la música sacra, será tanto más santa cuanto más íntimamente esté unida a la acción litúrgica, ya sea expresando con mayor delicadeza la oración o fomentando la unanimidad, ya sea enriqueciendo la mayor solemnidad de los ritos sagrados (cf. Sacrosanctum Concilium, 112).
2. El Concilio Vaticano II en la constitución sobre la Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium afirma: “Téngase en gran estima en la Iglesia latina el órgano de tubos, como instrumento musical tradicional, cuyo sonido puede aportar un esplendor notable a las ceremonias eclesiásticas y levantar poderosamente las almas hacia Dios y hacia las realidades celestiales” (Sacrosanctum Concilium, 120). Me complace en esta noche que este majestuoso órgano barroco del s. XVIII, vuelva a sonar y ayude así, de este modo, a los fieles de esta parroquia a percibir algo del esplendor de nuestra fe, un esplendor encendido por el mismo Espíritu Santo. El órgano desempeña una función evangelizadora, anuncia el Evangelio a su manera y provoca en el corazón y en el alma de los seres humanos, comprender y saborear la majestad de lo divino.
3. Quiero agradecer de modo muy especial al Sr. Cura D. Gustavo Sanmartín Villegas, su tesón al promover con ahínco la restauración artística de este majestuoso órgano de tubos, pues con ello reaviva una historia musical y cultural, característica de este recinto santo donde Dios mora y donde los corazones deseosos de contemplar su rostro, acuden aquí para un encuentro personal con él.
4. Sin duda que en esta grande obra han colaborado distintos sectores de la cultura, del Estado y de particulares, quienes aman el arte y la belleza. Mi gratitud por ello a todos ustedes. Sepan que desde estas acciones, ustedes contribuyen también en la tarea de la nueva evangelización. Ojalá que sigamos promoviendo e impulsando proyectos de esta naturaleza.
5. Quiero también a gradecer esta hermosa velada al Director Huésped de la Orquesta Filarmónica de Querétaro el Mtro. Cuauhtémoc Juárez, quien junto con el Mtro. Francisco Álvarez, han hecho vibrar los corazones de quienes se han congregado para este acontecimiento, que sin duda quedará en la memoria de los feligreses de esta parroquia del Apóstol Santiago.
6. He querido enviar este mi mensaje en la persona de mi Vicario General, pues por razones de salud, aún no me ha sido posible atender a este compromiso.
7. Concluyo expresando mi afecto a los participantes, a la vez que encomiendo a la poderosa protección del Apóstol Santiago, patrono de esta parroquia, las tareas pastorales y parroquiales. Les imparto de corazón la implorada Bendición, que extiendo complacido a cuantos están comprometidos en la promoción de la cultura cristiana y de la nueva evangelización. Gracias y buenas noches.
† Faustino Armendáriz Jiménez Obispo de Querétaro