Queridas familias, el proceso evangelizador de nuestro Plan Diocesano, para este año nos invita a poner énfasis en la comunicación, es importante ejercitar una buena comunicación, tanto en el ámbito humano y como en los medios tecnicos para transformar el ambiente familiar, social y cultural a la luz del Evangelio (Cfr. PDP 288). Ante esta propuesta pastoral, desde la Dimensión Diocesana de Familia consideramos oportuno compartir con ustedes algunas ideas claves extraídas del mensaje del Papa Francisco, con el motivo de la celebración de la XLIX Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, cuyo tema escogido por el Papa Francisco es: “Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor”. Nos dice el Papa en su mensaje que:
- El tema de la familia está en el centro de una profunda reflexión eclesial y de un proceso sinodal que prevé dos sínodos, uno extraordinario y otro ordinario, convocado para el próximo mes de octubre.
- La familia es el primer lugar donde aprendemos a comunicar.
- El seno materno que nos acoge es la primera «escuela» de comunicación. Es nuestra primera experiencia de comunicación.
- Después de llegar al mundo, permanecemos en un «seno», que es la familia.
- En la familia se aprende a hablar la lengua materna, es decir, la lengua de nuestros antepasados (cf. 2 M 7,25.27).
- Podemos dar porque hemos recibido, y este círculo virtuoso está en el corazón de la capacidad de la familia de comunicarse y de comunicar; y, más en general, es el paradigma de toda comunicación.
- La experiencia del vínculo que nos «precede» hace que la familia sea también el contexto en el que se transmite esa forma fundamental de comunicación que es la oración. Así, la mayor parte de nosotros ha aprendido en la familia la dimensión religiosa de la comunicación,
- Lo que nos hace entender en la familia lo que es verdaderamente la comunicación como descubrimiento y construcción de proximidad es la capacidad de abrazarse, sostenerse, acompañarse, descifrar las miradas y los silencios, reír y llorar juntos.
- El perdón es una dinámica de comunicación: una comunicación que se desgasta, se rompe y que, mediante el arrepentimiento expresado y acogido, se puede reanudar y acrecentar.
- La familia, en conclusión, no es un campo en el que se comunican opiniones, o un terreno en el que se combaten batallas ideológicas, sino un ambiente en el que se aprende a comunicar en la proximidad y un sujeto que comunica, una «comunidad comunicante».
- La familia más hermosa, protagonista y no problema, es la que sabe comunicar, partiendo del testimonio, la belleza y la riqueza de la relación entre hombre y mujer, y entre padres e hijos.
- No luchamos para defender el pasado, sino que trabajamos con paciencia y confianza, en todos los ambientes en que vivimos cotidianamente, para construir el futuro.
Pbro. Jaime Gutiérrez Jiménez
Presidente de la Comisión Diocesana para la Familia, Juventud, Laicos y Vida