Ángela Peralta 16, Centro, Querétaro, Qro. 13 de Junio de 2017.
El Día 13 de junio del presente año se celebró la Fiesta en honor a San Antonio de Padua, en el Templo del mismo nombre, ubicado en el Centro histórico de la Cuidad de Querétaro, con la Sagrada Eucaristía que fue presidida por el Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Obispo de Querétaro, y concelebrada por Pbro. Fray Juan de Dios, Padre Guardián de este templo.
En esta celebración el Sr. Obispo, exhortó a los allí reunidos, a seguir el ejemplo de San Antonio de Padua, para ser misioneros, y a ser Luz y Sal de la Tierra en medio de nuestro mundo y a hablar de Dios no solo con las palabras, sino también con las actitudes, con la conducta, e incluso con la manera pobre de presentarse, porque este es el carisma de franciscanos, la pobreza. En su Homilía, Mons. Faustino, les compartió:
“Muy queridos hermanos de esta comunidad que se reúne en este templo de San Antonio de Padua, para celebrar en este día el patronazgo y también darle gracias a Dios por dejárnoslo como modelo de vida para nuestra vida cristiana, saludo a los agentes de pastoral, que sin duda impulsan la vida apostólica de toda comunidad, que con su testimonio tanto bien hacen a cada uno de los que comparten la vida eclesial. Al Padre Juan de Dios, le saludo y agradezco, el que tenga la bondad de acompañarme es esta concelebración.
Hoy al celebrar a San Antonio de Padua, sin duda evocamos toda una historia de la familia Franciscana donde modelos como San Antonio, han surgido para ayudarnos en la iglesia y conducir nuestra vida y retomar todo aquellos elementos que son para nosotros testimonio y ejemplo en el que hacer de nuestra responsabilidad bautismal.
Un santo del siglo XIII, que ciertamente dentro de su deseo de entregarse al Señor vivió una experiencia de encuentro con Cristo, en el marco de esta familia de San Francisco, y también en el trato directo con el fundador de tal manera que su pasión por las Sagradas Escrituras, la comparte con autorización del Santo y hace tanto bien como predicador insigne decíamos en la oración a las comunidades a donde él fue misionando, llevando la Palabra de Dios.
En su vida se hacían eco, estas palabras de Jesús que encontramos hoy, en el Evangelio de San Mateo “vayan por todo el mundo y hagan discípulos”, unas palabras tan actuales hoy, que tienen también que encontrar una respuesta en nosotros los bautizados, “vayan y hagan discípulos”, creo que es una expresión de Jesús, y una orden de Jesús que puede ayudarnos a hacer un puntual examen de conciencia, a nosotros los que decimos ser seguidores de Jesús, que amamos a Jesús, que estamos llenos del amor de Dios, que tanto lo compartimos, esa Palabra de Dios que tanto meditaba San Antonio de Padua, la compartía en su predicación en su encuentro con los demás, por eso es reconocida su labor infatigable de predicación y también el consagrar su vida totalmente a Dios en este deseo de que la Palabra de Dios llegara al corazón de todos.
Y esta ha sido la vocación misionera de los Franciscanos a lo largo de la historia, y esta responsabilidad la siguen teniendo hoy, como la tuvieron en el siglo XVI, cuando llegan a Querétaro, y recorren los caminos de la misión, nosotros tenemos la gran esperanza de que este testimonio se siga difundiendo por las calles de Querétaro, por el Estado de Querétaro, por la iglesia de México, encontrando el referente en San Francisco de Asís, que tienen que seguir siendo luz del mundo y sal de la tierra, como él lo hacía con la sencillez del hombre que con su sola presencia salía a las calles a misionar a estar con el pueblo y eso era la misión, hablar de Dios no solamente con las palabras, sino también con las actitudes, con la conducta, e incluso con la manera pobre de presentarse, porque este es el carisma de franciscanos, la pobreza.
Hoy hermanos agradecemos a Dios, que no de este gran Santo, ubicado en el centro geográfico y también historio de nuestra ciudad episcopal de Querétaro, agradecemos que él desde aquí siga iluminando nuestra conciencia, siga iluminando nuestra vida cristiana, de tal manera que también nosotros como él le hizo caso a Jesús, “vayan y tengan la certeza de que yo estaré con ustedes siempre, todos los días hasta el fin de los tiempos, esto nos lo tenemos que creer al grado que también nosotros en todo momento tendremos que estar dispuestos a hablar de Dios.
Creo que nuestra iglesia católica hoy no tiene márgenes para avergonzarse de lo que es, y hablo de iglesia refiriéndome a nosotros los miembros de la misma, de tal manera que donde quiera que nosotros estemos seamos signos de la presencia de Dios y eso es ser Luz del mundo como lo pide Jesús, y eso es Sal de la tierra como lo enseña el Señor.
Agradecidos pues, por el modelo que nos da la Iglesia, y que sin duda la familia franciscana nos a ofrecido desde hace siglos en San Antonio de Padua y en muchos otros Santos hoy les toca a los franciscanos de hoy dar ese testimonio de entrega, de generosidad, de pobreza y de entusiasmo de tal manera que coadyuven en las tareas, en este caso de un camino pastoral que tiene la Diócesis de Querétaro.
Que el Señor desde aquí, bendiga nuestra Diócesis, bendiga a nuestra iglesia que San Antonio de Padua sea intercesor, para que nosotros por su intercesión de digamos a Dios, mándanos vocaciones misioneras como San Antonio, y en la Santísima Viren María también confiar para que el socorro de Dios a las familias a la sociedad que tanto necesita llenar su corazón de Dios ella las socorra, ella interceda y ella nos siga orientando a seguir recorriendo los caminos de su hijo Jesucristo. Que Así Sea.
Al final el Señor Obispo, impartió la bendición a los asistentes, y el Padre Guardian, agradeció la visita de nuestro Pastor, a ese templo, con motivo de la celebración de su Santo Patrón San Antonio, la asamblea le brindo un fuerte aplauso como signo de agradecimiento.