Este 2 de marzo del presente la Iglesia católica en Querétaro despertó con un doble motivo para estar alegres: el 150 aniversario del Seminario diocesano y la noticia de que el Papa Francisco nombró Obispo de la Diócesis de San Andrés Tuxtla (Veracruz) al Padre Fidencio López Plaza, quien hasta ahora era el Vicario Episcopal de Pastoral y párroco de la Parroquia del Misterio de Pentecostés.
El padre Fidencio pertenece a una generación de sacerdotes de nuestra diócesis que bajo la dirección de nuestro Obispo Emérito Mons. Mario De Gasperín Gasperín fueron los iniciadores del Plan Diocesano de Pastoral, junto con Mons. Florencio Olvera Ochoa, Obispo Emérito de Cuernavaca y que fue también Obispo de Tabasco; Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey (quien primero fue Obispo de Tacámbaro, después de Tapachula, y posteriormente de Tuxtla Gutiérrez al crearse esa Arquidiócesis), así como Mons. Domingo Díaz Martínez, Arzobispo de Tulancingo (y que fuera primero Obispo de Tuxpan). Todos ellos hombres de fe, fueron alumnos de nuestro Seminario Diocesano, el cual pasó cerca de 100 años en diversas sedes antes de ocupar la actual y conoció también el exilio en tiempos de la persecución religiosa; de estos 4 obispos queretanos Mons. Florencio Olvera fue Vicario General, mientras que los otros 3 fueron Vicarios de Pastoral; todos dejaron profunda huella de su actividad pastoral en nuestra diócesis y han sido grandes misioneros en sus nuevas encomiendas recibidas del Romano Pontífice.
Felicidades a nuestro nuevo Obispo Queretano y a nuestro pastor diocesano, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, pues este nombramiento es también fruto de su incasable labor misionera. Demos gracias a Dios por estos frutos de nuestro Seminario en los últimos años y que son un regalo para la Iglesia Universal. Oremos para que Nuestra Señora de los Dolores, patrona de nuestra Diócesis, proteja a Mons. Fidencio en su nueva misión.
Pbro. Mtro. Filiberto Cruz Reyes