Puente de Alvarado, esq., Seminario y Tabaqueros, Col. Carretas, Querétaro, Qro. 25 de Junio de 2017.
El domingo 25 de junio del 2016, en la comunidad Parroquial de la Santísima Virgen María en su advocación del Perpetuo Socorro, ubicada en la Colonia de Carretas, en el municipio de Querétaro, con motivo de la celebración de su fiesta patronal, se recibió la visita de Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, quien presidió la Sagrada Eucaristía e impartió el Sacramento de la Confirmación a 36 niños y jóvenes, así como 9 de los confirmandos que recibieron por primera vez la Santísima Eucaristía.
La Santa Misa fue concelebrada por los Pbro. Edder Meléndez Hernández, Pbro. Ramón Gutiérrez González Vicarios de la Comunidad y el Sr. Cura, Pbro. Guillermo Landeros Ayala, quién hizo la presentación de los confirmandos, quienes fueron debidamente preparados para recibir el Sacramento de la Confirmación. Mons. Faustino, inició dirigiéndose a la asamblea:
“Queridos hermanos, en esta celebración, en donde resaltamos en la alegría de celebrar a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Patrona de esta Comunidad, unamos nuestras oraciones y en las manos de María ponemos todas aquellas incertidumbres, angustias, necesidades que tengamos y pedimos por quienes hoy van a recibir el gran regalo del Espíritu Santo en la Confirmación”. En su homilía, el Sr. Obispo, expresó:
“Hoy invocaremos esa presencia del Espíritu Santo sobre quienes van a ser confirmados, a lo largo de todos estos días, lo hemos hecho no solo sobre cientos, sino sobre miles: de niños y jóvenes que se han acercado al Sacramento de la Confirmación; esta mañana en el Zamorano estuvimos con doscientos jóvenes y niños que se prepararon para este momento como se han preparado estos niños y jóvenes, el día de ayer en Victoria, Guanajuato con cerca de cuatrocientos y así, recorriendo los caminos de nuestra Diócesis vamos invocando esta presencia del Espíritu Santo que genera esperanza en la Iglesia, porque al final esto nos hace concluir que es Dios el que nos va sosteniendo, el que va fortaleciendo a su Iglesia y lógicamente esto implica una catequesis, una formación e implica, que muchos hombres y mujeres: sacerdotes, laicos, consagrados y consagradas, estén involucrados en un proceso de formación, y por eso le damos gracias a Dios.
Como le hemos dado gracias a Dios hoy por quienes han sido presentados, por quienes hoy portan una vela que encenderán en ese Cirio que representa al mismo Cristo que ilumina el panorama de nuestra vida y nuestra vida misma, y cada uno de los confirmandos con ayuda de sus padrinos la encenderá y que gozo cuando con el cirio encendido se profesa la Fe, pero también se renuncia a todo lo que el maligno nos propone para desviarnos del camino de Cristo y para entrar en un mundo de tinieblas y de pecado.
Hoy hermanos nuestra sociedad que con su secularismo gran parte, nos invita a alejarnos de la luz, nos recuerde esta Luz la fe que profesamos que no solamente basta encenderla sino que hay que difundirla, y esto implica un compromiso permanente de nosotros como bautizados y de todos sin excepción, además de renunciar al maligno y a todas sus propuestas, se profesa la Fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, se profesa la Fe en que hoy se repite aquel acontecimiento de Pentecostés donde el Espíritu Santo se hace presente para quitar los miedos de aquellos Discípulos que estaban encerrados porque temían seguir la suerte de su maestro, de Jesús, para profesar la Fe en esta Iglesia de la cual tenemos que sentirnos orgullosos, se hacen marchas por el orgullo y se hacen marchas por tantos orgullos, ¿por qué no nosotros decir?: ¡estamos orgullosos de nuestra identidad de hijos de Dios!, y esta es una oportunidad para recordar el tener encendida nuestra Fe, el tenerla encendida de manera permanente para que ilumine a otros hermanos que nosotros conocemos que son débiles en ella, que flaquean y van recorriendo caminos equivocados y porque he pensado que entre nosotros aquí presentes también.
Hoy les invito hermanos a renovar la Fe, a escuchar la palabra de Jesús de hoy en el Evangelio que dice: ¡No tengan miedo!, esta mañana, este día, el Papa comentando este pasaje recordaba tantas situaciones de cristianos por todo el mundo que a pesar de que son masacrados, asesinados, amenazados, exiliados de su tierra siguen profesando la Fe, ¿cuál es la prueba que yo he tenido que pasar para seguir fortaleciendo mi Fe?, quizás pocas o ninguna, por eso siendo solidarios con todos los hermanos cristianos del mundo que son probados en su Fe y que por su Fe son perseguidos y son desaparecidos, hoy nosotros le podemos decir al Señor: ¡Señor quítame los miedos!, ¡quítame esas falas vergüenzas que me impiden decirle a los demás lo que yo creo!, para transformarme en un misionero de la familia, del Evangelio, de la Iglesia, de mi identidad de Hijo de Dios.
Sin duda al celebrar hoy a la Virgen del Perpetuo Socorro, tenemos un elemento más para acoger las palabras de Jesús: ¡No tengan miedo!
Cuando hoy mismo en esta hermosa imagen, en este hermoso icono del siglo décimo, siglo quince, se ha plasmado el miedo humano de Jesús, pero, por otro lado, se plasma también como Jesús se agarra de la mano de la Virgen, ¡ahí esta! contorsionando sus piecitos hasta el grado de que casi una sandalia se le cae, sin embargo, se agarra de su Madre; ante el miedo de estar mirando en las manos de los Arcángeles Miguel y Gabriel, los signos de la pasión: ¡eso es lo que le espera! y sin embargo, dentro de ese temor se agarra de María y sigue adelante, agarrado de María.
Hoy creo que el mensaje de este hermoso icono de nuestra Señora del Perpetuo Socorro es: escuchando las palabras de Jesús en el Evangelio a no tener miedo, para no tener miedo, ¡agarrarnos de las manos de María!, como el mismo Jesús, hoy apresa esas manos protectoras y se abraza de su Madre como quien lo protege, como quien le da socorro.
Encomendamos a estos niños, a estos jóvenes que hoy van a recibir el Don del Espíritu Santo, visualizando una vida cristiana, no fácil para el futuro en este ambiente secularizado, pero visualizando también, el apoyo de María, el apoyo de sus papás, el apoyo de la Fe de sus padrinos que hoy, han venido a acompañarles como un testimonio que les da seguridad para seguir profesando esta Fe a la cual renuevan y en la cual se quieren comprometer”. Que así sea.
Al concluir la homilía, los confirmandos con ayuda de sus padrinos, encendieron sus velas de la Luz del Cirio Pascual, como signo de la Luz de Cristo y renovaron sus promesas bautismales, para, inmediatamente después profesar públicamente su Fe y en el momento culmen de la Celebración, nuestro Sr. Obispo, impuso las manos sobre los confirmandos, realizó una oración y pidió a Dios que derramara su gracia de los siete dones del Espíritu Santo sobre cada uno de ellos.