Cieneguilla, Gto. 18 de agosto de 2018.
En día 18 de agosto de 2018, siendo las 12 hrs. Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, fue recibido por los distintos grupos y asociaciones a la entrada de la comunidad de Cieneguilla, Gro, y presidió la Santa Misa en la cual 18 parejas recibieron el Sacramento del Matrimonio, concelebro esta Sagrada Eucaristía el Vicario Parroquial Pbro. Francisco Javier Ávila Benítez, Pbro. Israel Arvizu Espino, y Pbro. José Luis López Gutiérrez.
Mons. Faustino les dirigió las siguientes palabras al inicio de la celebración: “A esos novios que quieren unir sus vidas por el Sacramento del Matrimonio y lo acompaña con su oración llena de fe, el Espíritu Santo fuente de vida, les ayudará a vivir desde hoy su entrega mutua con un amor siempre fiel, con su gracia le será posible vivir su vida matrimonial día a día, manteniéndose unidos en las alegrías y en las penas el mismo Espíritu los ayudará a cumplir con todas las obligaciones propias del matrimonio como son: la mutua ayuda, la procreación y la educación cristiana de los hijos; así responderán al plan creador de Dios como esposos Cristianos, dispongámonos pues a vivir este acontecimiento con fe y profundo gozo alabando a Dios”. Dentro de la celebración en la homilía el Sr. Obispo les dijo:
“Muy queridos hermanos de esta comunidad, saludo a quienes hoy contraen matrimonio y vienen a recibir la bendición de Dios en su vida de pareja, en su vida de familia; cuando cantábamos “dichoso aquel que hace la voluntad de Dios”, no nos queda más que reflexionar en el mundo ¿Cómo va caminando el ser humano?; pero también es reconocer que a veces, que no hemos caminado como Dios quiere, y eso no nos hace dichoso más bien nos hace infelices y es la razón por la cual las personas pierden el sentido de vivir.
Hay personas que entran en el camino y que quieren olvidar la realidad, incluso se meten en adicciones, que lo único que les hace es destruirles, dichoso el que cumple la voluntad de Dios y eso significa que en la medida que nosotros hagamos lo que agrada Dios, tenemos la garantía de que vamos a ser felices; los santos qué tantos veneramos, la Santísima Virgen María que es nuestro ejemplo, ellos hicieron la voluntad de Dios y ellos le dijeron a Dios sí quiero hacer tu voluntad, como se lo dijo la Santísima Virgen María, quiero hacer lo que te agrada a ti y siempre esto nos lleva a pensar y ¿yo estoy haciendo lo que le agrada a Dios?.
Qué bueno que la mayoría de estas parejas han pensado en ti, y que quieran hacer lo que le agrada a Dios, queremos ser dichosos porque vamos a hacer lo que Dios nos pide, por eso en la Primera Lectura se nos dice: “Que para cumplir con la vida matrimonial, se une el hombre a la mujer y se une en el nombre de Dios”, porque Dios así lo expuso y será un fruto de Dios, es el fruto entre las parejas abiertas a la vida y eso hace dichosa a una familia, muchos de nosotros sobre todo familias de más tiempo tenían muchos hijos, 6, 7, 8 o más; creo que la felicidad a la que se aspira en una familia que con esfuerzo nos ha sacado adelante es grande y podemos constatarla cada quien con su experiencia.
Hoy ustedes hermanos vienen a contraer matrimonio y el fin del matrimonio son los hijos, el fin del matrimonio es la ayuda mutua, el fin del matrimonio es para ser felices, no para vivir como esclavo; sino para ser libres, una libertad que da el hecho de que tú digas y con toda libertad hoy el unirte a tu ser querido el hombre a la mujer, de tal manera que ahora ustedes desean ser dichosos; María cuando le dijo sí, al ángel, cuando le dijo sí a Dios, ella lo dice con alegría poniéndose en las manos de Dios, les invita a que como pareja hoy se pongan en las manos de Dios, que la diferencia entre el antes y el después sobre todo experimenten que Dios está en sus vidas, porque podrán vivir en estado de gracia bendecidos por Dios y que podrán entregarse uno al otro como Cristo se entrega a su iglesia; porque podrán compartir todos los minutos de su vida como dice: “hasta que la muerte los separe”, porque podrán recorrer este camino luchando, porque también es una lucha ser felices dentro de las dificultades que implica el vivir juntos; creo que el deseo y la intención recta es hacer feliz al otro, no con una felicidad fruto de lo sensible no, no, solamente eso, sino también fruto de la disponibilidad para atender al otro y para estar siempre abiertos a lo que el otro necesita.
Aquí no hay uno que sea más que el otro, el esposo tiene la dirección de la familia, tiene esa gran responsabilidad, pero siempre en consenso y en acuerdo con la esposa, algunos de ustedes sin duda ya tiene familia y creo que esta será una bendición para su familia, será como un parte aguas para su familia y esto agradézcanselo a Dios, van sin duda a tener algunos signos, entre ellos como: el anillo, las arras y lazo; pero en definitiva aquí lo central y que Dios lo escucha es el sí, es el decirte si te quiero y quiero para toda la vida y quiero formar una familia y lo demás viene a ser como un recordatorio de ese sí, de esta alianza que ustedes quisieron hacer; hagámoslo iniciando este camino con gran confianza en Dios, sabiendo que él bendice la institución matrimonial de un hombre y de una mujer, una de tus grades responsabilidades es la educación y uno de los medios para para hacerlo es estar presente en casa, no se vale que estés los días con tus amigos, no, tienes que pasar los días con tu familia, esa es tu responsabilidad prioritaria y los amigos ojalá que sean comunes, de tal manera que puedan compartir con otros su experiencia matrimonial y la felicidad que experimentan.
Que Dios les ayude y que la Santísima Virgen María sea siempre atenta a las necesidades de sus hijos, que les proteja y les ayude sobre todo en aquellos momentos de crisis, de dificultad, si es posible salir adelante, nunca tomes la vía fácil, “ya me voy, ya no te quiero”, no, no, no, este amor es para luchar siempre, para fortalecerlo con la fe, es para acercarse a Dios, para rezar juntos y junto con los hijos, de tal manera que no haya poder humano que lo divida. Que el Señor les ayude y que María Santísima también atenta a sus necesidades, ella interceda por ustedes y que Dios les bendiga siempre. Que así sea”.
Al terminar la celebración Mons. Faustino dio la bendición a la asamblea y felicito a los nuevos esposos.