Queridos miembros del Movimiento Familiar Cristiano Católico:
Por medio de la presente quiero expresar un cordial saludo y felicitarles por este XX Encuentro Nacional del Movimiento Familiar Cristiano Católico, que con la gracia de Dios se celebra durante estos días del 3-5 de mayo en la Ciudad de Monterey, NL., bajo el lema: “Familia, profesa, celebra y transmite tu fe”.
La celebración eclesial del año de la fe que estamos viviendo, nos anima a que juntos como familia cristiana asumamos el desafío de comprometernos cada vez más en profesar, celebrar y transmitir la fe. Pues solamente así estaremos respondiendo a la tarea de la Nueva Evangelización. Es importante que descubramos en esta triada evangélica que nos propone el lema, el fundamento de la misión de la Iglesia, en donde la familia se ve comprometida por su naturaleza divina en la tarea de la Misión Continental Permanente.
Se constata con dolor, cómo los hogares sufren cada vez más situaciones adversas provocadas por los rápidos cambios culturales, por la inestabilidad social, por los flujos migratorios, por la pobreza, por programas de educación que banalizan la sexualidad y por falsas ideologías. No podemos quedar indiferentes ante estos retos. En el Evangelio encontramos luz para responder a ellos sin desanimarnos. “Conocer a Jesucristo por la fe es nuestro gozo; seguirlo es una gracia, y transmitir este tesoro a los demás es un encargo que el Señor, al llamarnos y elegirnos, nos ha confiado” (DA, 18). Cristo con su gracia nos impulsa a trabajar con diligencia y entusiasmo para acompañar a cada uno de los miembros de las familias en el descubrimiento del proyecto de amor que Dios tiene sobre la persona humana.
Ningún esfuerzo, por tanto, será inútil para fomentar cuanto contribuya a que cada familia, fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, lleve a cabo su misión de ser célula viva de la sociedad, semillero de virtudes, escuela de convivencia constructiva y pacífica, instrumento de concordia y ámbito privilegiado en el que, de forma gozosa y responsable, la vida humana sea acogida y protegida, desde su inicio hasta su fin natural. Vale la pena también continuar animando a los padres en su derecho y obligación fundamental de educar a las nuevas generaciones en la fe y en los valores que dignifican la existencia humana.
Valoro mucho el trabajo que el MFC realiza a nivel nacional, en nuestras diócesis y en las parroquias, con las familias, y de manera importante con los jóvenes y los adolescentes. No duden en seguir respondiendo con generosidad y entrega a la urgente necesidad de nuestra cultura y de nuestra Iglesia.
Como Obispo Responsable de la Dimensión Episcopal de Laicos, quiero agradecer al Matrimonio de Ricardo y Lucy Araujo por su servicio prestado al Movimiento Familiar Cristiano Católico durante estos años, y le damos la más cordial bienvenida al matrimonio de Rafael y Raquel Vivian. Yo por cuestiones de salud no he podido acompañarles, sin embargo le he pedido al Padre Jaime Gutiérrez Jiménez se haga portavoz de mi saludo y de mi bendición.
Concluyo expresando mi afecto y solidaridad a todas las familias que integran este valioso movimiento, en particular a aquellas que se hallan en situaciones de dificultad. A la vez que encomiendo a la poderosa protección de la Santísima Virgen María los frutos de este encuentro, les imparto de corazón la implorada Bendición, que extiendo complacido a cuantos están comprometidos en la evangelización y promoción del bien de las familias.
Ciudad episcopal de Santiago de Querétaro, Qro, a 3 de mayo de 2013.
† Faustino Armendáriz Jiménez Obispo de Querétaro y Presidente de la Dimensión Episcopal de Laicos