FIESTA PATRONAL Y CONFIRMACIONES, Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles.

Col. Los Ángeles, Corregidora, Qro. 30 de Julio de 2016.


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El pasado día 30 del mes de julio de 2016, Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de la Diócesis de Querétaro, con motivo de la fiesta patronal, asistió a la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada en el Municipio de Corregidora, fue recibido en el templo parroquial por el Sr. Pbro. Rogelio Martínez Martínez, quien a en su momento presentó los 388 niños y niñas y a los 14 adultos que recibieron el Sacramento de la Confirmación, que fue impartido por Mons., Faustino, dentro de la celebración Eucarística que él mismo presidió. En su homilía, expresó:

«Nos alegramos todos por esta celebración y por estos niños y niñas que hoy, son confirmados. Agradecemos a Dios, por intercesión de Nuestra Señora de los Ángeles, esta celebración.  Cada uno de nosotros estamos invocando en este momento y permanentemente lo que decimos en el Salmo responsorial: Ven Espíritu Santo y transforma el rostro de la tierra”, ven transforma nuestra comunidad, nuestra familia, nuestra persona, y tenemos que creerlo, porque el Espíritu Santo es quien cambia, sobre todo el corazón de las personas».

«Que distinta fue la actitud de los apóstoles, antes de la venida del Espíritu Santo y después, ellos en oración decían, Envía Señor tu Espíritu, y el Espíritu Santo se hizo presente y ya ellos no tuvieron miedo, ya tuvieron libertad total, salieron de su encierro a evangelizar, a hablar de Dios».

«Hermanos, cada uno de nosotros tenemos ese Espíritu Santo que recibieron los apóstoles y es el mismo que estos hermanos recibirán en la confirmación hoy. Este mismo Espíritu, nos quitará los miedos y nos impulsará a defender nuestra fe y nuestra Iglesia, esta fuerza de Dios, nos hace hablar en favor de la vida, del matrimonio natural instituído por Dios, cuando tenemos esa fuerza de Dios, nos lleva a dar testimonio de nuestra fe.

«Hoy, nosotros venimos a esta celebración de la confirmación, con el corazón dispuesto a ser renovados por este mismo Espíritu, para ser hombres nuevos, donde se puede echar vino nuevo, donde se pueda sembrar la semilla de la palabra, donde se puede hablar de Dios, si no es así, creo que falta mucho en nuestras comunidades para que, realmente nosotros seamos hombres y mujeres testigos del amor de Dios».

«Un ejemplo, es que cada uno de los padrinos y papás, cuando están casados por la iglesia, pueden acompañar; en el caso de los padrinos, a su ahijados, y un compromiso es acercarse a la comunión y se han confesado antes, esa es una manera de manifestar la fe y la responsabilidad para acompañar y dar buen ejemplo a quienes hoy, están a nuestro lado, estos niños y estos jóvenes , y es una manera también, como testificamos que queremos a Dios , que amamos a Dios, que todo aquello que penetre en nosotros va a dar fruto, porque el ser hombres viejos es como cuando oímos la palabra de Dios y no hay un lugar, una tierra buena para que dé frutos».

«Hermanos, que en nuestras casas y nuestras familias, la Palabra de Dios sea algo habitual, donde los papás y los hijos habrán la biblia para leerla, abran los evangelios, para ver que nos dice Dios. Y lógicamente, la unidad con la parroquia y el contacto con la parroquia son importantísimos y fundamentales. Los sacerdotes para eso estamos en las parroquias, para enseñarles la Palabra de Dios, para ayudarles a crecer, para ayudar a impulsar la vida comunitaria, que tanta necesidad tenemos de ella, para no caminar solos y perdernos en la vida de todos los días, en la vida cristiana».

«Por eso hoy, al invocar la presencia del espíritu santo, pedimos por toda la comunidad parroquial, con cada una de sus comunidades que la conforman, para que no tengamos miedo a hablar de Dios, para que el espíritu Santo que tenemos por nuestro Bautismo y con nuestra confirmación, realmente lo destaquemos dando razón de lo que creemos, que no tengamos miedo a hablar de las cosas del cielo, de la Palabra de Dios delante de los hijos, oriéntenlos según Cristo, según la Palabra de Dios y ese Espíritu Santo que van a recibir ayúdenles a cuidarlo, para que realmente ellos sean hombres y mujeres de fe en medio de una sociedad donde a veces da la impresión de que Dios estorba porque no se habla de él».

«Que el Señor nos ayude y que esta comunidad de Nuestra Señora de los Ángeles, sea una comunidad donde se hable de Dios, y la mejor manera de hacerlo, es en la vida familiar, pero también a través de la misión, ojalá todo este orientado en esta parroquia a ser misioneros, porque así tiene que ser, hasta un coro debe dar razón de su fe en la misión, las catequistas, los miembros de los movimientos, de cada una de la agrupaciones, los que custodian el Santísimo, todos orientados a la misión, con sus sacerdotes, de otra manera el quehacer de la parroquia formando para recibir sacramentos pierde sentido, porque lo que creemos y lo que luchamos por vivir tenemos que compartirlo con los demás».

«Esta es una parroquia muy grande territorialmente, que alguna vez se puede hacer otra parroquia, por eso se tiene que trabajar más, para seguir realmente cumpliendo lo que Dios nos pide».

«Elevemos nuestra oración por estos niños y jóvenes, para que sean, no solamente el futuro, sino el presente de la tarea pastoral y misionera de esta comunidad, ustedes padrinos que les acompañan ayúdenles con su ejemplo, no solamente les acompañen por un compromiso con los papás de los niños, sino realmente su tarea será ser buenos ejemplos en la vida y ese es un compromiso no solamente con la familia de ellos sino es con Dios».

Que la Santísima virgen María nos ayude a asumir estos compromisos y sobre todo ser muy honestos con Dios para hacer su voluntad.

Amén.”