Vizarrón, Higuerillas, Qro. 3 de mayo de 2017
El Templo de la Santa Cruz, en Higuerillas, perteneciente a la Parroquia de San José, y al decanato de Nuestra Señora de los Dolores de Soriano, celebro la dedicación de su Templo a la Santa Cruz, el día 3 de Mayo del presente año, con la Santa Eucarística, que fue presidida por Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, y concelebrada por el Párroco Pbro. Leonardo Gervasio Martínez, dentro de esta celebración fue bendecido el Altar del templo que nos recuerda que Jesús es la piedra viva. Al inicio de la Celebración Eucarística el Sr. Obispo les dijo:
“Con la alegría, con que la Celebran los hombres y mujeres de fe en esta comunidad, exaltando la Santa Cruz, como lugar donde se da la redención, y la salvación de la humanidad.
Hoy le pedimos a Dios que nos haga verdaderos discípulos, y le ponemos esa cruz de cada día, vamos a iniciar llenos de alegría, queridos hermanos, bendiciendo este Altar y dedicarlo con el sacrificio al Señor, participemos con atención y fe en la palabra de Dios, y levantemos nuestros corazones hacia la Santa Esperanza, al congregarnos junto al mismo altar, nos acercamos a Cristo piedra viva, el cual ofrecemos para formar un reino santo.
Se hizo la bendición del Altar, mientras entonaban un canto al Espíritu Santo.
En su homilía el Sr. Obispo les compartió: “Muy queridos hermanos, ver su caminar de fe, caminar de esperanza, en esta comunidad, ese es el amor del cual hoy el evangelio nos habla y que hemos celebrado, en esta semana santa, y que ahora lo disfrutamos por medio de Jesús resucitado en medio del nuestra comunidad.
Hemos sido testigos del viacrucis que ustedes hacen, anualmente en esta colina para vivir allí de manera plástica el misterio del amor de Dios, la muerte de Jesús, “tanto amo Dios al mundo que entrego a su hijo único” nos dice el Evangelio, y murió en la cruz, esta cruz que se refleja en esta comunidad, especialmente con esta fiesta de la santa Cruz.
Una Cruz que veneramos porque nos recuerda el amor de Dios, nos recuerda eso que dice San Juan, “tanto amo Dios al mundo…” ósea de tal manera que entrega a su hijo Jesucristo, el cual derrama su Sangre, para la salvación tuya y mía.
El cual, se ofrece y quiere escoger este camino para que nosotros, aprendamos en la vida de cada día, que no hay otra alternativa, que es abrazar la cruz, no porque nos conformemos con los sufrimientos de cada día, sino para unirnos a la cruz de Cristo.
Todos los días hay que luchar por salir adelante, todos los días hay que trabajar en la justicia para progresar, todos los días hay que luchar por lo justo, de tal manera que la injusticia no penetre en nuestra comunidad, de tal manera que no atente contra la dignidad de las personas por más importante que sea la persona que quiera ofenderme.
Dios está delante de los que queremos caminar por un sendero recto en nuestra vida, y a esos el Señor los quiere salvar, creo que hoy es una buena oportunidad para darle gracias a Dios, y mirar la cruz y mirar a Jesucristo en la cruz, y mirar su valentía y su amor por nosotros.
¿Cuántas cruces, seguramente tu estas portando en este momento en la vida?, algunos quizás, con alguna enfermedad grave, alguno con alguna molestia, o una situación difícil, de relación con su padre, con su madre, con sus hermanos, con sus hijos, son nuestras cruces que cada quien puede considerar grandes o pequeñas, pero definitivamente cruces.
Y donde Cristo nos provoca que crezcamos en la fe, para acercarnos más a Dios en la oración, y decirle como Cristo dijo desde la cruz, “Señor si es posible, quítame esta cruz, si es posible que pase de mi este cáliz”, pero al final Dios lo único que quiere es, hacer su voluntad.
No cargar con esa acción injusta que el otro te esta provocando, no, eso no, la cruz de cada uno de nosotros es una cruz de vida, la cruz de Jesús la cual si fue iluminada pero su padre Dios quiso que él, era su voluntad.
Hoy hermanos al traer un crucifijo colgado en el pecho al tener, nuestro crucifijo en nuestros cuarto en nuestro hogar, allí démosle gracias, y sobre todos démosle gracias por esta frase del Evangelio que nos recuerda “tanto me amo, que estrego su vida por mi”; pero esto me lleva a un compromiso, si hay alguien sediento, tenemos que visitarlo y hay alguien enfermo o que sufre tenemos que ejercitar las obras de misericordia. .
Hermanos que la cruz de Cristo, sea una inspiración para abrazar nuestra cruz, pero también para meditar delante de ella el amor que Dios me tiene, el amor que Dios ha expresado con hechos, para salvarme, y ahora me toca a mí corresponder a esa salación y decirle al Señor quiero hace eternamente tu voluntad y estar contigo, que la Santísima Virgen de María, bendiga esta comunidad bendiga las familias, a estos niños que se han acercados a los sacramentos y este hermoso lugar en cual lo único que ustedes quieren es expresar el amor que le tienen a Dios.
Pidamos hoy especialmente por esa cruz que llevan tantos enfermos que en este momento sufren, quizás alguna enfermedad clínicamente incurable, pero pidamos por ellos para que el Señor les de su bendición y que la Santísima Virgen María, sea intercesora de todos nosotros. Que Así Sea”.
Al finalizar el Padre Leonardo, le agradeció al Sr. Obispo su presencia, en esta comunidad, he invito a toda la asamblea a brindarle un fuerte aplauso como muestra de cariño y agradecimiento.