Calzada de Belén, esquina Calle de la Enseñanza, Col. Lomas de San Pedrito Peñuelas.
8 de Enero de 2017.
La Comunidad parroquial Cristo Profeta, con motivo de su Fiesta Patronal, el día 8 de Enero de 2017, recibió la visita de Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, quien acudió a dicha comunidad para presidir la Sagrada Eucaristía y administrar el Sacramento de la Confirmación un grupo de 342 hermanos nuestros, quienes después de haber recibido una adecuada catequesis pre sacramental, fueron presentados al Sr. Obispo, por el Sr. Cura Pbro. Daniel Hernández Mendieta, para hacerles participes de la Gracia del segundo de los Sacramentos de la Iniciación Cristiana; cabe destacar que 50 de los confirmandos son adultos y 1 niño es Amigo Especial. Al inicio de la celebración Mons. Faustino, les dijo:
“Hermanos nos preparamos en esta fiesta de Cristo que se manifiesta al mundo para salvarnos para orientar nuestra vida, es esta fiesta de la Epifanía del Señor, una solemnidad que la iglesia celebra este domingo, y que ilumina nuestro caminar como iglesia, como comunidad, como familia, hoy de manera especial le pedimos a Dios que elimine tu mente, tu corazón, tu familia. Iniciemos nuestra celebración pidiendo perdón a Dios”… Y en la homilía, el Sr. Obispo, expresó:
“En este día que la iglesia celebra la epifanía del Señor, aunque tradicionalmente la celebramos el día 6, un día en que muchos niños reciben regalos, un día de alegría en el que el centro de la celebración debe ser siempre Jesús, el día que celebramos en este ambiente de la Navidad.
En este día les saludo a todos ustedes, a las y los catequistas, los Sacerdotes, el Sr. Cura que son los responsables de la formación de sus niños y jóvenes en este camino de catequesis muy especialmente en este día que recibirán el Sacramento de la Confirmación.
En nuestros hogares en la Navidad, armamos el nacimiento, y ojala podamos admiran que en el centro esta Jesús, junto con María y los pastores, pero también el día 6 miramos y contémplanos de manera especial a los tres Reyes Magos que tienen hasta nombre Melchor, Gaspar; y Baltazar, y así los conocemos y hoy en el evangelio aparecen tres que dicen que son magos, y lo importante es ¿dónde está Jesús?, y esta es la pregunta que se hacían los magos; y lo que hoy quisiera resaltar de los magos porque ellos venían desde muy lejos.
Sin embargo a pesar de la lejanía y de la oscuridad, ¿cómo se guiaba?, empezaron a preguntar; así cuando uno quiere encontrar a alguien pregunta, busca los medios para encontrar a la otra personal, los Reyes hacen hasta lo imposible para encontrar a Jesús.
Algo que les dio resultado para encontrarlo, fue que miraron al cielo, porque Dios está en el Cielo, en la tierra y en todo lugar, a veces miramos nada más aquí en la tierra, y nos desesperamos por tantas situaciones difíciles que nos rodean, tanto personales, económicas y hasta el alza de los precios, y nos desamparemos, démonos la oportunidad como aquellos magos de oriente de mirar al cielo, es decir de acudir a Dios que Él puede guiarnos en los momentos más difíciles de nuestra vida.
Porque los momentos de tiniebla para nosotros son los momentos y situaciones que vivimos cuando nos alejamos de la gracias de Dios, y como sucede esto a través del pecado, si nosotros miramos a Dios él nos va a decir por allí no, y nos va decir yo te perdono de todo tu pasado, de todas tus culpas pero quiero que me sigas a mí, quiero que sigas la estrella, quiero que sigas la luz, del Espíritu Santo que tú ya tienes.
Por eso les invito a que miremos al cielo, es decir acudir a Dios, y como acudir a Dios, la mejor manera es buscar encontrarnos con Cristo, este es el objetivo de nuestra vida, y nuestra vida es tan corta que vale la pena en vivir esa experiencia de Dios, no una experiencia espiritualista que hasta se me ven los ojos en blanco, no, sino es una experiencia consultando, meditando, orando, y leyendo la palabra de Dios, que nos va a dar esa misma alegría que inundo a los mago al encontrar a Jesús.
Hoy es un día en que para estos niños debe ser un día de alegría para estos niños, para sus papas, porque Dios les da un regalo, así como el encuentro de magos tuvieron con Jesús, seamos tercos como aquellos magos que a pesar de nuestros pecados, a pesar de la luchas de todos los días, a pesar de los conflictos que hoy estés viviendo con tu conciencia o en tu familia o con tu comunidad, a pesar de todos esto seamos tercos para encontrarnos con Cristo.
No hay mayor felicidad en la vida del corazón del hombre que encontrarse con Cristo, y eso si hace que el corazón lata, y que le dé sentido a tú vida, cuando te encuentras con Jesús en ese encuentro personal, puedes encontrar en los enfermos, en tus sufrimiento, en tus angustias la presencia de Dios es decir, Dios que toma carne en el enfermo, en el que sufre, en el pobre.
Hoy al aceptar esta invitación del evangelio de mirar al cielo, miremos también la presencia de Dios en nuestros hermanos y ese que ese sea el motivo de alegría de todos los días el ver a tus hijos sanos, el ver a tu pareja también luchado para seguir adelante, luchando por hacer el bien, el buscar imitar los buenos ejemplos, abrir brecha en medio de la sociedad, el buscar ser estrellas que iluminen en tu barrio, en tu colonia; se lo pedimos a la Santísima Virgen María en este día. Y no se les olvide mirar al cielo, como los magos para que esa luz guie tu camino en medio de la oscuridad.
Pidamos por estos niños hoy que van a recibir el don del Espíritu Santo para que de ustedes adultos aprenda a juntar sus manos, aprendan a rezar aprenda a darle gracias a Dios, en la mañana y en la noche, aprendan junto con ustedes a abrir la Biblia; de tal manera que en todos momentos estén pendientes de encontrarse con Dios, como aquellos Magos que a pesar de las resistencia y dificultades ellos lograron encontrarlo.
Y no lo vamos a lograr en una aparición extraordinaria, no ellos lo encontraron en la sencillez de un niño, a lo mejor tú lo encuentras en la sencillez de sagrario, de un enfermo en la sencillez de la inocencia de tu hijo de tu hija, que la búsqueda de Dios sea permanente y que este sea el reto para un nuevo año que comienza decimos todos Amén”.
Al término de la celebración, el Sr. Obispo les deseo un Feliz Año, y les impartió la bendición solemne de este día.
El Párroco, por su parte, agradeció al Sr. Obispo, el compartir con esta comunidad la fe, y pidió a «Dios lo siga guiando para ser ese pastor celoso, y lleve este pueblo que Dios le encomendó asta la casa del Padre celestial» .
«Dios lo bendiga Sr. Obispo y Gracias».