Audio de este mensaje
El Verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn. 1,14).
1. Queridos hermanos y hermanas de la Diócesis de Querétaro, los saludo con afecto fraterno y con el deseo de compartirles este mensaje de Navidad a fin de animarles a vivir profundamente el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios. La Navidad que celebramos nos anuncia algo verdaderamente sorprendente, que Dios se ha hecho hombre, que ha venido a vivir entre nosotros y que no está lejos. Él es el Emmanuel, el Dios-con-nosotros. Nos hemos preparado intensamente durante el Adviento, siguiendo con firmeza un itinerario de fe que nos ha dispuesto a vivir este tiempo en un espíritu de vigilancia, de alegría y de esperanza en su pronto cumplimiento.
2. “El Verbo de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros”. Estas palabras que están tomadas del Evangelio de San Juan, nos invitan a considerar nuestra Iglesia Particular de Querétaro como la “tierra buena” en la que el Verbo de Dios puede habitar y acampar entre nosotros. La fiesta de Navidad quiere ayudar a centrarnos en la importancia de la presencia del Hijo de Dios en medio de nosotros, de nuestra vida diaria y de nuestros quehaceres cotidianos. Quiere poner en el centro de nuestras vidas el misterio y la persona de Jesucristo, el Hijo de Dios, por esta razón toda la liturgia de Navidad apunta a esta dirección.
3. Es urgente que hoy anunciemos esta Verdad a todos los hermanos, pues el mundo tiene sed de Amor, es decir, de Jesucristo. Porque sin esta noticia, sin conocer la presencia de Dios en su historia, el drama del ser humano se complica. Es más, el drama aumenta y no se da explicación a las grandes cuestiones que nos rodean: el sentido de la vida y de la muerte, las diversas situaciones de violencia, la injusticia, la infidelidad en el matrimonio, la cultura de la muerte, la pobreza extrema de muchos. Y todo, porque muchos necesitan crecer en la conciencia de que Dios está de su parte, que ha venido a este mundo para compartir la Buena Noticia de la verdad y de la paz.
4. Nuestra tarea hermanos consiste en ir dando forma a una nueva presencia del Señor Jesús en nuestra Iglesia y en sus estructuras, en medio de nuestro mundo, y de la sociedad contemporánea; para dar una respuesta valiente y creíble ante el reto que supone la nueva evangelización en los diferentes escenarios en los que hoy nos encontramos. “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. Ésta es la auténtica Navidad. Este es el anuncio que hace falta a los hombres de nuestro tiempo. Es motivo de esperanza para todos aquellos cuya dignidad es ofendida y violada, porque Aquel que ha nacido en Belén ha venido a liberar al hombre de la raíz de toda esclavitud.
5. Queridas familias, vivamos la Navidad con intensidad, adorando al Hijo de Dios hecho hombre y depositado en el pesebre, y luego pasemos a la Santa Misa, donde Cristo se nos ofrece como verdadero alimento para la vida eterna. Hablemos de Dios, anunciemos como misioneros la buena Noticia de la paz y que el nacimiento del Salvador nos abra caminos de paz duradera y de auténtico progreso. Contemplemos este gran misterio de amor, dejémonos iluminar el corazón por la luz que brilla en la gruta de Belén y en esta mi primera celebración navideña en esta querida Diócesis de Querétaro, expreso a ustedes y a todos sus seres queridos mis felicitaciones por la fiesta de Navidad.
A todos de corazón, ¡feliz Navidad!
† Faustino Armendáriz Jiménez IX Obispo de Querétaro
Mensaje de Navidad 2011
Santiago de Querétaro, Qro., Diciembre de 2011