L’Osservatore Romano en su edición del lunes 30 de Septiembre-Martes 1 de Octubre del presente, público un documento del Romano Pontífice dado en forma de Quirógrafo. Quirógrafo viene del latín “chirographum” y significa “lo que es escrito por la propia mano; autógrafo”. “Se trata de un documento escrito en latín o en alguna lengua moderna y no es escrito completamente de puño por el Papa, pero sí es firmado por él. En este sentido, es un documento muy personal del Papa y le da el uso que quiere. Generalmente, el documento ha sido usado con fines administrativos”.
La Iglesia acostumbra llamar a sus documentos con el íncipit, es decir con las primeras palabras con las que inicia dicho documento, este en italiano comienza: «Tra i suggerimenti», es decir, «Entre las sugerencias». Con este documento el Papa instituye un Consejo de Cardenales que le ayudará en el gobierno de la Iglesia Universal así como para estudiar un proyecto de revisión de la Constitución Apostólica «Pastor Bonus», sobre la Curia Romana.
El Papa es en primer lugar el Obispo de Roma, así lo remarcó él mismo el día de su elección a la cátedra de Pedro, y como todos los demás Obispos diocesanos tiene colaboradores que él mismo instituye, pero al mismo tiempo es el Jefe del Colegio de los Obispos y tiene por lo mismo la responsabilidad del gobierno de la Iglesia Universal. En este contexto se vive la «comunión jerárquica» en la que el único Colegio de los Obispos cuida de la Única Iglesia de Jesucristo.
En el siglo III bajo el Pontificado del Papa Fabián aparece ya toda una estructura de oficios eclesiásticos: archidiácono, archipresbítero, etc. Al pasar de los años se van formando grupos de estos colaboradores que se denominarán Oficiales del aula Papal. En el siglo IV hay Notarios con funciones judiciales y surgen figuras como el “Primicerius notariorum” y le ayuda el “Secundicerius”. Estos notarios tenían también funciones administrativas incluidas las de ser delegados del Romano Pontífice. Aparecen también los “Defensores”, que podían ser clérigos o laicos y eran abogados de la Iglesia o de los pobres, eran los administradores del patrimonio de la Iglesia Romana. De entre los titulares de las iglesias romanas, a los cuales se les unieron los obispos de las iglesias suburbicarias, salían los llamados “cardenales”, a los que se unieron los seis diáconos palatinos, que se encargaban principalmente de la Iglesia de san Juan de Letrán, donde vivieron los Papas hasta el tiempo de Aviñón. Durante el primer milenio de la Iglesia van surgiendo muchas otras figuras de colaboradores del Papa en el gobierno de Iglesia universal, pero hasta este momento no habían surgido las instituciones como hoy las conocemos con el nombre de Dicasterios, estos se irán configurando de manera más estable durante el segundo milenio hasta llegara formar lo que hoy conocemos como curia Romana, cuya noción se enuncia como “el conjunto de dicasterios y organismos, que ayudan al Romano Pontífice en el ejercicio de su suprema misión pastoral, para el bien y servicio de la Iglesia universal y de las Iglesias particulares, con lo que se refuerzan la unidad de la fe y la comunión del Pueblo de Dios y se promueve la misión propia de la Iglesia en el mundo” (Pastor bonus n. 1).
Esta institución ha visto algunas grandes reformas en el transcurso de su historia: con el Papa Sixto V en 1588; con Pío X en 1908; con Pablo VI en 1967; con Juan Pablo II en 1988 y es el ahora el propósito de Francisco anunciado con este Quirógrafo y que el P. Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede expresó así acerca del trabajo de los Cardenales convocados por el Papa para este fin: «Los cardenales han trabajado principalmente sobre la reforma de la Curia. La orientación no es la de una actualización de la constitución apostólica “Pastor Bonus”, con retoques o modificaciones marginales, sino la de una nueva constitución con novedades de relieve. Habrá que esperar un tiempo adecuado, después de este Consejo, pero la idea es esa. Los purpurados han dejado claro que no se trata de hacer retoques cosméticos o pequeños ajustes de la Pastor bonus”».
Oremos por el Papa y por este gran empeño que ha anunciado.
Pbro. Filiberto Cruz Reyes